Dos.

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Un castaño, alto y con fuertes brazos, por lo que vio Harry, miro ambos lados del desierto antes de cruzar. En un brazo llevaba una caja y en la otra una rueda.

—No lo creo, Dios mío, ¡Estás enorme!— la mujer sujeto su sombrero con una mano y con el brazo disponible abrazo al joven frente a ella, quien era apenas unos centímetros más alto que ella.

—Hola— el castaño sonrió cálido, pero algo incómodo.

— ¡Lizzy!— una mujer morena apareció detrás del castaño con sus brazos extendidos y anteojos grandes.

— ¡Ky!— ambas se abrazaron melancólicas.

—Ven, muchacho, ayúdame con esto. — agarro la caja que llevaba del castaño y se arrodilló junto a él en el auto. — Harry, alcánzame la rueda, ven— Harry apareció a un costado nuevamente con sus lentes y un gran malhumor. Louis apenas lo noto.

— ¡Dios mío, pero si estás enorme!— Harry se enrojeció un poco, como siempre solía hacer con halagos.

— Al señor no le gusta esperar en el auto— su madre soltó el comentario justo cuando la mujer, algo desconocida para el, lo abrazó.

— Hola— expresó Harry en el abrazo.

— Harry, por favor, la rueda — la mujer se apartó rápidamente para que agarre ayudará a su padre apurado. Louis se dedicó a verlo por un segundo mientras hacía rodar la rueda hacia ambos hombres.

—Gracias— le dedicó una leve sonrisa y siguió ayudando al hombre mayor.

— Voy a llorar, ¿por que creciste tanto?— los pelos rubios de Lizzy se esparcían por la cara de la mujer.

— Dios, ¿y Lou? Es gigante— ambas mujeres se sostenían a sí mismas por la cintura. El teléfono de Louis comenzó a soñar de repente.

— Ya terminó yo, gracias campeón— Tom dejó libre al castaño quien sonrió y se limpió las manos con un trapo. Contesto el teléfono luego de leer quien era.

— Anna, ¿cómo estás?— se rio ante algo que la mujer contestó. Al cabo de unas palabras contrarias contestó:— Por supuesto, ¿Dante irá?— movía la cabeza asintiendo como si la mujer del contestador lo viera.— Por supuesto, iré, ¡nos vemos!

—Y ya los ves, organizando sin siquiera preguntar — la mujer señaló a su hijo mientras mantenía conversación con la otra mujer. Louis se quedó viéndolas sin entender.

— Harry apenas tiene la descendía de preguntar, porque simplemente desaparece. — ahora ambos miraban a las mujeres sin entender

— Louis es grande y responsable, por eso confío que el sabe lo que hace. Aunque siempre estoy al pendiente de igual manera.

— Harry la semana pasada chocó el auto y nos enteramos hoy cuando salíamos del garaje— El nombrado se sonrojó completamente. Louis y su madre soltaron una pequeña risa.

— Si la hace sentir mejor, yo también lo hice a los 17, solamente que eso ya entraba en ilegal porque no tenía siquiera registro — Louis alzo los hombres mientras reía y miraba a su madre negar con la cabeza y a la rubia sorprendida. Haré uno entraba en su panorama visual.

— Todo listo, ¡arranquemos!


🍷🍷🍷


La vista de los campos con el sol iluminando desde lejos daba una sensación de completa tranquilidad.

— Mirtha, trae unos jugos naturales para los invitados, por favor...

Like Red Wine » l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora