Capítulo 5

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La guarida del ladrón de sonrisas estaba envuelta en una penumbra densa, solo iluminada por la luz titilante de las velas que se encontraban en aquel cuarto. Poppy y Branch avanzaron con cautela, sus miradas fijas en la figura oscura que se encontraba en el centro de la habitación.

El ladrón de sonrisas, envuelto en una capa oscura y con una máscara que ocultaba sus rasgos, se volvió hacia ellos. Una risa siniestra resonó en la guarida, llenando el espacio con una sensación desagradable.

—Bienvenidos, Poppy y Branch. ¿Puedo ofrecerles una sonrisa? —preguntó el ladrón de sonrisas, su voz resonando de manera inquietante en la sala llena de espejos.

La reina volteó a ver a su compañero, no tenían ni idea de que esperar de aquel encuentro. Branch agarro a Poppy del hombro y le dio un asentimiento, solo eran ellos dos contra el mundo.

—Así que ustedes son los valientes que han venido a detenerme. ¿Creen que pueden impedir que acabe con la felicidad de Villa Troll? —preguntó el ladrón de sonrisas con voz burlona.

Poppy se adelantó, su expresión reflejando determinación. —No permitire que intentes robar las sonrisas de mi amado pueblo. Estamos aquí para detenerte.

—Tu reinado de oscuridad termina hoy—Branch asintió, preparando sus herramientas ingeniosas.

La batalla comenzó con un destello de movimiento. El ladrón de sonrisas se movía con una agilidad sorprendente, esquivando los intentos de Poppy y Branch de atraparlo. Cada risa maligna resonaba como un eco desafiante.

Poppy desplegó su cabellera, tratando con ella hacer caer al bandido. El ladrón de sonrisas las esquivó con gracia, desapareciendo y reapareciendo en las sombras.

—Demasiado lento, reina Poppy. Tus esfuerzos son inútiles —se burló el ladrón de sonrisas.

Branch, sin perder tiempo, activó su invento de red de abrazos, intentando atrapar al escurridizo ladrón. Sin embargo, este se deslizó entre las rendijas de la red con una risa burlona.

—No lo puedo creer, en todas las pruebas funciono—gruñó Branch con enojo.

La pelea se intensificó, con Poppy y Branch coordinando sus movimientos para cerrar el cerco alrededor del ladrón de sonrisas. Entre risas y sombras, el enfrentamiento se volvía cada vez más frenético.

—No pueden detenerme. La tristeza siempre encuentra su camino —declaró el ladrón de sonrisas, desafiante.

En ese momento Branch dejó caer sobre el una gran reja, obstruyendo su paso y dejándolo justo frente a ellos. Las miradas de ambos eran totalmente diferentes, mientras que el bandido miraba a Poppy y a Branch de manera retadora, Poppy tenía en su rostro una sonrisa comprensiva y Branch, como siempre, un ceño fruncido y una mirada escéptica.

—¿Por qué haces esto? ¿Por qué intentas robar las sonrisas de Villa Troll? —preguntó Poppy con curiosidad, buscando comprender la razón detrás de la oscura misión del ladrón.

El ladrón de sonrisas soltó un suspiro pesado y, por un momento, la máscara que ocultaba su rostro reveló una expresión de tristeza.

—No lo entenderían, jamás lo hacen.

—Ayúdame a entenderte, a conocer tu historia—le dijo Poppy de manera calmada, tratando de entrar en razón con él.

—No soy un villano sin motivos. Mi historia se remonta a un tiempo olvidado, cuando estaba en mi punto más alto de felicidad—comenzó a narrar con tono triste y desanimado—. Hace mucho tiempo, era una persona común y corriente, pero una serie de eventos oscuros cambiaron mi vida—hizo una pausa y continuo.

—Perdí a quienes más amaba, y la tristeza se apoderó de mi corazón. Fue entonces cuando escuché hablar de un antiguo artefacto, el "Cristal de la Euforia". Este cristal tenía el poder de acumular y almacenar la felicidad de todo un reino.

—Y tú... tú querías el cristal para devolver la felicidad a tu vida —dedujo Branch, captando la esencia del dolor en la historia del ladrón de sonrisas. Él más que nadie sabía lo que era sentirse triste y solo.

—Así es. Busqué el Cristal de la Euforia para recuperar lo que perdí, pero cuando por casualidad llegué a Villa Troll, me encontré con una sociedad que vivía felizmente sin necesidad de un cristal. Me volví totalmente celoso y decidí que, si yo, no podía tener ese sentimiento de felicidad, al menos podría quedarme con sus alegrías y sonrisas—explicó el ladrón de sonrisas con amargura.

Poppy y Branch intercambiaron miradas, sintiendo empatía por el dolor que llevaba el ladrón de sonrisas. —Hay formas de superar la tristeza sin dañar a otros. Te ayudaremos a encontrar tu camino de regreso a la luz, sin necesidad de robar sonrisas —ofreció Poppy con compasión.

—La felicidad no puede ser robada ni forzada. Todos merecen encontrarla, incluso tú —añadió Branch, extendiendo una mano en señal de apoyo.

El ladrón de sonrisas miró la mano de Branch con incredulidad y, después de un momento de vacilación, aceptó el gesto.

Aunque sus acciones habían sido oscuras, la comprensión de Poppy y Branch ofrecía una chispa de esperanza para un cambio en su destino. La historia de Villa Troll, una vez más, estaba destinada a tomar un rumbo más brillante.

Con el ladrón de sonrisas derrotado, Poppy y Branch se miraron con satisfacción. La paz regresó a Villa Troll, y sus sonrisas brillaron con un resplandor renovado.

—Juntos, somos imparables —dijo Branch, abrazando a Poppy.

Poppy asintió, agradecida de tener a Branch a su lado. La guarida, una vez lúgubre, se transformó en un símbolo de la victoria sobre la oscuridad. La aventura de Poppy y Branch continuaba, pero esta vez, con la certeza de que su amor y valentía podían superar cualquier amenaza.



Otro capítulo, este un poco más largo para compensar que no actualicé tres días jijij
Muchas gracias por leer, no olviden votar y comentar!!!
Graciasss💞💞💞

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