Cuando volvimos a casa era medio día ya con la chicas nos quedamos en mi habitación, a mi me dolía un poco las costillas así que Tanya me dio medicina para el dolor y me dijo que me recuéste, me comentó que iría junto con Irina a lo de los Cullen a hablar unos asuntos importantes y que Kate se quedaría conmigo para no electrocutar a nadie. Yo les dije que tuvieran cuidado y que cualquier cosa me llamaran, después de eso se fueron.
- Kate ¿Que haces? Le pregunto al verla cerca de mi mesa de trabajo.
- Veo tú colección de botones y cremalleras. Me contesta.
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- Kate deja mis lentes. Y no es una colección, eso lo tengo guardado por si se rompe un pantalón o buzo o camiseta. O cualquier cosa que lleve botones o cierres.
- Amor hablas raro aveces. Son cremalleras no cierres.
- Yo les digo como quiero. A pesar de haber vivido 18 años en Estados Unidos, viví 30 en Argentina, así que mi jerga es la de mi país de mi vida pasada, asi que todos me dicen que hablo raro.
- Sos un niño mimado bebé. Me dice riéndose mientras se sube a la cama.
- No lo soy. Le digo haciendo un puchero que ella besa.
- Si lo sos. Me besa el cuello, y se acomoda a mi lado.
- No lo soy, por qué nadie me está haciendo mimos.
- ¿Querés que te haga mimos? Me susurra en el oído, bajando su mano a mi entrepierna. La mente dentro de mi pantalón y comienza a acariciar mi miembro.
- Ka... Kate ah ah.
- ¿Te gustan mis mimos amor? Yo asiento con la cabeza ya que no puedo hacer más que soltar suaves gemidos. Siento el calor apoderándose de mi cuerpo y como mi miembro se pone cada vez más duro. Kate se sube arriba mío sin dejar de masturbarme y comienza a besarme. Cuando ya lo tengo bien erecto saca su mano y desabrocha mi pantalón, saca mi miembro y vuelve a hacer el trabajo manual. Comienza a bajar sus besos por mi cuello, de forma lenta y húmeda, con su otra mano levanta mi remera y acaricia mi pecho y abdomen para después comenzar a besarlo y terminar su recorrido en mi miembro. Primero me besa el glande y después reparte pequeño besos por el largó, lo lame de la base hasta la punta y después se lo mete en la boca, yo cierro los ojos delirando por el placer que eso me produce. Por un momento se separa para correrse el pelo, así que yo la ayudo juntando todo y sosteniéndolo y así vuelve a lo suyo. Lo bueno de que sea vampira es que no necesita aire así que se lo mete sin detenerse para respirar. El frío de su boca me excita más todavía. Como usa su lengua.
- Dios... ah Kate... Los gemidos no paran de salir de mi boca y ella acelera sus movimientos. Siento mis músculos tensarse y el calor acumularse en mi abdomen bajo me voy a correr.
