- ̗̀☪︎ ꒰ Número desconocido ꒱

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JUNGKOOK

Definitivamente, hoy era mi día. Amo a esa profesora que siempre parece confabular a mi favor; es como mi hada madrina.

Me dirigí a contarles todo a mis amigos. No quería malinterpretar o confundir una acción; después de todo, ellos contribuyeron a esta felicidad.

Llegué saltando de aquí para allá, con la sonrisa más resplandeciente y los ojos brillando de alegría. Me acerqué a la mesa donde se encontraban y empecé a hablar.

— Chicos, chicos, ¿a que no creen lo que ocurrió hoy? — Exclamé mientras tomaba lugar al lado de Yoongi.

— ¿Taehyung te dirigió la palabra, o mejor aún, hicieron contacto físico? No, no, no te halago por tu belleza. — Decía Jin mientras movía su dedo de su boca a señalar la nada, intentando descifrar.

— Pues, más o menos.

— ¿Más o menos? — Preguntó Yoongi, arqueando una ceja y apoyándose en sus manos unidas. — A ver, niño, explícanos la situación.

— Es que él... — Cubrí mi rostro con mis manos para ocultar mi sonrojo y mi sonrisa de bobo. — Dijo que tengo una sonrisa de conejito.

Hablé lo más rápido que pude mientras cerraba mis ojos; la emoción y felicidad eran demasiado para mí, aunque, claro, la vergüenza todavía persistía.

— A ver, a ver — Jin se levantó de su lugar para sentarse a mi lado, quedando así en la mitad de ambos. — No puedes llegar aquí disparando corazones y vomitando arcoíris para luego dar vergüenza al decir algo. ¿Qué tan malo puede ser?

Abrí un poquito mis dedos para mirar por las ranuras y ver la cara de mi mayor. Mala idea; toda su cara mostraba travesura. Rápidamente volví a cerrar mis manos; así nadie me podía ver.

— Kook, te avergüenzas por algo tan simple. — Yoongi se acercó a mi oído y susurró. — No te hagas el inocente, sabiendo que soñabas que te daba como cajón que no cierra.

Ante esas palabras, mi rojo cambió a todas las tonalidades de rojo existentes hasta llegar a la más intensa. Yo tampoco encontraba una explicación a mi actitud del todo; supongo que es la dopamina o las hormonas con su mala jugada.

Destapé mi cara lentamente para después bajar la mirada y susurrar.

— Él dijo que mi sonrisa se parece a la de un conejito.

Esperé unos segundos hasta que escuché un chillido agudo. Levanté mi mirada y vi que Jin no paraba de mover sus manos y saltar de la felicidad.

— Eso es un gran avance, Kook. — Me tomó de ambas manos. — Vas por un muy buen camino.

— Es un gran avance, sigue así. — Volteé para encarar a Yoongi, a lo que él me dio unas palmadas en la cabeza. — Le agradas como eres, no cambies.

Ladeé la cabeza ante tales repentinas palabras, pero decidí olvidarlas.

— Pero, ¿cómo llegaron al punto de darse halagos?

Ambas miradas de mis mayores volvieron a estar en mí, y yo me hice chiquito en mi lugar, pero volví a aclarar.

— Hoy nos sentamos juntos, y él me lo dijo a través de un papelito. — Del bolsillo de mi sudadera saqué un pequeño papel doblado y lo llevé directo a mi corazón, recordando aquel momento.

— ¡¿Se sentaron juntos?! — ¡¿Te lo dijo por un papelito?! — Jin y Yoongi se voltearon a mirar.

— ¿Qué importa si se lo dijo por un papelito?

Fantasize〔TK〕Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt