𝐅𝐋𝐀𝐒𝐇𝐈𝐍𝐆 𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓𝐒 [𝗅𝖾𝗐𝗂𝗌 𝗁𝖺𝗆𝗂𝗅𝗍𝗈𝗇]

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SEÑOR Y SEÑORA MERCEDES

Este martes, Tommy Hilfiger organizó una cena con representantes y directivos de la marca en Los Ángeles, con la presencia de celebridades ilustres como Gigi Hadid y Tom Holland, pero debemos resaltar que el verdadero foco de la noche fueron la pareja del momento, Lewis Hamilton y su amuleto de la suerte, Emilia Wolff.

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Los dos posaron para fotos uno al lado del otro, tomados de la mano y sonriendo, luciendo claramente enamorados.

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Después del evento, la pareja fue vista saliendo del lugar para una fiesta posterior, acompañada por la modelo y viejo amigo del piloto, Daniel Spinz.

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El regreso es oficial para todos los que aún tenían dudas.

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Lewis incluso ha hecho un post en sus redes sociales, agradeciendo a los organizadores del evento y un fan comentó sobre Emilia, en tono de broma:

user01 Is ur girl single? haha
[¿tu chica está soltera?]

A lo que el piloto respondió:

lewishamilton no 🤨 (i'm so lucky)
[no 🤨 (tengo mucha suerte)]

THE SUN

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Mis dedos giraron alrededor del vaso de tequila que descansaba sobre la barra del bar. Después de cenar con los ejecutivos, decidimos ir todos juntos a una discoteca para disfrutar el resto de la noche. Gigi se estaba divirtiendo mucho escuchando Kiss Me Thru The Phone, haciendo gestos y sincronizando los labios con la letra.

Lewis tenía una mano posesiva alrededor de mi cuerpo, apoyándola peligrosamente en la parte baja de mi vientre y manteniendo mi espalda contra su pecho, su escasa barba de vez en cuando picaba mi cuello desnudo mientras que en el camino dejaba un beso en mi hombro.

Spinz no me dejó sola durante toda la cena, me contó novedades sobre el trabajo, el cual su nuevo proyecto me pareció extraordinario. La cena con los coordinadores estuvo genial, nos presentaron una nueva colección, Hamilton consiguió una pieza exclusiva para el próximo fin de semana y no perdí la oportunidad de hacer una broma sobre su show personal en el paddock.

—¡Chicos, no me dejen tocar más el tequila!—. Advirtió Gigi, acercándose hacia nosotros mareada.

Me reí nasalmente mirándola apoyar los codos en el mostrador y sostener su rostro entre sus manos.

—¡No no no! Me da vueltas la cabeza—. Murmuró de forma divertida.

Lewis giró su rostro analizando a la rubia un poco preocupado.

—Si quieres te podemos dejar en casa—, sugirió.

La mujer se quedó quieta durante unos segundos, como si procesara la pregunta, y luego volvió su rostro hacia nosotros dos de manera pícara.

—Te mueres por deshacerte de Spinz y de mí, ¿no?—. Por un lado era verdad.

No es que Gigi no fuera buena compañía, pero las cosas que Lewis me susurró al oído toda la noche me dejaron con ciertos pequeños problemas, de esos que sólo él podía resolver. Por supuesto que era una noche agradable, pero no podía esperar a que subiéramos las escaleras de casa, tropezando durante el beso, tratando de no arrancarnos la ropa antes de llegar al dormitorio.