CAPÍTULO 10| SER, O NO SER, ESA ES LA CUESTIÓN

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MADDIE

No había podido dormir en toda la noche al haber leído aquel mensaje de texto.

¿Como sabía que había llamado a Jax osito y que estaba con él?

Y lo peor, ¿como que lo disfrute mientras pueda?

Sabía de lo que era capaz. Me tenía muy preocupada y temía que le pudiera hacer daño a Jax. No tenía la menor idea de si mi novio sabía defenderse y...

—Maddie.

Levanté la cabeza. Mierda, no le estaba prestando atención.

—Perdona—me disculpé poniendo las manos en mi taza caliente de té—, continúa.

Jax sonrió con soslayo.

—Maddie, te he preguntado cuatro veces si estás bien y las cuatro veces has estado mirando a las musarañas.

—Lo siento, no he dormido bien.

—¿Estabas incómoda?—al instante negué con la cabeza—. Ah, pensé que era eso.

—No, no, tranquilo. Perdóname solo...no sé.

—Deja de pedir disculpas—me cogió la mano derecha y comenzó a acariciar mis nudillos—, no has hecho nada cariño.

—Ya. Es solo que me preocupa algo.

Ay Maddie, que tonta eres...

Frunció el ceño y se movió hasta que sus brazos me acorralaron en la isla de la cocina. Estaba aislada por él. Me puso un mechón del pelo detrás de la oreja con preocupación.

—¿Puedo preguntar que te hace sentir así?

Conciencia, ¡urgencia de nivel dos!

Dile que te preocupa la cita del médico de este jueves.

¡Gracias!

—Solame te estoy nerviosa por las pruebas del médico. No sé si podría pagarme la operación si me detectan la enfermedad.

—No te preocupes. Si solo fue ese día, mejor; si tienes la enfermedad, pasaremos por esto juntos, ¿de acuerdo?

Asentí con la cabeza.

No quería mentirle, os lo prometo, pero no quería preocuparlo. Siempre he pensado que la clave de la estabilidad en una relación era no mentirse y hablar las cosas.

Pues ya ves que bien cumples la clave. A este paso lo dejaréis en dos semanas.

Gracias por el apoyo, ¿eh?

De nada.

Me dió un beso en los labios y nos quedamos a unos centímetros de distancia. Escondió su nariz en mi cuello.

—Jax, creo que es hora de irme.

Se separó al instante.

—¿Tan pronto?

—Sí. Dentro de una hora he quedado con las chicas y también necesito hablar con Alex después de hablar con ellas. Y, de allí, tengo que ir donde Samantha...y todo eso.

Jax hizo una mueca.

—Osea que no te podré ver más hoy, ¿no?

—No—negué—. Ni mañana. Tengo ensayo.

—Oh...

Desvió la mirada hacia otro lugar.

—La verdad—volvió a mirarme—, no me gusta la idea de no estar a tu lado o que estés sola.

HEARTBREAKERSWhere stories live. Discover now