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Un sonido de una puerta siendo azotada provocó un gran eco en la habitación de Jennie quien debido a ello despertó de golpe y con el cuerpo tembloroso.

Después de unos segundos tomo conciencia, un dolor terrible se presentó tanto en su cadera baja como en sus ojos y cabeza, más al momento de recordar la noche anterior lo cual le erizo la piel.

Con la poca fuerza que tenía y de manera dolorosa se logró levantar de su cama por completo enredado aún en su sabana, una vez pudo moverse tomó unas prendas limpias para seguido entrar a tomar una ducha, agradecía tener un baño dentro de su habitación y no tener que salir en paños menores.

La chica castaña rojiza dejaba que el agua saliente de la regadera cayera en su rostro como si de lluvia se tratase, sus ojos estaban cerrados presentando en su mente las amenazas así como la mirada atemorizante de Lisa, esto provoco que la coreana se fuera inclinando hasta quedar abrazada a sus piernas, volviendo a retomar aquel llanto silencioso.

Una vez termino de ducharse, tranquilizarse y cambiarse, salió del baño dejando tirada a un lado la sabana, estando dicho trapo en el suelo notó que tenía unas manchas carmesí, lo cual le hizo pensar que de milagro siguiera viva pues se había desangrado, pero no se mortifico tanto, solo tomó aquella junto con las prendas que la tailandesa le había arrancado haciéndola todas una bola y encerrándola en el closet para después tirarlas o quemarlas.

La coreana se quedó acostada boca arriba aun sintiendo punzadas en la cadera, se preguntaba si ya estarían sus dos amigos en casa pues temía salir y encontrarse con la rubia avellana.

Decidió quedarse un rato más encerrada en su habitación, sus ojos ardían e incluso se le notaba que no había dormido bien y estaban rojos e hinchados.

Se dieron las diez de la mañana, Jisoo y Rosé recién llegaban a su casa, entraron directo a la sala viendo las cosas en orden tal y como estaba cuando ellos se fueron, eso tranquilizo a ambas pero no ver a ninguna de sudadera roja o azul era algo que les hacía seguir un poco inquietas.

Al entrar a la cocina ambas miraron a una chica de flequillo a punto de levantarse de la mesa llevando en sus manos un plato, eso indicaba que la tailandesa había desayunado o quizás almorzado.

-Hey chicas, ¿cómo les fue con la abuela?

-Bien, la abuela de rosé es un encanto.

-Sí, comimos tan sabroso como no tienes idea, mi abuela tiene un buen sazón.

-Vaya, entonces se la pasaron bien.

-Así es, veo que ustedes también, digo, por lo menos las cosas siguen en su lugar, prueba de que no discutieron, ¿verdad?

-Sorprendente, ¿eh rosie?

-Sí que lo es. Bueno, yo voy a mi habitación.

La de sudadera verde observaba con cuidado a la de sudadera roja pues había algo extraño en ella pero no encontraba qué era

-¿Sucede algo jisoo?

-No, nada. ¿Dónde está Jennie?

-Parece que no se ha despertado, llevo rato aquí y no ha bajado Como sea, saldré a caminar un rato.

Dicho esto, la tailandesa salió de la casa ante la mirada preocupada de la castaña, le parecía extraño que a esa hora su amiga de sudadera azul no estuviera despierto, pensaba lo peor, quizás en algo homicida, pero lo esfumaba pues creía que su amiga de flequillo no haría algo tan extremo.

Negó con la cabeza cuando su perro de nombre "dalgom" se acercó a sus pies acariciándose en su tenis, la coreana comprendió yéndose por el tazón de su mascota, sirviéndole un poco de comida especial, de ahí se siguió con otras labores que tenía en su casa.

Se hizo la una de la tarde, Jisoo acabó con su quehacer y jennie aun no salía de su cuarto. "¿seguirá dormida?", se preguntaba la castaña, preocupada subió hasta quedar frente a la habitación de la castaña rojiza, estaba por tocar la puerta de madera pero fue interrumpida al ser abierta por la coreana quien tenía su mano derecha cubriendo su cuello.

Ésta se tensó al ver a alguien frente a su puerta, creyó que sería otra persona, soltó un pesado suspiro y se relajó al notar que era Jisoo.

-¿Estás bien? Ya es la una de la tarde y no has bajado a desayunar- la de sudadera verde noto que Jennie no soltaba su garganta y tenía ojeras -¿Qué te paso?

Los ojos de la de sudadera azul se abrieron como platos al escuchar esa pregunta.

-¿Q-qué?

Trago saliva empezando a ponerse nerviosa deseando que su amiga no le fuese a pedir que le mostrara su garganta o vería las marcas.

-¿Qué pasa con tu garganta? ¿Te duele?

-Ah... Sí, creo que me dará tos o algo. No es tan importante.

Le dedico una sonrisa a la castaña lo cual hizo que dudara pero se tranquilizó un poco.

Ambas estaban en la cocina, Jennie sentada jugando con un tenedor la ensalada que Jisoo le había servido junto a un filete de pescado, no dejaba de tapar las huellas con su mano.

"Aquí está tu platillo favorito. Disfrútalo" fue lo que dijo la
castaña cuando le entrego el plato de comida a su amiga. "Quizás ya no lo sea" pensó al ver que el filete estaba intacto y solo se había comido unos tomatitos.

-Casi no has tocado tu comida Jennie- la de verde hablo sacando de su trance al mencionado -¿Es por tu dolor de garganta? Sabes, también te vez muy pálida. Tal vez debas ir al hos...

La de sudadera azul nerviosa le interrumpió respondiendo rápidamente con un "Estoy bien" empezando a pellizcar el filete, la castaña se extrañó por el repentino cambio de su amiga jennie, sin más que decir se retiró con la excusa de que iría por un six de pepsi en lata.

Después de comer menos de la mitad del filete se levantó, aprovechando que dalgom estaba cerca le dio el resto que había dejado, lavo el traste y el cubierto que utilizo para seguido subir a su habitación, no sabía que su amiga en realidad seguía ahí, dándose cuenta que no comió bien, suspiro y salió de la casa directo a la tienda, algo retirada.

Pesadilla. (Linnie G¡P) Where stories live. Discover now