3.

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Otro día más en este pueblo perdido.
Íbamos Alex y yo hablando en el coche, sobre un libro que nos gustaba en común.
-No, él debería dejar de pensar tanto en ella y superarla, para poder seguir con su vida.
-¿Por qué se tendría que rendir? si siente algo por ella, lo mejor es luchar hasta que no haya nada más que hacerle- contratacó Alex.
-Pues se debe de dar cuenta que ella no es para él.
-Supongo que tienes algo de razon- acabó diciendo.
-Siempre la tengo- sonreí cínicamente.
-Vale, deberías bajar ese ego que tienes.
Finalmente llegamos al instituto. El primero en bajar fue Cole, el cual fue directo a besar a Erinn.
Yo fruncí el ceño y moví la cabeza de un lado a otro quitando eso de mi mente. Por una extraña razón me había molestado un poco. Aún no sabía que eran ellos dos, pero bueno, a Cole no se le veía muy ilusionado que digamos...
Fijé la vista en Grace y fui hacia ella.
-Hola Grace.
-A que no adivinas quien nos ha abandonado todo el día.
-¿Estás de coña?
-No, ha dicho que estaba enfermo, cosa que no me creo, supongo que está mal de amores.
-Vaya escusa para no venir a clase.
-Como se nota que nunca te has enamorado.
-Algo hubo, pero nada serio.
Charlamos un poco más hasta que sonó el timbre y fuimos para clases.
El tiempo pasó volando y la hora de ir a casa había llegado por fin.
Comimos rápido y Alex subió conmigo a la habitación.
-¿Qué es eso que me querías decir?- pregunté.
-Quiero que me acompañes a un sitio.
Dicho eso cogió mi mano y me llevó al altillo de la casa.
-Cierra los ojos.
Hice caso a sus palabras y dejé que me guiara por la habitación. Apoyó mi espalda contra una columna y sentí un lápiz escribiendo.
-¿Qué haces?- curiosee.
-Miralo tu misma.
Abrí los ojos y vi una marca con mi altura, nombre y fecha de nacimiento. Estaban todos los nombres de los chicos de la casa y fue un gesto muy bonito por su parte.
-Alex, es precioso que me consideres una mas.
-Ya lo eres, Jade- sonrió y bajo la vista para mis labios.
Me puse nerviosa y giré la cabeza.
-¿Quieres hacer algo?- pregunté cambiando de tema.
-Si, claro, te voy a enseñar una última cosa.
Cogió mi mano y comenzó a correr, hasta que llegó a un sitio donde había un agujero en el suelo. Tiró de mi , y caímos sobre paja , en el establo de los árboles.
Comencé a reírme y él también.
-Ha sido impresionante- comenté.
-Sin duda, lo ha sido.
-¿De qué habláis?- dijo Cole llegando al establo.
-Nada, acabo de poner la marca de Jade.
-Oh, me alegra saberlo.
Quedó un silencio incómodo y Alex lo rompió.
-Bueno yo me voy, hasta ahora Jade.
-Hasta ahora - le sonreí y giré la cabeza hacia el rubio.
-¿Quieres montar a caballo conmigo?- preguntó.
-No, sólo quiero que me dejes en claro algo.
-Soy todo oídos.
-¿Eres bipolar?¿Me odias? ¿Por qué eres así?
-Wooow chica, fuiste a atacar.
-Responde.
-Es difícil de explicar, pero no te odio, tú eres perfecta Jade.
-Si tu lo dices.
Nos sonreímos y salí de allí sin decir nada, no quería ponerme más nerviosa.
Era muy tarde y aproveché para ducharme y hacer mis deberes.
Al acabar bajamos a cenar y Alex guardó un sitio a su lado, para que me sentara.
-¿Cómo os ha ido el día chicos?- preguntó Katherine.
-Bastante bien, Alex ha puesto una marca con mi nombre- comenté yo.
-Bua Jade, me alegra mucho que ya estés integrada completamente en la familia, y sobretodo de vuestra bonita unión.
-Gracias, Katherine.
Seguimos comiendo hasta que no quedó nada más en nuestros platos.
Ayudé a recoger la mesa y subí las escaleras, encontrándome con el rubio de nuevo en el sitio de siempre.
-¿Necesitas algo?
-Queria saber cómo estabas de verdad.
-Bien, supongo.
-De noche, si me necesitas, estaré pendiente, y si quieres puedes llamar a mi puerta.
-Eres muy amable Cole, te debo mucho por preocuparte por mi-sonrei.
-No me debes nada New York, lo hago porque , por una extraña razón, me preocupas.
-Bueno, está bien saberlo supongo.
-Si, lo es. Ahora necesitas descansar, no dormiste lo suficientemente anoche.
-Está bien, buenas noches niñato.
-Anda, la señorita-rió- buenas noches New York.
Lo acompañé a la puerta y la cerré tras ver su sonrisa por última vez.
Me acosté en la cama y rápidamente mis ojos se cerraron, quedando profundamente dormida.
Había sido un día largo, pero perfecto.

𝐥𝐞𝐭 𝐲𝐨𝐮𝐫𝐬𝐞𝐥𝐟 𝐠𝐨 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐦𝐞 - 𝐂𝐨𝐥𝐞 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫Where stories live. Discover now