𝑴𝑰𝑺 𝑯𝑬𝑹𝑴𝑨𝑵𝑶𝑺 [𝑯𝑨𝑵𝑻𝑬𝑵𝑮𝑼]

cap 24

[Narra la escritora]

Mirabas  a tu tío,querías gritar por la fuerza de los pellizcos de sekido, tus primos habían ganado el lugar  a lado de aizetsu,te dolía mucho pero ni peda ibas a abrazar a tu tío

Pues este para ser sincera lo recordabas menos horrible ahora parecía pesar cinco veces más gordo que antes,tenía una papada que ahora que lo notabas estaba sudada a lo cual no ser por el pellizco posiblemente hubieras dado una arcada.

No hablabas, solo querías quitar la mano de sekido,intentaste tu también lastimarlo en el muslo pero no te dejaba,el dolor era insoportable,ahora que lo pensabas,que casualidad que el único asiento libre para ti estaba  alado de sekido.

—<<genial,primero me ponen asquerosa por la puta envidia de mi madre,me dan una deliciosa cogida y ahora me pasa esto>> —pensabas adolorida.

En eso de tu sufrimiento tu tío llamo tu atención

—Sabes que sobrinita yo voy a abrazarte.

Se levantaba de su silla a ti y cerraste los ojos con fuerza,aun que en eso viste un tenedor enfrente de ti,lo agarraste y empezaste a picarle la mano a sekido, a el no querías hacerle lo mismo que le hiciste a karaku hace unos años

Esto lo noto karaku alzando la mirada dando una risa burlándose bajo al ver tu situación,te rendiste tu tío enrollaria sus brazos en ti...

—Tío tenga cuidado—aviso karaku—esta cabrona entierra tenedores,no vaya a ser que se ponga agresiva otra vez.

Esto hizo que tu tío diera una carcajada y se apartará de ti,lo que aprovechaste para picar a sekido en el muslo obligando a que te soltara tu muslo

—Tampoco seas tan duro con tu hermanita —hablo tu tío ya sentado—. a de ser por la adolescencia o esos cambios absurdos en las mujeres.

—De seguro la maldición se la pobre Sumiko ya hasta se ve más rellenita   —agregó tu tía— y por cierto mijita ¿qué onda con ese mechón blanco?

Sonreíste forzadamente, esto dependía de el viaje  a la playa,en esta primavera los días están ardientes y nada mejor que estar en la playa,aún que conociendolos no te llevarían así que un contestación disimulada no hace daño a nadie (como quiera harían lo que quisieran)

—No se tía,me gusta mi mechón —contestaste— por cierto tía,como que usted también se ve más rellenita, ya mi abuela dijo que le baje a los tamales

Tus hermanos ya sabían que la ida  ala playa se había ido a la mierda,tus primos hacían esfuerzo por no reírse y parecer serios

—Si —tu tía sonrió— ¿y el novio sobrina?

—Bañándose en mi cuarto y arreglandose —respondiste con una sonrisa—.

Eso dejó a todos sin palabras sin embargo había cierta persona que unía los hilos de lo que había pasado hace una hora