MONDAY

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   Hanni se levantó para ir al colegio, se cambió y todo, pero cuando su madre se ofreció para llevarla, ella negó —No, puedo ir sola, ¿me podrías dar dinero para comprarme algo para desayunar? Sabes que desayuno en el colegio— Dijo Hanni, a su madre se le hizo raro, ella siempre desayunaba en su casa y siempre comía en tal. Sin embargo, no le preguntó nada y le dio dinero.

   La australiana salió caminando con alegría, por poco e iba saltando, y honestamente, parecía que había tomado litros de cafeína, porque estaba con una energía impresionante para ser las 6:45AM. Caminó hacia la vuelta de la esquina y entró al kiosco, que sorprendentemente estaba abierto.

   Hanni comenzó a buscar que llevarse, iba a gastar mucho, pues cinco mil wones era bastante para un kiosco. Así que agarró varias golosinas para comer en la mañana y un ramen en vaso.

   La linda coreana estaba dormida, Hanni la miró unos segundos hasta que reaccionó —Yo ya debería de estar a la vuelta de la escuela, dios mío— Pensó ella. Comenzó a tocar la cabeza de la coreana para levantarla. Al parecer lo logró, se levantó de golpe.

   —¿Qué va a llevar?— Dijo la coreana somnolienta.

   —Esto— Hanni colocó varias golosinas, ramen y un yogurt en botella en el escritorio.

   —Necesitas llenar el ramen de agua, ¿lo podras hacer en el colegio?

   Hanni pensó y negó, así que la chica agarró una pava, abrió el ramen y le puso agua.

   —Mantenlo cerrado hasta que pasen cinco minutos, ah, y toma, palillos— Dijo ella dándole palillos a la australiana, Hanni asintió —Son cuatro mil wones— Añadió la extranjera, Hanni pagó y se llevó todo en una bolsa, la cual puso en su mochila, y el ramen en la mano. A la hora de salir de la tienda, la coreana habló.

   —Espera.

   Hanni se dio la vuelta repentinamente.

   —Mi nombre es Minji, ¿tú eres quien me siguió anoche en Instagram?

   Hanni asintió y sonrió.

   —Lindo nombre, Hanni.

   —Gracias, Min.

   Ambas se sonrieron y Hanni se fue corriendo por llegar tarde, mientras comía su ramen. La coreana vio eso y rió, lo vio tierno. Entró a Instagram y le escribió a Hanni.

  

Una semana para navidad } bbangsazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora