Una chica conoce a un alienígena en situaciones sorprendentes, ambos se encariñan con el otro y forman una alianza.
¿Que les espera en el futuro?
[Predator Wolf x OC]
#7 predator ????
#1 seresdeotromundo ????
#17 aliens ????
#30 extraterrestres...
En la selva de estrellas, un depredador acecha, Ojos de fuego, en la penumbra destellan su reflejo. Entre árboles cósmicos, danza con sigilo, Buscando la presa, en la noche se enlazan destinos.
Bajo el manto lunar, una humana de cabellos plateados, Refleja la luz celestial, como la luna en sus manos. Encuentra el rastro del cazador, un susurro en la brisa, La conexión entre mundos, su historia precisa.
El yautja, sombra entre constelaciones, Cautivado por la esencia humana, sin limitaciones. Cabellos de luna acarician su corazón de acero, En la danza de la caza, un lazo sincero.
Ella, la doncella de la noche, intrépida y serena, Despierta en el cazador una conexión que en el alma resuena. Entre colmillos y estrellas, forjan un destino entrelazado, Dos almas perdidas, en la vastedad del cosmos abrazado.
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Siempre.
¿Realmente lo haré?
¿Seré capaz?
Muchas preguntas, muchas dudas y muy pocas respuestas; estaba realmente frustrado conmigo mismo.
Nunca antes me había sentido tan inseguro, me sentía un cobarde. A veces desearía poder expresar mis sentimientos, aunque sea un poco.
Seguí acariciando el mechón de su cabello con delicadeza; incluso tuve que detener el impulso de quitarme mi biomáscara para poder olerlo y observarlo mejor.
No quería asustarla con mi apariencia bajo la biomáscara.
—Realmente, ¿lo harás? —preguntó sin mirarme.
En ese instante, detuve la acción anterior.
—Lo haré. —aseguré.
Ella me dio una pequeña sonrisa y se recargó aún más sobre sus piernas, incluso se tomó la comodidad de cerrar sus ojos. Me acerqué más a ella, estando a tan solo unos centímetros de su cuerpo.
—Aunque, —comencé, abrió sus ojos y me miró atenta—, no estás segura, no aquí. Solo toma un segundo, solo un segundo y todo se acaba. —Le dije con inseguridad; sabía perfectamente los peligros que había afuera. —Nunca bajes tu guardia, nunca, te lo pido, ¿puedes prometerlo?
—Lo prometo. —Le miró intensamente. —Gracias. —El ladeó la cabeza, denotando su confusión—. Por haberme permitido conocerte, no lo olvidaré nunca. —Aclaró de manera honesta.
Se levantó ya más tranquila y fue a observar un poco más el lugar, curiosa.
Ella es muy curiosa.
Seguía sentado en el suelo ya que estaba algo cansado aún; aproveché el momento de su distracción para observar la herida de mi abdomen. Para sorpresa mía, se encontraba mucho mejor que antes; su medicina primitiva extrañamente había funcionado.
