Sintetizando Conceptos

Un día ya no estaremos aquí

Me siento feliz, quiero decir que luego de cada desafío en donde mi fé se ve tambaleando en un hilo muy delgado, Dios se encarga de confirmar y reafirmar su magnificencia en mi vida en su máxima expresión de la palabra. 

Las casualidades para el Señor no existen, todo tiente un por qué en este basto universo y un para qué en su propósito divino de la creación. 

Entender que el tiempo es limitado y altamente valioso es un proceso que, muchas veces no terminas de internalizar hasta que caes en conciencia de que un día vas a desaparecer de este mundo ¡sí! tal y como lees, tal y como se entiende, un día, el menos pensado, vas a morir... y habrás muerto cumpliendo con el propósito de Dios, aun si tú y el mundo consideran que no lograste mucho, ese era el propósito que el tenia para ti.

Pensé en esto hace muy poco, hace tan poco que aún sabiendo que mi gran desafío desde siempre que fue la administración del tiempo, priorizar las cosas según grado de importancia y accionar en función de eso fue algo que no entendí desde el ser hasta el momento que me percaté que antes de mí no ha habido nadie como yo, y después de mi no habrá jamás alguien como yo.

A Dios le gusta la diversidad y nos hizo a su imagen y semejanza, pero a todos sin excepción diferentes, toda la creación es diversa, con sus diferentes tipos de criaturas de igual especie y diferentes funciones dentro de un mismo ecosistema, somos creación de un Dios que es puro amor y que por ese amor decidió venir como hijo al mundo para enseñarnos como vivir en comunión con él como padre, estar en la presencia del Señor es la mayor victoria que el hombre puede experimentar y solo necesitas estar conectado por medio del Espíritu Santo con el Padre  a travez de su hijo, ya que no hay forma de llegar al Padre si no es por el Hijo.