Sex, drugs, etc..... ¡★! | Ser jefe de toda una mafia no era absolutamente nada fácil, tener que encargarse que los paquetes de droga hayan llegado a su destino era algo realmente cansado, pero lo que le cansaba más eran esas típicas palabras absurd...
Skye solo se mostró algo preocupada, hace rato Rubble no dejaba de llorar, y el normalmente no era así, era un cachorro demasiado risueño y juguetón, ¿Pero que llorará? Era algo demasiado raro por parte de el.
- ¿Ya le diste comida Skye? Ya lo traté de calmar yo y no logró que se calme. - Hablo la Husky, mirando preocupada a su cachorro. -
- Ya le di, pero al parecer no es eso, ya lo lleve al baño y nada, ya no se que hacer... - Hablo. -
Apesar de que Rubble aún tenga dos años no ah dejado el biberón aún, lo culpa dificulta mucho la vida de ambas.
El cachorro solo dejo su llanto atrás al escuchar y sentir el aroma del omega albino, no dudó en levantarse del suelo y salir corriendo con sus piernas gorditas con el dálmata.
Al llegar con el solo se aferró a la pierna de el, llamando la atención demasiado rápido del Omega.
- ¿Que sucede corazón? ¿Porque lloras?. - El dálmata solo se agachó a la altura del menor, acariciando el cabello esponjado del bulldog. -
Marshall solo cargo al menor, el cuál solo se acurrucó en su pecho calmando su llanto.
El Omega solo caminó con los demás, llevándose una cara de impresión por parte de la pareja de mujeres.
- Aveces me preguntó cómo Marshall lo puede calmar demasiado fácil, a nosotras nos cuesta mucho. - Habló la husky, teniendo su mano en el vientre de la cockapoo. -
- Tal vez porque tiene un aroma algo maternal. - Hablo el labrador. - Aunque también es demasiado carismático con los cachorros, los ama demasiado. -
- ¿Ustedes creen eso?. - Hablo el dálmata, sentándose a lado de Liberty. -
- Claro que lo creemos, hasta parece que tienes una especie de encanto para los cachorros. - Hablo la perro salchicha. -
- Tampoco es para exagerar. - Sonrió. -
El cachorro solo tomo del cabello al dálmata, tocando sus pequeñas orejas, lo cuál no le molestó para nada al dálmata.
- ¿No te incómoda que te agarre tus orejitas Marshall? Es una zona demasiado sensible. - Hablo la cockapoo. -
- Para nada, no lo hace con malas intenciones, al contrario, solo quiere jugar este pequeñín. - Marshall solo sonrió. -
- ¿Y Chase? Debo de comentarle algo rápido. - Hablo el de raza mixta, llamando la atención de todos. -
- Está en la habitación, acaba de meterse a duchar, si quieres voy a ver qué se encuentra haciendo. - Hablo. - Tal vez ya salió, mejor acompáñame. - Hablo el dálmata con una linda sonrisa. -
El dálmata solo se levantó, teniendo al cachorro aún en sus brazos.
El de raza mixta solo se levantó junto a el y lo siguió, subiendo cada piso hasta llegar al último.
- ¿Ya puedo pasar amor?. - Hablo el dálmata, obteniendo una respuesta por el pastor alemán. - Ya pásale, yo iré a bajo con los demás para preparar algo. - Sonrió el dálmata hacia el de raza mixta. -
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