Aprendiendo a Amar x |¡Paw Patrol!|

Capítulo 6: Dulzura y Amargura

Después del incómodo suceso entre el dálmata y el Pastor, ambos cachorros se dirigían hacia la entrada del cuartel para curar las mordidas que Chase había dejado sobre el menor. Las marcas que este le había dejado, podían verse a simple vista, lo cual era muy malo.

Chase no había controlado la fuerza con la que este había mordido al can de manchas, lo que le dejó un rastro de marcas bastante notorias alrededor del cuello. Cosa que tenían que tratar urgentemente antes de que los demás llegaran. Si alguno del equipo veía al dálmata de esta manera, empezarían a preguntar que había ocurrido. Y tanto el dálmata como el pastor no sabrían cómo responder si es que alguien les preguntaban sobre eso.

No podían simplemente inventar una excusa o alguna mentira, sería muy complicado de explicar. ¿Qué clase de explicación lógica habría para esto?, no podían decir que Marshall se había tropezado, y que en la caída se lastimó. O que tuvo algún otro tipo de accidente.
Era obvio que no, nadie les creería, las marcas que el dálmata tenía no se debían a una simple caída o algún accidente "común". Solo al ver las pequeñas heridas que Marshall tenía, cualquiera podría deducir que esas marcas no se debían a algún "accidente".

Ahora bien, durante el camino hacia el cuartel, ninguno de los dos cachorros pudo decir una palabra o hacer algo al respecto, tampoco podían verse el uno al otro, solo se podía notar un espacio lleno de nervios, vergüenza y tensión.
Era un momento muy extraño e incómodo tanto como para el Pastor, al igual que para el Dálmata.

Todo había sido tan repentino.

El rostro de Marshall solo se encontraba de un color rojizo intenso, mientras que mantenía su cabeza agachada. Parecía estar ansioso, nervioso, ¿confundido? En los pensamientos de el dally, el solo se podía preguntar por qué Chase lo había hecho.

Chase por otra parte parecía estar, pensativo, un ligero color rojo estaba presente en el hocico del can. También se lo notaba nervioso y algo avergonzado, pero no tanto a cómo el dally se encontraba. De reojo miraba a Marshall, tratando de evitar que este lo viera, mostrando su preocupación por el. Sin embargo no quería que este lo notara mirándolo.

Marshall sentía la necesidad de romper esa atmósfera tan tensa, no le gustaba para nada ese ambiente tan pesado que estaba pasando con su "mejor amigo". Usualmente, siempre suelen hablar y reír cuando caminan juntos, siempre en armonía y felicidad. Pero esta vez era muy diferente a esas otras veces. Lo único que pasaba por la mente de ambos cachorros, es lo que había sucedido minutos antes.

Así se mantuvieron, seguían caminando, sin decir o hacer nada, parecía ser una eternidad para ambos. A pesar de que el camino era sumamente corto entre la casa de Chase y el cuartel. La sensación era como si hubieran estado caminando por horas, incluso días. El ambiente solo se volvía más y más pesado para ambos.
Que sensación tan agotadora.

Finalmente al llegar. Un ligero aliento de desahogo, logró aligerar levemente la abrumadora tensión que se sentía en el aire.

Uno de los dos cachorros tuvo el coraje para poder decir algo, algo muy simple, algo para poder empezar a entablar algún tipo de conversación. Y así romper esa barrera que impedía la comunicación entre el dálmata y el pastor.

Chase— L-Llegamos. — Dijo el pastor aun manteniendo ese tono nervioso y lleno de pena. Fue lo único que pudo decir por el momento.

Marshall — S-si, G-gracias Chase. Por a-ayudarme. —Marshall era mucho más expresivo con lo que respecta a emociones. Su titubeo, la expresión en su rostro, y el tono de su voz, mostraban sin duda alguna, la gran sensación de vergüenza y pena que este sentía en ese momento.