Daughter Of The Sun (Luke Castellan)✓

37| El laberinto.

Clío's POV;

La audiencia de Grover no terminó como hubieramos esperado. El sátiro había escuchado la voz de Pan el invierno pasado y desde entonces no había dejado de buscarlo.

Lamentablemente no había tenido éxito y el consejo se estaba cansando de ello.

Le habían dado una semana para regresar con noticias positivas sobre el Dios de la naturaleza y el pronóstico no parecía favorable.

Mi hermano estaba más confundido que nunca, primero por conocer a Enebro, la novia de Grover y después por todas las nuevas noticias que había en el campamento.

Como por ejemplo que ahora Annabeth y Clarisse parecían llevarse mejor que nunca. Percy aún no sabía que ambas habían estado trabajando en descubrir más sobre el laberinto de Dédalo, sólo era cuestión de tiempo para que Annabeth se lo contase.

Grover se veía muy desanimado cuando se acercó a nosotros -Hola, Percy-. Saludó a mi hermano. Ni siquiera tenía el ánimo suficiente para chocar los cinco.

-¡Esas viejas cabras!-. Se quejó Enebro -Todos saben cuanto te has esforzado en tú búsqueda-.

-Aún hay una alternativa-. Le sugirió Clarisse, hablaba del laberinto.

-¡No!-. Chilló Enebro -No puedes entrar ahí, Grover. No te lo permitiré-.

La cara de Grover se puso pálida -Tengo que pensarlo... Ni siquiera sabemos por donde buscar-.

-¿De qué estan hablando?-. Preguntó Percy confundido.

Antes de que cualquiera pudiera responder la caracola sonó a lo lejos.

-Te lo explicaré después-. Le prometió Annabeth -ahora debemos ir a la inspección-.

Pude ver a algunos de mis hermanos afuera de la cabaña, colocando flores y tratando de que el lugar se viera lo mejor posible.

-¡Clío!-. Gritó Will mientras corría a darme un abrazo. Hacía un año que no lo veía.

-Hola-. Le dije respondiendo su abrazo -Has crecido-.

Saludé al resto de los niños de Apolo, sentí un peso menos de encima cuando me dí cuenta que seguíamos completos.

Michael, Lee, Will, Austin, Kayla y yo.

Lee y yo nos encargamos de mover algunas literas para permitir que entrara mas luz del sol.

-Iré a la universidad en otoño-. Anuncié.

-¡Eso es genial, Clío!-. Me dijo Lee con orgullo.

-Gracias pero en realidad quiero preguntarte algo, ya no pasaré tanto tiempo en el campamento... Te has convertido en alguien fuerte, Lee-.

Me miro expectante -¿Serías mi sucesor como líder de la cabaña?-.

Lee me atrapó en un abrazo -¡Sería un honor!-.

Solté una risa por su entusiasmo -Sé que harás un gran trabajo-.

Mire alrededor de la cabaña, a cada uno de mis hermanos. Por años me sentí como una intrusa, como si no perteneciera a este lugar.

Me era difícil hablar con ellos pero ahora, con una guerra cerca sentía que había desperdiciado muchos veranos sintiéndome de esa manera.

Con Percy todo era sencillo, el amor que le tenía nació de una manera natural. Me hacía sentir culpable el hecho de que apesar de no estar relacionados, sentía que era mi hermano de verdad. Sentía una mayor conexión con él, siendo hijo de Poseidón que con los niños que eran hijos de mi mismo padre.