O8 | ¿Su belleza podía ser tan irreal?

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You're on my mind all the time. You're on my mind all the time I wanna tell you but I'm I wanna tell you but I'm—Sanha cantaba y bailaba mientras acomodaba unos fideos instantáneos en una repisa.

Trabajar en la tienda por ahora había sido tranquilo, la llegada de chicas preguntando por Dongmin había disminuido desde el sábado. Al parecer la mayoría ya se había enterado de que el mayor estaba en el turno de la noche. Así que seguramente las ventas en la noche debieron aumentar.

Al rubio le había tocado caminar de regreso del colegio a la tienda solo, Dongmin se había ido a su trabajo y Myungjun se quedó con los chicos porque iban a hacer "cosas de chicos". Si habían invitado al menor, pero Sanha declinó la propuesta por su trabajo y porque estaba cansando de socializar con ellos. Para ser el primer día había socializado con tantas personas que se había cansado.

Absolutamente todos le agradaron, tenían un aura muy amigable que por un momento Sanha se sintió mucho mejor que en su antiguo colegio y se había olvidado de sus mejores amigos y lo mucho que los extrañaba. También se había olvidado el hecho por el que estaba ahí, habían sido las horas más tranquilas desde lo de Do.

El celular de Sanha comenzó a sonar y el nombre de su padre apareció en la pantalla, el rubio suspiró esperando que no fueran malas noticias y bajo un poco el volumen de la música

—Buenas tardes, papá.—Contestó mientras se metía al mostrador y se sentaba.

—Hola Sanhie.—La voz de Jae se escuchaba delicada desde el otro lado de la línea.—¿Cómo te fue en tu primer día? ¿Tienes nuevos amigos?

El pecho de Sanha se oprimió, la voz de su padre definitivamente se escuchaba como si hubiese estado llorando. El rubio suspiró tratando de calmar su respiración y no quebrarse también.

A pesar de que Jaehyun lo hubiese dejado "botado", Sanha amaba a su padre, solo quería hacer lo que él le decía y hacer sentir orgulloso, como siempre había sido hasta el día del accidente. Le dolía escucharlo así de destrozado también.

—Me fue bien, pa. Hice muchos amigos, de verdad. Son personas increíbles.

—Me alegra escuchar eso.—La voz de Jae se escuchó un poco más animada.—Prometo que no será por mucho tiempo, Sanhie... de todas formas.

La puerta de la tienda sonó y Dongmin entró por ella, sonrió al ver a Sanha y el rubio le regresó la sonrisa.

—Papá, llegó mi jefe, hablamos más tarde ¿si?

—¿Tu jefe?—Dongmin lo miró indignado y Sanha sonrió.

Jaehyun se despidió de Sanha prometiendo que llamaría más tarde, el rubio sabía que su padre no cumpliría su promesa, estaba seguro de que casi no le gustaba escuchar su voz porque le iba a recordar a Do.

—Es mi jefe, hyung.—Sanha se puso de pie y sonrió mirando al pelinegro.—Usted es el que manda aquí ¿no?

—Que el verdadero jefe no te escuche decir eso.—Dongmin se rio y comenzó a caminar hacia la parte trasera de la tienda.

—¿No se iba a su otro trabajo, hyung?—Gritó Sanha para que el mayor lo escuchará hasta atrás.

Sanha observó la espalda de Dongmin y suspiró, el mayor no le respondió a su pregunta. El rubio subió el volumen de la música, está vez sonaba Darl+ing de Seventeen.

You know without you, I'm so lonely When you're not here, 911 calling Into your heat again I'm diving.—Sanha comenzó a cantar de nuevo mientras observaba la pantalla de las cámaras de seguridad tratando de mirar por donde se había ido el mayor.

Mala suerte, suéltame por favor↪EunSanWhere stories live. Discover now