Cada mirada diferente a la anterior,

no somos sinceros, ocultamos el error.

Eres la esencia de vainilla sobre este infierno,

la dulzura que abraza, un suspiro eterno.


Hoy el café lo pedí intenso cariño,

siéntate y juguemos otra vez el juego divino.

Expone tu filo desde tu invitado, tu "juez",

en este tablero de emociones, el duelo es el eje.


Las palabras son piezas en este ajedrez,

donde la verdad es el rey y la mentira es estrés.

Cada gesto, un movimiento en este tablero,

donde la sinceridad es el único sendero.


La partida avanza, entre tragos y silencios,

cada mirada cuenta, ya no hay falsos alientos.

En este juego de almas, sin miedo a retroceder,

somos jugadores, buscando entender el porqué.


Cautivos de la danza de la honestidad,

exploramos caminos en esta realidad.

Que el café sea la tinta de nuestra partida,

donde el amor y la verdad son la mejor bebida.

Café con aroma a SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora