1| La colina mestiza.

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La brisa anunciaba el inicio del verano y con ella la llegada de los campistas. Clío Carpenter dejaba unas flores frescas en la entrada de la cabaña siete, quería darle la bienvenida a sus hermanas y hermanos.

Ella era la única hija de Apolo que se quedaba más allá del verano, era solitario pero ahora ya no importaba. En un par de horas una docena de chiquillos estarían rodeándola en la mesa a la hora de la cena y después antes de apagar las luces les contaría la historia de Perseo y medusa.

-¡Clío!-. La chica se giró al escuchar su nombre, era Clarisse, hija de Ares y una gran amiga. Su corazón se derritió un poco cuando vió que Clarisse aún cargaba sus pertenencias y había decidido venir a saludarla primero.

-¡Me alegro muchísimo de verte!-. Le dió un abrazo. Clarisse la miró unos segundos -Haz crecido y tienes más pecas-.

Clío agachó la cabeza un poco, su altura estaba bien. Era un poco más alta que las chicas promedio de doce años pero sus pecas, las odiaba.

Su cara estaba bañada en pequeños puntillos de color dorado, la primera vez que las notó creyó que habían sido obra de algún hijo de Hermes que le jugaba una broma. Parecían pintura.

Cuando Quirón la vió, le explicó lo que sucedía. Era otra de las bendiciones de su padre. Aún no sabía para que le servirían sus pecas que no hacían mas que crecer por toda su cara.

-Déjame ayudarte con tus cosas-. Se ofreció Clío. Pero entonces antes de que cualquiera pudiera moverse escucharon la caracola.

Eso sólo significaba una cosa: nuevos mestizos. Ambas corrieron hacía la colina.

Entretanto, Clarisse tomó una espada del arsenal y Clío se tocó dos veces uno de sus pendientes. Rápidamente se convirtió en un arco y carcaj.

Cuando llegaron se sorprendieron de ver a un chico, no podía tener más de trece años. Llevaba a Grover Underwood, uno de los sátiros del campamento y a otra niña pequeña.

Todos se encontraban lastimados pero lo que a Clío más le sorprendió fueron las lágrimas en sus ojos.

-¡Clío, ayudalos!-.Le indicó Quirón.

Se acercó primero a Grover -Ellos primero, yo estoy bien-.

La chica se acercó cautelosa, la pequeña niña abrazaba fuertemente al chico y no parecía querer alejarse de él.

-Puedo ayudarlos-. Les dijo extendiendo su mano. El chico la miró desconfiando unos segundos antes de tomarla.

-Vamos a la enfermería-.

-Soy Clío-. Se presentó -Hija de Apolo-. Tomó un poco de ambrosia y se acercó a la pequeña niña -¿Cuál es tu nombre?-. Le preguntó mientras le ofrecía la ambrosia.

-Annabeth Chase-. Respondió en un susurro. Ya no parecía asustada, la miraba como si tratara de analizarla, como si estuviera formando un plan.

Clío ya tenía sus sospechas sobre su padre divino.

-Es un gusto, Annabeth Chase-. Le vendó su tobillo lastimado. Se giró esperando que el chico le dijera su nombre.

-Luke-. Se presentó simplemente.

-Fueron muy valientes y fuertes para llegar hasta aquí solos-.

Los ojos de Annabeth se llenaron de agua pero antes de que pudieran hablar Quirón llegó por ambos para llevarlos a la casa grande.

Durante la cena se enteró que había otra mestiza. Thalia, muy poderosa que murió en la colina. Se sacrificó por sus amigos.

Su historia conmovió a Clío y en silencio prometió que algún día la contaría, junto a aquellas grandes aventuras épicas.

(...)

Los nuevos mestizos fueron reclamados unas semanas después.

Annabeth, hija de Atenea y Luke, hijo de Hermes.

Clío no hablaba mucho con ellos. Algunas veces estudiaba griego con Annabeth pero Luke se limitaba a entrenar con su espada y nada más.

Hasta que un día lo vió al fondo del anfiteatro, justo a la hora que Clío impartía su clase sobre los mitos griegos.

-Hola-. Le dijo el chico cuando la clase había terminado.

Ella le sonrió -Hola-.

-Eres muy buena con eso de contar historias-.

Clío soltó una risa -Quirón dice que es por mi nombre, ya sabes Clío es la musa de la historia-.

Luke se rascó la nuca un poco nervioso -Yo sólo quería agradecerte por ayudarnos cuando llegamos-.

-Somos mestizos, todos somos familia-. Le contestó simplemente.

-Luke-. Lo llamó cuando el chico comenzó a alejarse -Todo se volverá mas fácil con el tiempo-. Prometió.

Él se limitó a sonreir un poco -Gracias Clío... Por cierto, me gustan tus pecas-.

Ese fue el inicio de todo.

N/A

Originalmente en los libros Luke tiene catorce cuando llega al campamento por primera vez. En esta historia Luke llega al campamento con Doce años, misma edad que Clío. Annabeth se mantiene con la edad original de siete.

Por lo tanto, para los acontecimientos del ladrón del rayo. Luke y Clío tendrán diecisiete y Annabeth y Percy Doce años.

Gracias :)

Daughter Of The Sun (Luke Castellan)✓Where stories live. Discover now