DAD'S SECRET

EPÍLOGO

Muchas cosas ocurrieron durante los últimos seis meses. Meses en los que Yoongi y Jimin hicieron cosas increíbles por casi todo el mundo.

El alfa por fin había marcado a su omega, y también había jurado amor eterno en el altar fuera del país de dónde provenían, siendo éste Miami en dónde pasaron los primeros cuatro meses juntos en compañía de su pequeño retoño.
Juntos celebraron el cumpleaños número ocho de Beomgyu; se divirtieron e hicieron un sin fin de cosas hasta que la hora de partida llegó y sin pensarlo, decidieron que lo mejor era vivir en el extranjero dónde muy seguramente, nadie estaría dispuesto a ponerles un dedo encima, siendo el destino que Yoongi había elegido, Canadá.

Jamás Jimin pensó que todo lo vivido haría que su hijo fuese más feliz. Pues ahora que tenía a Yoongi a su lado, este estaba dispuesto a hacer y darle todo a su pequeño alfa con tal de hacerlo inmensamente feliz. Y claro que para el niño el vivir en un sitio diferente le gustaba, y más porque ahora que tenía amigos éstos jamás lo dejaron de lado.

Y ahora, aprovechando que el pequeño se encontraba en la escuela y posiblemente llegaría tarde a casa, la pareja aprovechó ese momento a solas para pasarla todo el día en la cama; acompañados de la chimeneas y la oscuridad abrasadora de las cortinas que los acompañaba en su intimidad.

——Cada día que pasa no me explico cómo es posible que haya tenido tanta suerte para encontrarme alguien tan maravilloso cómo tú, mi amor——dijo el alfa, mientras depositaba besos en sus esponjosos muslos, los cuáles eran abrazados perfectamente por esas medias que el menor solía usar para lucir más sexy en la intimidad——. Park Jimin——jadeó al sentir la dureza de su miembro palpitante——, te juro que me vas a volver loco un día de éstos.

——¿En serio lo creés?

——Por supuesto que sí——se acercó a él para besarlo——. Eres el omega más sexy que he conocido en toda mi vida——murmuró entre el beso que el menor correspondía——, ¡Te lo juro!——sonrió——Nadie podría igualar tu belleza ni en un millón de años.

——Pues en ese caso——dijo el omega con cierta coquetería ——, también puedo jurar que entre todos los hombres que conocí a lo largo de mi vida——se montó sobre él, dejando incluso que su esposo lo tomara por la cintura y lo apretara más hacia él ——, tú eres sin duda el más caliente y con quién tanto deseé estar.

——En ese caso voy a creerte.

Entonces entre risas y toqueteños subidos de nivel, ambos volvieron a besarse. Sólo que, con la diferencia de que está vez, Yoongi decidió recostar al menor sobre la cama, para luego abrir sus piernas y adentrarse entre ellas con el único fin de preparar a Jimin para lo que se venía.

Sin embargo, algo que el más grande quizás no se esperó, fué que al momento en que Jimin sintió cómo su ropa interior había comenzado a deslizarse por sus piernas, este rápidamente se paró e intentó detener lo que su esposo estaba haciendo, cosa que por supuesto llamó la atención del alfa al no entender por qué había hecho tal cosa.

——Mi amor, esta vez no creo que sea conveniente que tú y yo lo hagamos cómo es costumbre cada que nuestro hijo se va.

——¿Y por qué no?——preguntó con cierta sorpresa y a la vez preocupación——, ¿Acaso no te sientes cómodo con que te toque?

——No es eso, cielo——dijo, para luego intentar ponerse de pié al mismo tiempo en que se acomodaba la ropa interior——. Sólo que…hay algo que podría salir mal si cometemos está clase de actos.

——Pero no sé de qué hablas, mi amor——suspiró frustrado——, ¿A qué te refieres con qué algo podría salir mal si hacemos el amor?

Jimin no se lo dijo. De hecho, lo único que hizo por un período de tiempo fue verlo a los ojos, antes de comenzar a morderse la piel de sus labios y rascarse con nerviosismo.
Esa acción sin duda dejó en alerta al alfa, quién incluso en un intento por olfatearlo, percibió algo más. Algo extraño pero no desagradable. Así que cuándo Jimin finalmente se puso de pié, caminó con pies descalzos hacia el baño dónde ahí, dejó ver unos documentos que por supuesto prendieron las alertas de Yoongi y una extraña sensación comenzó a carcomer sus entrañas.