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Jin hong gimió mientras miraba los juguetes frente a él.

Necesitaba limpiar y tirar sus juguetes viejos, pero no podía organizarlos fácilmente porque pensaba que sería un desperdicio de dinero hacerlo con todos. Y al final, agotado de no poder llegar a ningún lugar, se recostó en el sofá y comenzó a respirar bastante hondo.

"He estado subiendo demasiados videos últimamente, debería contenerme un poco..."

Habían pasado unos días desde que se filmó el último video, pero podía sentir su cuerpo absolutamente molido. Quería hacerlo como un pasatiempo, pero ya que se estaba volviendo un poco adicto, dejó su computadora portátil sin cargar el día de hoy.

Jin Hong, que estaba mirando al techo, bajó la mirada hacia un lado esta vez:

"Debo apurarme..."

Levantó sus lentes, que cubrían la mitad de su rostro, y miró el contenido de una bolsa negra que estaba justo a sus pies. Para tirar los juguetes, tenía que comenzar a moverse.

"Pero no quiero salir."

Jin Hong, vistiendo una cómoda sudadera con capucha, pantalones cortos, tenis y una gorra, sostuvo la bolsa negra entre sus brazos muy a su pesar. Debido a que tenía que tirarlo cuando nadie lo mirara, su corazón se aceleró por si solo. Sin embargo, la mayor parte de la zona era una parte residencial ordinaria. Era una calle tranquila porque las personas iban a trabajar durante el día, pero igual estaba increíblemente preocupado por hacer algo como esto.

"Debería tirarlo rápidamente y luego ir a comprar un poco de cereal en el mercado".

Metió el teléfono y su tarjeta de crédito en su bolsillo y salió de la casa.

"Uh, es muy deslumbrante. Maldición".

Era un lugar de un solo piso que había comprado para vivir solo, así que evidentemente era muy diferente de otras casas. Era pequeñita, con un toque bastante lindo. Tenía solo la puerta de entrada, un pequeño jardín y un sendero de piedritas. Básicamente, con todo lo que quería al alcance de sus manos.

"¿Qué debería ponerme esta vez?"

Había utilizado una cola de conejo la última vez así que Jin Hong pensó en esto un poco más profundamente.

Dio un paso descuidado hacía afuera y caminó. Si hubiera sabido que iba a tener tantos juguetes inservibles como estos, habría encontrado una casa cerca del lugar donde se recogía la basura. Pensando en ello, Jin Hong dejó escapar un profundo suspiro y miró a su alrededor. El plástico estaba separado de lo orgánico. Como tenía que tirarlo adecuadamente, estaba un poco nervioso de que otras personas pudieran verlo y reconocer que era él. Incluso si grababa videos sexuales, si alguien viera su pasatiempo en la vida real, se sentiría increíblemente avergonzado y desearía morir.

Hong movió sus juguetes de un lado a otro y dio un par de pasos hacia atrás. Nadie estaba allí así que era perfecto. No obstante, fue en el momento en que Jin Hong volvió su cuerpo hacia atrás, con una expresión relajada, que escuchó un:

"¡Oye!"

En el instante mismo en que se dio la vuelta, se sorprendió del sonido de alguien llamándolo tan insistentemente. Incluso cerró los ojos con fuerza y contuvo la respiración, pero no apareció ningún dolor.

"Oh, lo siento. No quería sorprenderte."

Una voz de tono bajo comenzó a hacer eco en el jardín. Jin se arregló las gafas y levantó un poco la cara. No era que sus ojos estuvieran mal, era porque sus gafas se utilizaban para ocultar las manchas en sus mejillas y el color de sus pupilas. Además, era un hecho que su cabello rubio brillante llamaba la atención de todas las personas. Jin parpadeó mientras miraba a su oponente y cuando no hubo nada que decir, esa persona pareció echarse a reír mientras decía:

"¿Estás bien?"

"Ah, sí. Gracias."

Cuando el hombre volvió a hablar, Jin Hong enderezó su postura igual a si hubiera recobrado el sentido. Estaba muy avergonzado así que inclinó la cabeza. El sujeto frente a él miró su cabeza y el remolino que se le formaba con el cabello. Una sonrisa suelta se formó en su boca cuando simplemente contestó:

"Oh, creo que se te cayó algo".

"¿Sí?"

¿Qué se le cayó? Había estado caminando con una bolsa negra en sus brazos así que ¿Dejó caer su teléfono? Jin pareció desconcertado y rebuscó en el bolsillo de su sudadera. El hombre, McCain, miró los juguetes sexuales que estaban sobresaliendo de una esquina y pensó que definitivamente no era nada cuidadoso. Además, tenía un cuerpo delgado que pareció caber en sus brazos a la perfección. Una fragancia dulce, ya fuera una colonia o el suavizante de la ropa, saliendo de él, y un carmesí hermoso en la punta de sus labios. Jin levantó la mirada una vez más y dijo:

"No creo que haya derramado nada".

El color de sus ojos, visto a través de su cabello desordenado, hizo que McCain se riera de nuevo.

"Fue este pañuelo."

Era un pañuelo a cuadros. En realidad, lo había sacado de su propio bolsillo, pero Jin no pareció darse cuenta de eso. En su lugar, miró a McCain y agarró el pañuelo que le tendía para poder observarlo un poco más de cerca. Jin Hong negó con la cabeza y lo devolvió.

"No creo que sea mío."

"Ah, ¿En serio?"

McCain sonrió mientras tomaba el pañuelo que Jin le estaba devolviendo. Era una cabeza más alto que él, así que era un tanto... Aterrador. Inclinó el cuerpo, dijo "Bueno, un gusto." Y comenzó a caminar en dirección al contenedor de basura. McCain suspiró para sus adentros porque no sabía que reaccionaría así. Aunque era lógico.

"Ah... Oye"

"¿...?"

"Si te parece bien..."

Pero en su intento por hablar, vio que Jin se apartaba de él hasta quedar a una distancia considerable. Quería desechar eso e irse a casa rápidamente, pero el hombre seguía siguiéndole y llamando por él. Era extraño.

"¿Puedo ser tu amigo?"

McCain emitió un extraño gorgoteo y luego lo escupió como si hubiera tomado todo de su esfuerzo en esto.

El chico detrás de la cámara: BunnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora