capitulo 6

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Las gotas de lluvia eran ligeras daban una sensación nostálgica y serenidad a muchas personas.

Takemichi se encontraba tomando la última clase del día su mirada estaba perdida viendo la ventana como si ello le ayudará a despejar su mente paso toda la semana pensando que le diría al alfa.

Hanma le avía avisado que su jefe pasaría a recogerlo hoy a la universidad, esto le lleno de nervios y emoción por volver a verlo se sentía mal por sus amigos pero no podía evitarlo, paso un buen rato escogiendo un buen conjunto la noche anterior pero la lluvia estropeó su plan así que en la mañana tuvo que buscar un nuevo conjunto optó por un abrigo largo color crema una camisa de cuello alto blanca pantalones negros y zapatos del mismo color.

El timbre sonó avisando el fin de clases salió del salón rumbo a la entrada su vista recorrió todo el lugar buscando a el alfa pero no lo vio.
Estaba apunto de irse cuando unas manos se posicionaron en su cintura atrayendolo a un cuerpo ajeno para su mala suerte no era quien esperaba no más bien un alfa despreciable a sus ojos

-mmmm que hace mi bonito omega

- me das asco aléjate de mi cuántas veces debo decírtelo - intento apartarse pero el alfa lo apreto más

- esa no es manera de hablarle a tu alfa estupido omega - su voz y oler le resultaban repulsivos al omega

- ja preferiría morir que estar contigo - una sonrisa burluna se dibujo en su rostro

- eres un hijo de - levantó su mano apunto de golpear al omega quien por instinto retrocedió cubrió su rostro y espero un golpe que nunca llegó en su lugar percibió aquel olor que tanto le gustaba limón y canela - tu quién mierda te cr- su frase se vio interrumpida por un fuerte puñetazo en el rostro que lo hizo impactarse contra el suelo

- quien te dio permiso de tocar a mi omega - comenzó a golpear al otro alfa al punto de deformar su rostro la gente alrededor solo miraba nadie quería involucrarse las feromonas que desprendía el albino eran demasiado aterradoras, la sangre del alfa comenzó a teñir sus puños y salpicar su rostro no parecía estar en sus cinco sentidos y querer detenerse hasta que una voz lo hizo entrar en razón

- detente porfavor ya para - el omega le gritó asustado no por la escena ante sus ojos si no por las posibles consecuencias que le traería al albino - te lo suplico detente - una lágrima recorrió su mejilla y esto hizo que el alfa corriera hacia el abrazándolo protectora mente - sácame de aquí si - pidió mientras se aferraba a el pecho del alfa

Sin importar el cuerpo inconsciente en el suelo el alfa cargo al omega hasta el estacionamiento con mucho cuidado lo acomodo en el asiento del copiloto para después subir el y comenzar a conducir.

Estacionó la camioneta frente a un pequeño parque la lluvia y los pequeños gimoteos del omega eran el único sonido que resonaba en el interior del auto.

La feromonas del alfa aún desprendía un olor a enojo el omega comenzó a tranquilizarse y sin darse cuenta empezo a soltar feromonas que lograron relajar al alfa.

Unos minutos después el interior de la camioneta estáva inundado del olor de ambos creando un mescla acogedora.

Takemichi observó discretamente al alfa recorriendo todo, su perfil estaba bien definido su piel era clara tenía un cuerpo bien definido podía verlo claramente pues la ropa que llevaba marcaba muy bien cada músculo lo que más llamo su atención fueron sus ojos eran negros he intimidantes, su rostro a un seguía manchado de sangre al igual que sus nudillos esa apariencia le daba un toque aterrador y atrayente, sin pensar mucho tomo el pañuelo que siempre traía consigo y comenzó a limpiar la sangre en sus manos esto atrajo la atención del alfa quien miro cada acción del omega detenidamente

- gracias por detenerte- aquellas palabras confundieron al alfa y la mueca que hizo provocó una leve risa por parte del omega - me refiero a aquel chico que me estaba molestando, me preocupaba el hecho de que pudiera aparecer la policía -

Termino de limpiar las manos del alfa ya solo faltaba su rostro con algo de timidez colocó su mano en la mejilla y comenzó a eliminar los últimos rastros de sangre.

- puedes quedarte conmigo - esa sencilla frase lleno de alegría al omega quien comenzó a llorar nuevamente el alfa entro en pánico por verlo llorar y simplemente lo abrazo

- q-quiero quedarme contigo pero - hizo una pequeña pausa antes de continuar - tengo miedo - un sentimiento de tristeza lo inundó sabía que ese sentimiento no era suyo - no es por ti me da miedo que alguna vez te suceda algo grave también temo por mis amigos ellos son mi única familia supongo que ya lo sabes, puedo pedirte algo - esto lo confundió un poco pero al final el alfa solo asintió - prométeme que que tú y mi familia están bien es lo único que necesito - con cuidado se separó del alfa para poder verlo mejor

- te prometo que tus amigos estarán bien - pauso viendo el rostro de alivio del omega seguido de uno preocupado, le encantaba como ese pequeño ser pudiera tener tantos cambios en un solo segundo - en cuanto a mi me aseguraré de estar bien para poder protegerte el resto de mi vida te parece bien - nuevas lágrimas comenzaron a brotar de los ojos del omega mientras asentía con su cabeza causando una pequeña sonrisa en el alfa - te han dicho que eres muy llorón -atrajo el pequeño estrechandolo contra el suyo - me alegra que aceptaras por qué si no lo hacías tenía planeado secuestarte - recibió un suave golpe en el pecho

- eres un tonto - se separó del alfa debido a la incómoda posición en la que estaba - mira la lluvia se ha detenido, quieres salir a caminar un poco - dijo apuntando hacia afuera

Ambos salieron de la camioneta rumbo al pequeño parque iban agarrados de la mano en un silencio bastante agradable llegaron hasta el área de juegos debido a la reciente lluvia no habia niños.

El aire era frío pero muy agradable mikey hizo que takemichi se sentara en una una pequeña banca techada, se colocó en cuclillas frente al omega pidiéndole formalmente que este fuera su omega, takemichi solo le dio un beso sintiendo que no eran necesarias las palabras.

Tal vez su encuentro no había sido como en un cuento de hadas y lo que les esperara después tampoco lo sería pero el omega ya lo había decidido desde el momento en que pidió ver al alfa.

Entendió por completo lo que dicen acerca de encontrar a tu destinado, esa sensación de sincronía y comodidad, el simple hecho de estar juntos era tan lindo tal vez su destino era ser engañado para poder conocer a ese compañero de vida si ese era su destino lo acepta como el bien más preciado.





















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