𝐆𝐀𝐌𝐀𝐍 | Naruto Fanfic

第五章 • Boba

Como todas las mañanas desde hace seis años, me levanté de la cama y me dirigí al baño. Luego de lavarme la cara y arreglar un poco mi cabello, tomé mi bandana y la guardé en el bolsillo del pantalón. Me acerqué al pequeño joyero y tomé el collar con los dos anillos de alianza de mis abuelos, el único accesorio que aceptaba usar.

Después de ponerme unos guantes que me había regalado Kushina-san en mi cumpleaños, junto con mi abrigo rojo, también obsequio de Itachi y sus padres en la misma fecha, me encontré con Sakura en mi habitación mientras se lavaba los dientes con su cepillo de conejito, frotándose el ojo.

— Aniki, ¿vas a casa de Itachi-san? — preguntó Sakura.

— Si es para ver a Sasuke, no —respondí con una sonrisa.

— ¡No es por eso, bobo! —exclamó ella, antes de marcharse hacia el baño.

Sonreí levemente y salí de mi cuarto, cerrando la puerta tras de mí antes de bajar las escaleras.

— Mamá, acompañaré a Shisui a una misión —anuncié antes de salir de casa.

— ¡Está bien, cariño! ¡Suerte! —respondió mi madre desde la cocina.

Y así, me marché.

Shisui había conseguido una misión, y el Hokage le había permitido elegir a su compañero. Aunque quizás no era tan competente como Itachi, el Hokage confiaba en el mayor de los Uchiha.

Me había asegurado de informarle a Kushina-san que hoy partiría en una misión con ellos, por lo que no habría problemas. Los tres partiríamos juntos, pero hacia misiones diferentes.

Al llegar al clan Uchiha, vi a Sasuke y a Fugaku-san conversando afuera. Probablemente los chicos estuvieran dentro, o tal vez Shisui aún no había llegado.

— ¡Mitsu-ni! —saludó Sasuke alzando su mano con una sonrisa.

— Mitsuri, buenos días —me saludó también su padre, con una leve sonrisa, mientras posaba su mano en la cabeza de su hijo.— Los chicos dijeron que te buscarían, pensé que ya habrían salido de la aldea —me informó Fugaku-san.

— Ah, me habían dicho que viniera, qué despistados... ¿Estaban por ir a entrenar? —pregunté, observando cómo Sasuke llevaba un bolso con kunais.

— Sí, Sasuke quiere entrenar y eso es lo que vamos a hacer —confirmó Fugaku-san, mirando a su hijo y luego a mí—. Bueno, nos vemos después de su misión, supongo que les tomará unos días.

— Claro... Bueno, adiós —me despedí, dándome la vuelta y dirigiéndome hacia las puertas de la aldea.

Los chicos debían estar esperándome allí. Shisui había dicho que iría a casa de Itachi y que me encontraría allí, así que no entendía por qué vendrían a buscarme.

Qué par de cabezas huecas.