💚 Capítulo 11- Choromatsu

35 4 3
                                    

No podía evitar dirigir la mirada de uno en uno. Había pasado buenos momentos con todos y provocar un posible enfrentamiento entre ellos me daba un mal sabor de boca. No puede existir algo peor que la rivalidad fraternal.

Él me quitó el brazo de encima y tomó su distancia. Aunque traté de no darle muchas vueltas a la situación y seguí andando para acercarme al resto mientras nos dirigían miradas recelosas a Ichimatsu y a mí. Los mayores me inspeccionaban de pies a cabeza y a Ichimatsu lo miraban todavía con mayor detenimiento y autoridad. Era una escena graciosa y también escalofriante.

—¿Ya terminaron? —preguntó Osomatsu con un tonito burlón que hasta a mí me sacó de mis casillas.
—No tienes que preguntar lo que ya sabes, Osomatsu-niisan —respondió Ichimatsu devolviéndole media sonrisa con la misma actitud.
Ambos compartieron miradas de duelo, por lo que yo estuve a un momento de intervenir, pero Jyushimatsu interrumpió convenientemente.
—¡Hey, _____! Justo acabamos de ver un sitio interesante que puede que nos saque unas risotadas para finalizar la noche de manera perfecta, ¡ja, ja, ja!
—¿En serio? ¿Y qué sitio es?
—¡Tendrás que venir a ver! No queda muy lejos. Apenas cruzando la calle, al fondo.
—Uh.
—¡Y por cierto...! —Todomatsu había comenzado a hablar, pero tuvo que interrumpirse a sí mismo debido a que no podía contener la risa a causa de sus propios pensamientos e imaginación—. ¡Será divertido si lo hacemos en parejas! Ya quiero ver las caras que pondrán todos...
—¿Crees que podrás soportarlo, little bro? En mi opinión, eres el más miedoso de todos —dijo Karamatsu.
Su comentario me hizo preguntarme qué clase de sitio era al que quería ir.
—¡C-Claro que sí! Es Halloween, después de todo. Uno tiene que poder soportar estas cosas. Además, es para la experiencia y la anécdota.
—Ya lo veremos, Totty —dije sonriendo y posando mi mano en su hombro para calmar un poco el enojo que estaba comenzando a aflorar en el debido a Karamatsu. El color rojo de sus mejillas se desvaneció rápidamente al sentir mi tacto.
—¡Vayamos allá! Hace falta divertirnos un poco en grupo —dijo Osomatsu.
—Juguemos piedra, papel o tijeras para decidir los equipos —opinó el tercero.
—Esperen, ¿esto no es en parejas? Nosotros somos siete, así que alguien va a quedar fuera.
—Oh, ¡no te preocupes, pretty _____! Podemos hacer un equipo de tres. Va a ser divertido dependiendo de la selección —respondió Karamatsu.

Y así fue. Cruzamos la calle en medio de la revoltosa noche y nos dirigimos al sitio guiados por los dos hermanos mayores. La selección de los equipos fue decidida con el juego de piedra, papel o tijeras. No sabría decir si fue obra del destino o si los hermanos habían usado su aterradora capacidad telepática para decidir los equipos antes de que yo lo supiera, pero mi pareja de acompañamiento fue Choromatsu.

—¡Vaya! —exclamé. Después de todo pasaría tiempo con el tercer hermano también.
—¡Qué conveniente! No tendré que batallar con ningún llorón. Karamatsu, más vale que te comportes —dijo Osomatsu entre sus risotadas.
Los tres hermanos menores resoplaron preparándose mentalmente.
—Eh... Quizá es algo tarde para que pregunte, pero, ¿a dónde vamos exactamente? —cuestioné.
—¡Allá! —exclamó Jyushimatsu apuntando energéticamente con su dedo índice.
—¡¿La casa de los sustos?!
—¡Sí! ¿No te parece emocionante, _____? Apuesto a que Totty se hará pis encima.
—¡Hey! E-Eso no es verdad... ¡Aguantaré más que ustedes!

Entonces, de esa manera los quipos se vieron decididos. Osomatsu y Karamatsu entrarían primero, después seguiría el trío de los menores; Ichimatsu, Jyushimatsu y Todomatsu. Al final, para no presionarme a mí (supuestamente) entraríamos Choromatsu y yo.

La verdad es que esperaba escuchar muchos gritos de terror o algo por el estilo al momento en que los dos mayores entraron al lugar, pero una vez que ingresaron a aquella oscuridad, no volví a saber nada más. Luego, quienes se aventuraron a aquella experiencia fueron los tres valientes.
Jyushimatsu había tomado la delantera avanzando con confianza y su gran sonrisa en el rostro, mientras que Ichimatsu le seguía con indiferencia y Todomatsu se escondía detrás del joven enmascarado, tomándolo del brazo y hundiendo la cara en su hombro. La escena me causó gracia. Después, de nuevo la oscuridad se los tragó y su destino fue incierto.

Un Halloween con los Matsuno [REMAKE] 🎃🕷️Where stories live. Discover now