Regresar Del Agua

El Juego

-Muy bien, ¡entonces estas son las reglas!- Dijo emocionado el pelinegro mayor. - Quien mate 25 demonios o animales en el menor tiempo posible gana. Si ya terminaron, tienen que volver a la cabaña. ¿Se entendió?- Pregunto animado.

- ¿Y como vamos a saber si alguno hace trampa? De Giyuu me creo que haya matado a los 25, pero de ti...- Le dijo Urokodaki mirándolo. - Bueno no puedo decir mucho.- Termino de hablar bajando la mirada.

- Okey eso me ofende. Pero respondiendo a tu pregunta Urokodaki-sensei, el cuervo de Giyuu y el mio, Kanzaburo e Urame, van a estar vigilando que ninguno de nosotros haga trampa.- Le respondió Murata.

- Yo no creo que sea buena idea que Kanzaburo vigile, esta viejo y no ve bien. Creo que va a ser mejor que solo sea tu cuervo Murata.- Le dijo preocupado por su cuervo Giyuu.

- Esta bien entonces, que solo sea Urame.- Dijo despreocupado. - ¡QUE EMPIECE EL JUEGO!- Grito fuerte Murata.

En menos de lo que sopla el viento el trio de hombres salió disparado hacia la montaña, corriendo buscando algun objetivo que cazar.

- Llevo como 10 minutos buscando y no hay nada, Maldición. Seguro Urokodaki-sensei ya encontró algo.- Pensó estresando Giyuu.

Siguió corriendo hasta llegar a una parte de la montaña donde normalmente entrenaba de niño. Una pequeña laguna donde normalmente iban animales.

- Vaya, no recordaba lo lindo que era este lugar de noche.- Susurro Giyuu admirando la pequeña laguna.

Se quedo unos segundos mirándola hasta que escucho un ruido proveniente de algunos árboles cercanos.

Giyuu salto hacia un árbol cercano y se escondido entre las ramas y hojas esperando que lo que sea que haya echo se ruido se asomara por entremedio de los árboles.

De manera calmada salió un gran ciervo de entre los árboles dirigiéndose hacia la laguna para beber un poco de agua.

- Te tengo.- Dijo en en un audible tono Giyuu mientras miraba al ciervo de una manera igual a la que un depredador mira a su presa.

Giyuu salió de entre las hojas de manera veloz y le atravesó el cuello al pobre ciervo con su katana.

- Muy bien, tengo 1, ahora solo falta 24 más.- Pensó mentalmente Giyuu mirando al ciervo en el suelo.

- Okey, ¡esto se está volviendo aburrido!- Chilló Murata aburrido. - Ni siquiera hay un conejo por aquí cerca, así como voy no podré ganar.- Pensó molesto.

Iba caminando despacio por el bosque con su katana en mano, mientras intentaba captar algún ruido o olor

- Mmh, ni un solo conejo, sapo o serpiente se me a atravesando. ¿Qué mierda pasa?- Pensó Murata empezando a preocuparse por la repentina sensación de peligro.

-Mierda, ¿un demonio? ¿Será una luna? No, no creo si no Giyuu y Urokodaki-sensei ya lo habrían notado y estarían por aquí cerca.- Murata empezó a ver por todos lados buscando la fuente del peligro hasta que una rama quebrandose lo hizo voltear.

- Mierda...- Dijo en voz baja al escuchar la respiración y pisadas pesadas del muy probablemente animal mas grande del bosque.

-De todos los animales que me podían aver tocado me toca este- Se maldijo asi mismo el pelinegro.- que suerte tengo.- Dijo sarcástico.

Murata dio un salgo rápido hacia el frente para evitar el ataque de unas enormes garras.- Parece que tienes hambre amigo. Igual te digo que mi carne no es muy apetitosa que se diga, es agria y muy viscosa.- Le hablo al gran oso café que tenia delante.

El oso dio un gran rugido y se abalanzó sobre el pelinegro de manera rápida, que con un poco de dificultad lo esquivo.

- Ay, va a ser una larga pelea.- Suspiro estresando el pelinegro por su tan mala suerte.

Urokodaki iba de camino a su cabaña, ya había terminado de cazar a todos los animales y demonios que encontró. 21 animales y 4 demonios de rango bajo que ni arte demoníaca tenían.

Sabía perfectamente que iba a ganar pues conocía el bosque de memoria y sabía dónde encontrar a los animales pequeños y sus refugios.

- Mmhf, jaja.- Urokodaki se permitió reír durante un segundo. - Pobre de los otros 2. Murata no conoce el bosque para nada y muy probablemente se encuentre algún oso pardo. Giyuu lo conoce pero no creo que recuerde mucho, a lo más caza algún conejo o pájaro de por ahí.- Dijo hablando consigo mismo divertido.

-Bueno, mejor me pongo a cortar leña para esperar a los otros 2 que probablemente llegen muertos de frío, ya va a empezar la temporada de invierno así que hace más frío de lo normal.- Dijo mentalmente Urokodaki mientras dejaba el saco con los animales muertos dentro de la cabaña y salía afuera para cortar leña.