Capitulo 7

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Will se despertó antes que Hannibal a la mañana siguiente. Miró la expresión relajada de la boca, los ojos cerrados, la momentánea ausencia del aterrador intelecto de Hannibal, y quiso besarle. En lugar de eso, se deslizó fuera de la cama y fue a ducharse. También a afeitarse.

Tocó su piel al terminar, lisa, suave y extraña. Su reflejo le devolvió la mirada nerviosamente, tenía las palmas ligeramente sudorosas mientras lavaba la cuchilla y la guardaba de nuevo en el botiquín.

Se vistió y fue a empezar el desayuno, con el delantal bien atado a la cintura. Había preparado jamón y panqueques con una mezcla instantánea. Estaba agregando el agua cuando Hannibal apareció silenciosamente detrás de él y rodeó la cintura de Will con sus brazos. Besó el hombro de Will y éste dejó de moverse, de respirar y de pensar.

Hannibal rozó la mandíbula de Will con su mejilla.

—Muy bien—dijo—¿Te agrada?

—Yo... todavía no lo sé. Es extraño.

—Las cosas nuevas siempre son extrañas. Tus sentimientos se aclararán con el tiempo. ¿Empiezo con el café?

—Sí. Gracias.

Comieron en la mesa con las rosas de la noche anterior todavía frescas y vibrantes entre ellos. Will jugueteó con sus panqueques y sólo logró comer uno, con el estómago revuelto cada vez que sus pensamientos se desviaban hacia la noche anterior o hacia el futuro. Hannibal se comió los suyos con un leve respingo al primer bocado.

—Puedes saborear la mezcla, ¿verdad?—dijo Will.

—Hay un matiz químico, sí.

—Lo siento.

Hannibal dejó el tenedor y lo miró por encima de las rosas.

—No tengo intención de quejarme de tus esfuerzos en la cocina ni en ningún otro sitio, Will.

—Quiero...—se interrumpió y pinchó un trozo de jamón.

—¿Qué quieres?

—Quiero hacerlo bien. Quiero... quiero hacer esto para ti.

—¿Por qué?

—¿No quieres que lo haga?—le dolía preguntar, sentía un nudo en la garganta y una opresión en sus pulmones.

—Si quiero, muchísimo.

—Si lo hago, entonces...—se detuvo y se tapó la boca con una mano, como si las palabras pudieran escaparse sin su permiso.

—Tú cuidas de mí, y yo cuido de ti—dijo Hannibal en voz baja—¿Eso es todo?

Will apartó el plato y se tapó los ojos con una mano.

—Sí. Eso.

—¿Es eso lo que buscabas con tu padre?

—No. Tal vez. Mierda.

—El deseo de seguridad es universal.

—No todo el mundo lo busca de esta forma. ¿Por qué... por qué quieres involucrarte en esto?

—Ya te lo he dicho. Una exploración a fondo de lo que hay entre nosotros. Y la esperanza de que pueda ayudarte a alcanzar cierto equilibrio entre tu mundo interior y su expresión exterior.

—Suena peligroso.

Hannibal buscó su mano, y Will dejó que la tomara.

—Tal vez te sentirías más seguro si interpretaras un papel en lugar de desnudar partes de ti mismo que aún no has llegado a conocer.

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⏰ Last updated: Jan 04 ⏰

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Taken for Rubies (Hannigram)Where stories live. Discover now