derek hale

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La vida de padres no era facil, menos cuando tu hijo era un bebe de mama que no podía estar sin ella ni por una hora. No mal interpreten, Ben amaba a Derek pero en aquellos cuatro años de edad su vida se basaba en estar en las costillas de su madre.

Sammy se burlaba de Derek cuando este se enojaba porque su hijo siempre estaba arriba de ella y solo iba con Derek para molestarlo. Pero si en algo podian estar de acuerdo padre e hijo era que adoraban a Sammy, no existía ojos para otra persona cuando estaba ella.

—Hoy viene Scott, dijo que quería hablar contigo.

El Hale mayor estaba atandole los cordones a Ben, mientras el pequeño tomaba jugo de su vaso de Spiderman. Ben era alguien pequeño para su edad pero no se preocupaban, seguramente crecia derrepente y ni cuenta se darían. Una vez termino con los zapatos, lo tomo en brazos y lo llevo a la mesa para que desayunara, nada muy extravagante, un plato con copitos de chocolate y leche.

—Si se supone, algo que tiene que ver con el chico este nuevo, Adam.

—Liam amor—Le dijo la morocha dandole un beso en la barbilla, le daba comezón la barba por lo que rio y termino dandole un beso en el cuello. Ben los miraba en silencio desde su silla.

—No me mires mal, controla esos celos.

El pequeño era la copia exacta de Derek, mismos ojos, mismo cabello y mismos celos. Era temperamental y odiaba que tocaran lo suyo pero a veces sabía compartir.

A veces.

—Mama es mía.

—Tenemos conceptos bastantes diferentes, niño.

Sam le pego suavemente en el hombro al escucharlo a su esposo hablar así—Basta, soy de ambos, bajen esos celos lobunos porque todavia no es luna llena.

El ceño fruncido de Ben era demasiado tierno a los ojos de sus padres, realmente tendrian problemas cuando creciera si no sabia controlas ese temperamento. Intentaban ser lo mas inclusivos que podían asi no se le dificultaba manejarse con la luna años mas adelante. Por ahora Ben lo unico que hacia era tener mucho enojo el dia de luna llena, contestaba mal, tiraba juguetes, lloraba de frustración, claro hasta que llegaba mamá.

Luego de terminar su tazon, Ben se bajo con una sonrisa de la silla al recibir un beso en la frente de su mama.

—Saluda a tu padre asi vamos a la escuela.

Ben corrió a las piernas de Derek, alzando los brazos hacia arriba en busca de la atención de su padre. Derek lo levanto sin esfuerzo y le beso las mejillas repetidas veces, oyendo encantado la risa infantil de su hijo.

—Sin peleas ¿entendido?

—Sip.

Aquella tarde cuando Samy volvio a buscar al niño de la escuela, se dio cuenta que algo pasaba al ver su rostro serio, sus cejas estaban juntar y los labios apretados. Ben camino con una mueca seria en los labios hacia su mama apretando la remera entre sus manos.

Sam se agacho para abrazarlo y Ben se aferro a mas de lo habitual, la castaña paso su palma por su espalda dejando que se descargue en sus brazos.

—¿Que paso mi amor?

Ben no quería decirlo, odiaba verse débil frente a las personas pero a los ojos de su mama no se podía resistir.

—Es probable que te llame la directora.

Sam abrio los ojos, su hijo no era de hacer travesuras en la escuela.

—¿Que?

Los ojos celestes de Ben se pusieron lagrimosos y arrugo la tela entre sus manos 

—Nick rompio la lapicera que me regalo papa—Sus ojos comenzaron a lagrimear sabiendo lo que venía—Y ahora papá se va a enojar porque me dijo que la cuide y yo deje que la rompieran, era mi lapicera favorita.

Sin decir nada mas se lanzo al pecho de su mama, llorando porque no le gustana decepcionar a su papá. Sammy lo consoló, diciendole que Derek no se enojaria ni nada, le intentaban inculcar que cuidara sus objetos porque costaban, tenian dinero para comprarle lo que quisiera pero lo que menos querian era que su personalidad se basara en eso.

—¿Y que hiciste?

Ben se quedo contra su pecho sabiendo que la verdadera regañada estaba por llegar.

—Me enoje y le rompi dos lápices suyos pero en el recreo el me empujo y...—

Sam ya sabia por donde venia el problema, Ben era alguien muy temperamental, ser hombre lobo y de aries no era una buena combinación.

—Lo tire al piso y lo obligue a que coma tierra.

Sam se mordio el labio intentando no reir, al menos no decía que le arrancaria el cuello con los dientes como su padre.

—Esta horrible que te rompieran el lapiz favorito pero esta muy mal pegar porque tu tienes mas fuerza que ellos, lo sabes, busca otra forma de hacerles saber que estas enojado y que no sea con el puño.

Despues de eso ambos se subieron al auto y Sam le permitió poner la musica que el quisiera con tal de no verlo triste, odiaba verlo con los ojos llorosos y un puchero en sus labios.

Una vez llegaron Ben tomo la mano de Sam en completo silencio, hasta se podía escuchar como le temblaban las piernas. Sus ojos lagrimeaban de la anticipación y se frustro por eso mismo, odiaba llorar.

Cuando entraron vieron a Derek y Scott hablando en la isla, ambos sonrieron al ver al duo pero el ojiazul dejo de hacerlo al ver a su hijo con los ojos lagrimosos y manos temblorosas.

Derek mando una mirada a Sam, quien le gesticulo que fuera suave. Scott tomo la decisión de irse y dejar a la familia arreglar sus problemas.

El mayor camino a paso lento y se arrodillo sobre sus piernas y le limpio las lagrimas que caían por sus mejillas. La preocupación en su rostro era evidente, el ya estaba listo para sacar sus garras y sus dientes a cualquier personas o ser que lastimara a su niño.

—¿Que paso, estas bien?

Pero Ben no respondía mas que silencio, sus labios temblaban para no decir lo que sucedió y que su padre se decepcionara. Sam al ver que su hijo era igual que orgulloso que su padre y por ende no iba a hablar, se arrodillo junto a Derek tomando las manos de Ben y frotandolas.

—Amor, lo hablamos en el auto, papá no se va a enojar.

Derek le dio una sonrisa suave y estiro su palma para arreglar los cabellos rebeldes de Ben.

—¿Que paso?

Ben ya no podía con la presión asi que habló.

—Nick rompio la lapicera que me regalaste.

Su voz era temblorosa al igual que su cuerpo, se negaba a mirar a su padre quien le dio una mirada de incredulidad a su novia sin que su hijo viera.

—¿Entonces no estas lastimado?

—¿No estas enojado?

—No me lmporta la lapicera, me importad tu.

Sin mas lo atrajo a sus brazos y lo apretujo hasta que dejo de llorar.

—Ahora ¿Le dolio?

—Derek. 

—Si, lloro mucho.

—Muy bien.

waste the night-multifandomWhere stories live. Discover now