Controlled [+18] Tom Riddle y Mattheo Riddle

Veintiuno

Por un momento se nos había olvidado por completo el hecho de que mientras nosotros distraíamos a la orden del fénix la otra parte de los mortifagos continuaba con el plan.

Que era secuestrar a Hermione o Ron para sacar información sobre un tema que no se.

—Prueba esos, saben muy bien— le dije a Hermione mientras yo tomaba uno y ella me sonrió para hacer lo mismo.

—Feliz cumpleaños adelantado Victoria— mencionó mordiendo el postre que le dije.

—Gracias— respondí y ella se fue puesto que Ron le gritó.

Ya estaba por ser mi cumpleaños y esta vez lo sentía diferente, cuando mamá aún vivía ella y papá me levantaban con mi pastel favorito y con nuestros elfos domésticos cantándome las mañanitas originarias de México, puesto que crecí ahí por la familia de mi papá.

Todos los años amaba mi cumpleaños hasta el día que ella se fue y terminaba siendo un día normal y corriente.

Solo con una felicitación de mi padre en carta y con un regalo costoso.

—¿En qué piensas?— preguntó la voz de Tom sacándome de mi nube y obligándome a mirarlo.

—En nada— respondí mintiendo y él frunció el ceño sin creerme.

—Ven, vamos afuera— mencionó y yo accedí caminando con él hacia la entrada principal que daba hacia el laberinto con forma de serpiente.

Antes de salir miré toda la fiesta en busca de Mattheo y él estaba riendo con Draco y Blaise mientras Pansy se quejaba de algo y Astoria los miraba horrible.

Supongo que es una de sus tantas bromas desagradables...

—Vamos...— hablo Tom y yo lo miré para asentir y caminar hacia el pasto.

Los árboles estaban decorados con luces blancas y doradas.

—En menos de 10 minutos es tu cumpleaños número 18— hablo de la nada Tom mirando su reloj y yo le asentí —¿Cómo te la estás pasando pequeña?

Miré a Tom y por un momento no podía creer que me estuviera preguntando eso, recuerdo el primer día que lo conocí como me dejó sola y me trataba de maneras tan raras...

—Bien, diferente a otros años— admití mirando las flores mientras caminábamos sin algún rumbo.

—Es la primer fiesta que hacemos en 20 años— mencionó Tom y yo lo miré sorprendida —Debes caerle bien a mi padre, además de que por el plan también accedió— contó y yo me detuve.

—¿Accedió?— pregunté y él me miró.

—Tuve la idea de celebrar tu cumpleaños, creí que te gustaría y Mattheo hizo un plan contra la orden del fénix para que accediera más fácil— admitió y sin dudarlo una sonrisa se formó en mi rostro dando unos pasos hacia él y abrazándolo.

No entendía por completo mi reacción pero fue algo que hice sin pensarlo.

—Me alegra que te gustara pequeña— dijo aun en el abrazo y después de unos segundos nos separamos.

El se quedó en silencio y miró hacia el reloj gigante que habían puesto en la entrada de la mansión.

Voltee y cuando hice eso el reloj se posicionó en las 12, indicando que oficialmente tenía 18 años.

Cuando voltee a ver a Tom él estaba sacando una cajita negra de su bolsillo confundiéndome por completo.

—Feliz cumpleaños mi pequeña— dicho eso abrió la caga encontrándome con un collar plateado con un dije de dos serpientes formando un corazón.