Solo algunos one shots de mis hombres favoritos.
Es mi primera vez escribiendo, no soy profesional. Ninguna cosa oscura de la que escribo la apoyo o justifico. Son solo historias ficticias. Solo lo hago por diversión.
M.
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"A mi si me importas"
Cha Hyun-soo x lectora.
Advertencia: 18+.
Contenido adulto más adelante, no me hago responsable de cualquier incomodidad, ya di una advertencia.
Sin editar.
☆
Llego al comedor con el objetivo de recoger una de las bandejas, me acerco para que me entreguen la porción de comida de Hyun-soo, veo que la porción es menor que la del resto y alzo una ceja hacia Hye-in - ¿Por qué hay tan poca comida?, a mi me serviste más.
- El es un monstruo, nada puede matarlo, puede sobrevivir sin comer tanto - me despide con excusas estúpidas.
Antes de poder responderle se acerca un hombre con lentes - Si, además nosotros necesitamos comer más si no estaremos débiles y no podremos protegernos - habla temblorosamente, mientras asiente varias veces con la cabeza.
- ¿Son idiotas?, ya son débiles, ni de una mosca podrían protegerse - les dirijo una mirada de molestia a ambos - Sirve más si no le diré a Eun-hyuk que no le dan suficiente comida a Hyun-soo. Así no podrá seguir buscando sus pertenencias inutiles - escupo con molestia - El necesita comer suficiente igual que todos, sigue siendo humano.
Hye-in me mira dudosamente antes de servir una porción más grande, le dedico una sonrisa falsa antes de salir para dirigirme a través de los pasillos a la sala de juegos donde se encuentra Hyun-soo. Al llegar abren la cerradura y me dejan entrar, cerrando rápidamente a mis espaldas. Me acerco a un Hyun-soo dormido roncando suavemente, lo que provoca que se dibuje una sonrisa suave en mis labios. Dejo la bandeja a un lado para sentarme a un costado con la intención de levantarlo.
Lo observo quitando algunos mechones rebeldes de su frente - Hyun-soo - lo llamo suavemente acariciando su mejilla - Despierta necesitas comer.
Después de unos segundos abre lentamente sus bonitos ojos que al caer en mi se iluminan - Buenos días - susurra con voz adormilada.
Río suavemente dejando un beso en su mejilla viendo como sus mejillas se tornan rojas - Buenos días, dormilón - tomó la bandeja mientras el se sienta - Aquí tienes, necesitas comer - dejo la bandeja en su regazo.
- ¿Ya comiste?, puedes tomar mi parte - me la extiende a lo que niego rápidamente.
- No te preocupes ya comí, además necesitas comer, quiero seguir teniendo mi cómoda y cálida almohada - toco su estómago haciéndolo sonrojarse.
