Mañana

Mañana, Capítulo 2.

Mañana.

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Capítulo 2: Pasado.

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Espero que hayan disfrutado su fiesta, y espero que en este año logren sus propósitos y metas, les deseo un muy feliz inició de año.

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Yor Briar veía con una enorme sonrisa en sus labios jugar a su pequeña hija. Las dos habían llegado a un parque en lo que esperaban a Yuri, el hermano menor de Yor y tío de Anya. Twilight estaba parado a su lado, aunque él no veía a la pequeña niña que jugaba, si no a su madre, la hermosa Yor.

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Cuando alguien comete el pecado imperdonable como su castigo será ir al infierno, cumplir su castigo y volver a tener derecho a la reencarnación... pero los lazos que formó en su vida pasada se rompen, jamás se volverá a ver a la persona a quién más amó en su vida pasada. Pero, se le da la oportunidad de que generé nuevos vínculos. Aunque... una alma que ha cometido un pecado imperdonable, es probable que lo vuelva a cometer una segunda vez.

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—¿Te hice esperar mucho hermana?, —dijo un hombre.

—No, para nada Yuri, —dijo Yor al regalarle una sonrisa.

Yuri Briar, tenía veinte años, era el hermano menor de Yor. Yuri era un chico alto como Twilight, tenía el cabello negro como Yor al igual que los ojos rojos. Él se había convertido en un importante solado de guerra, aunque en esa ocasión se había hecho tiempo para poder ir con su hermana mayor. El hombre de cabello rubio miró como los hilos de la muñeca de Yor estaba conectados a los de ese sujeto, mientras que otro hilo estaba conectado a la muñeca de su pequeña hija.

—La chihuahua ha crecido demasiado rápido, —dijo Yuri al mirar a su sobrina en los columpios.

—Lo sé, parece que fue ayer cuando aún era una bebé, —dijo Yor al sonreír y saludar a lo lejos a su hija.

Twilight miró su reloj, dándose cuenta de que quedaba una hora y media antes de su muerte.

—Debió de ser muy duro para ti hermana, —dijo Yuri al bajar su mirada, —ser madre soltera debió de ser muy duro.

—Mmm, —susurró Yor al llevar una mano a su barbilla y mirar hacía el cielo, —cuando supe que estaba embarazada quería morir... pero una vez que tuve a Anya conmigo supe que fue la mejor decisión que pude haber tomado.

—Lo siento mucho hermana... si yo hubiese... —dijo Yuri, pero fue interrumpido por Yor.

—El hubiese no existe... pero Anya si existe, —dijo Yor al cerrar sus ojos, —tenía miedo no ser una buena madre, ya que nuestros padres murieron por culpa de la guerra, así que... al ver que Anya ha llegado hasta ahora quiere decir que lo soy.

—Hermana...

El hombre de ojos azules miró por unos segundos a la pequeña Briar correr por todos lados en el parque. En ese momento toda la urbanización que se había logrado desapareció, dejando únicamente un enorme terreno, y a su lado no vio a Yor Briar junto a su hermano menor Yuri. Si no a una hermosa mujer de peinado extravagante, un vestido en color rojo mientras que en su mano llevaba un abanico, la mujer al verlo le regaló una sonrisa enorme. A su lado estaba Yor Forger, la mujer que tanto odiaba... pero a su vez la mujer a quién más ama.