2 Llanto de traición

5 3 0
                                    

Me encuentro tumbada en el suelo dentro de mi nueva celda, aunque no podía dormir después de todo. No estaba donde yo pensé que estaría... No estoy en casa, ni tampoco estoy a salvo.

Al final, terminó durmiendo con miedo, sintiendo que mi cuerpo temblaba de manera desesperada.

Y mi sueño fue la cereza del pastel.

Abrí los ojos, al hacerlo me di cuenta de que estaba en la casa de mis primas. Estaba soñando con que era libre de esa jaula, pero no de la manera que me esperaba... Era de noche y estaba sentada en uno de los sofás de la sala de estar.

-¡Maya! Escuché a pocos metros de mi. Era Velum con esa sonrisa. -Oye... ¿Estas bien?

-Oh... Velum. Si, estoy bien. Dije poniendo una sonrisa aunque no fuera cierta.

El se sentó al lado mia y nos miramos sin decir nada por unos segundos, no sabría decir si ese silencio me incómodo o me hizo sentir tranquilidad. Después de un rato, decido romper el silencio con una pregunta, era solo un sueño, podría preguntarle cualquier cosa.

-¿Puedo preguntarte algo? Dije mirando el suelo.

-Dime. Respondió el mirando hacía mi dirección.

Giro la cabeza y le miro directamente a los ojos. Sabía que era lo que quería preguntarle. En ese momento, empecé a sentir aquello que me confundía tanto cuando le miraba, sentía que mi corazón estallaría en cualquier momento.

-Velum, cuando me miras a los ojos así. ¿Que es lo que sientes? Le pregunté clavándole mi mirada en la suya.

Velum se quedó mirándome sin decir nada, después juntó su cabeza con la mia, puso una de sus manos en mi pecho y sentí como su corazón estaba a punto de tener un paro cardíaco. Le miro sorprendida, el emite una pequeña carcajada y me mira.

-Esto es lo que siento. Es lo que solo tu me haces sentir. Dijo el mientras me acariciaba mi pelo suelto por primera vez en mucho tiempo y despeinado.

Inevitablemente mi vista se posa por un momento en sus labios. Yo... No se si sería malo hacer esto, estoy soñando, nada de esto es real, lo se, pero ya que es un sueño ¿Porque no?

Suspiro intentando sacar todos mis nervios pero es inútil, obviamente sigo nerviosa, pero decido no pensarmelo más. Pongo una mano en su hombro y otra por detrás de su cabeza, me acerco a el mientras veo que sonríe. Entiendo que el también quiere así que no espero más, uno mis labios con los de el y me dejo llevar por lo que siento. No se cuanto tiempo a pasado desde que empezamos a besarnos, pero lo que sí se es que no quiero parar nunca.

Todo era tan bonito... Tan bonito para ser real o ser el sueño perfecto.

De repente todo se oscureció, parecía que había caído al abismo de un momento para el otro para ver como empieza la pesadilla.

A lo lejos escuché unas voces, parecían discutir.

-¿Como has podido? Eran mis amigos, no puedes acapararlos de esa manera nada más conocerlos y que creas que no voy a ponerme así.

-Solo quiero demostrarte desde el primer momento de que soy capaz.

-¡Eres horrible!

-Si ya piensas así de mi no quiero imaginarme como me verás cuando te enseñe todo lo que tengo para ti.

Después de esas palabras se escuchó un ruido sordo y acto seguido, apreció un cuerpo desangrandose en el suelo y una persona encapuchada llena de sangre.

-¿Lo ves Maya? Esa estúpida se atrevió a acusarme de robar a sus amigos, algo muy infantil.

Abrí los ojos muy sorprendida. ¿Como sabía mi nombre?

-¿Y por eso has hecho esto? Le pregunté con el ceño fruncido y prefiriendo no preguntarle como sabe quién soy.

-No. Tenía una cuenta pendiente más importante que esa, y gracias a ti he conseguido hacer justicia.

-¿Justicia? ¿Para ti esto es justicia? Le pregunté enfadada. -¿Asesinar a alguien es hacer justicia?

La persona encapuchada empezó a reirse de manera tenebrosa y después me miró como si ella fuera un gigante y yo una hormiga.

-Yo no soy una persona que quiera acudir a la policía pequeña ingenua.

Después de decir eso se acercó a mi, vi como un cuchillo salía de su mano, mi corazón se paró cuando lo vi y me quedé petrificada cuando me colocó el cuchillo en el cuello.

-Y tu vas a guardarme este secreto por tu propio bien. No querrás que le haga algo a Celina ¿Verdad?

-N-No, no le hagas nada. Dije a duras penas.

La persona que tenía delante de mí me miró con odio, era obvio que no me creía ya que empezó a ahorcarme. Intenté zafarme del agarre pero era inútil, solo perdía fuerzas y la respiración, a llegado a un punto en el que creo que en cualquier momento me caeré. Mis ojos empezaron a cerrarse, sentí que me soltó al verme en ese estado pero lo que no me esperaba era que iba a ser defendida por alguien. Escuché la voz de Velum llamándome.

-¡Maya! ¡Respondeme! Escuchaba que el decía pero yo no podía hablar ni ver, solo escuchar.

Sentí la mano de Velum sobre la mia, su cabeza pegada a la mia y sus lágrimas en mi cara, quería responder, quería escapar con el. Pero no podía. Lo último que escuché fue el sonido de sus labios besando los mios como despedida.

Abrí los ojos. Estaba en la celda, todo fue un sueño que me pareció tan real que aún puedo sentir el dolor en mi cuello, los labios de Velum y el cuchillo rozando mi piel.

Todo esto tiene que significar algo pero quiero salir de aquí antes, el tiempo se me acaba, necesito salir antes de la ejecución. Necesito entender porque estoy aquí aunque esa persona dijo que gracias a mi pudo hacer justicia. ¿Eso quiere decir que soy cómplice de ese asesinato? ¿Quien era esa persona? Creo que tiene que ver con Celina, dijo que no me gustaría que el dañara a Celina.

-Bueno Maya. Lo primero es salir de aquí y luego pensar. Dije en un susurro y me centré en mi objetivo de salir de aquí.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 04 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Grandes MentirasWhere stories live. Discover now