Tomioka Giyuu, el frío e inexpresivo Pilar del agua es mandado por ordenes de Oyakata-Sama a una misión muy lejos de Japón, Latinoamerica.
¿Qué pasará con ese Pilar frío e inexpresivo, que según su compañera de trabajo, Kocho Shinobu, Pilar del Ins...
Después de lo que pasó hubo un silencio incómodo, un ambiente tenso que se podía contar con un cuchillo.
-Entonces, ¿Como se llama caballero?- Pregunto el niño mirándolo.
- Tomioka Giyuu, un gusto.- Le respondió el pelinegro copiando el movimiento que había echo Dante cuando se conocieron.
- Entonces eres de Japón, se nota en el acento y por tu nombre.- Hablo divertido. - Mi nombre es Leon, el gusto es mio Morocho.- Le dijo.
- Gracias por la ayuda anteriormente. Pero me gustaría saber si sabes de algún lugar donde poder quedarme. - Le pregunto Giyuu al niño de cabello crespo.
- Pues como dije antes, el hotel más cercano está como a 20 cuadras, pero es vastante caro y la verdad no creo que tengas dinero suficiente para pagarlo. Menos si acabas de llegar.- Le informo.
- Oh, entiendo, entonces me retiro para buscar otro lugar donde quedarme, muchas gracias por la ayuda.- Dijo Giyuu mientras se disponía a caminar.
-¡Alto! Puedes quedarte en mi casa por esta noche.- Le ofreció.- esta a punto de anochecer y puede ser peligroso para ti, no sabe donde estás y puedes perderte.- Le dijo.
- Eso seria de mucha ayuda pero, ¿Tu familia no se enojaria? Digo, apenas me conoces y no creo que a tu familia le agrede que lleves a alguien sin avisar.- Le dijo el mayor.
- Naa, esta bien no te preocupes, yo me las arreglo con mi madre. Además le encanta tener visita en la casa por que les puede dar de comer, panza contenta, corazón contento.- Le dijo el menor.
- Entonces si no es molestia, acepto tu oferta.
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- ¡Vieja ya llege!- Grito el menor.- ¡Y traje a alguien conmigo!- Finalizó con una sonrisa burlona.
Al terminar de decir eso una mujer de aproximadamente 34 años salió con una cuchara de palo en la mano, con una expresion de disgusto.
- ¿Que te eh dicho de andarme trayendo gente a la casa sin preguntar mocoso? No ves que tengo suficiente contigo y con tu hermana, ambos flojos.- Le regaño.
- Si lo se, pero el caballero necesita donde quedarse y apenas acaba de llegar, no es de aquí.- Le informo.- Deja que se quede, ¿si, porfis?- Le dijo con cara de perrito abandonado.
- Me siento un poco viejo cuando me dices caballero, apenas y tengo 21...- Dijo desanimado Giyuu.
La mujer desvío la atención de su hijo y la puso en el pelinegro mayor.
-Okey, te puedes quedar pero primero tienes que responderme algunas preguntas. Si las respondes correctamente te quedas si no te echo a patadas de mi casa. ¿Entendiste?- Le pregunto seria la mujer.
- Si señora.- Le respondió de manera nerviosa y rápida.
- ¿Cuál es tu nombre? ¿Tu edad? ¿De donde vienes? ¿En que trabajas? ¿Con que me pagas por quedarte?- Las preguntas volaron.
- Mi nombre es Tomioka Giyuu, tengo 21 años, vengo de Japón, y trabajo de...- El pelinegro busco una excusa pero no se le venía nada a la mente.- Trabajo en..- Antes de responder el menor se le adelanto.
- Trabajo para la corporación esa rara de demonios, no ves su uniforme.- Le dijo el niño a su madre.
Giyuu lo miro desconcertado durante un momento y luego afirmó.- Si, soy cazador demonios señora. Y sobre el tema del pago, no tengo mucho dinero pero puedo ayudarla con lo que necesite.- Le respondió.
- Esta bien se queda, nos protege la casa.- Dijo para después darse la vuelta e irse por una puerta.
- En fin, bienvenido a mi casa morocho que la disfrutes.- Le dijo León antes de marcharse con su madre.
-Gracias...- Dijo en un susurro dando un suspiro cansado.
