My Boyfriend Is A Superstar [Rubegetta]

×CUATRO×

-N.O-

Rubén aquella noche durmió de maravilla.

Si bien vivía cómodamente en su casa, no podía negar que aquella cama de tamaño king size era mucho mejor que la suya, y por supuesto que teniendo a su apuesto novio durmiendo a su lado abrazándolo contra su pecho, mejoraba aún más la situación.

Ni siquiera tenía ganas de levantarse, así que aprovechando que la alarma aún no sonaba, decidió quedarse ahí por un rato más... No podía permitirse no aprovechar aquella situación.

No estaba en sus planes volver a dormirse, pero Samuel le transmitía tanta tranquilidad y se sentía tan cómodo, que fue inevitable caer en el mundo de los sueños de nuevo... ¿Quién necesitaba llegar temprano a clases, de todas formas?.

Despertó de nuevo gracias a Samuel, quien algo alterado lo removió un poco, diciéndole; “Rub, tienes que ir a clases, levántate ya o llegarás tarde“.

Doblas abrió los ojos con algo de molestia ¿No podía simplemente faltar y ya? Sabía que la respuesta era un "no" rotundo, pero que ganas tenía de quedarse en cama todo el día con su novio haciéndole compañía.

Samuel.- Venga, Rub, no puedes llegar tarde
Rubius.- Te preocupas más tú que yo...

Samuel sonríe, para después dejar un pequeño beso en la frente del contrario.

Samuel.- Venga, deja de quejarte y levántate, date un baño y te llevo
Rubén.- Bien, ya voy...

Rubén se levantó sin más, y procedió a prepararse para ir a clases.

Después de darse un baño, bajó a la primer planta del hogar ya vestido, y se encontró con el contrario en la cocina, preparando el desayuno. Sonrío y se acercó a dónde el castaño, abrazándolo por la espalda, apoyando su barbilla en el hombro del más alto.

Rubén.- Creo que definitivamente puedo acostumbrarme a esto...

Samuel sonríe, continuando con lo que hace, tratando de no distraerse y perder más tiempo tonteando con Doblas.

Termina y se gira, separándose Rubén en el proceso, para después llevar la comida a la mesa y comenzar a degustarla mientras platicaban de cualquier cosa.

Una vez terminaron Samuel apresuró un poco a Doblas debido a la hora, quedaba lo justo para que Rubén llegase a tiempo, sin embargo no podían distraerse más.

Con unas cuantas quejas por parte de Rubén y un Samuel apurado, ambos salieron de casa, subieron al auto del castaño y partieron camino a la universidad.

Al llegar, Rubén se acercó al chico una vez se desabrochó el cinturón de seguridad y dejó un pequeño beso en los labios ajenos, despidiéndose con un “Nos vemos en casa, Sam”.

Samuel.- Rub, espera, sólo quiero decirte que enviaré a alguien a buscarte para que te lleve a casa, no quiero que vuelvan a lastimarte en el camino
Rubén.- *Sonríe* De acuerdo, Sam, gracias

Samuel sonríe y vuelve a besar al contrario, para después separarse al recordar que quedaban pocos minutos para que iniciaran las clases del menor.

Samuel.- Bueno, anda, no quiero que llegues tarde por mi culpa

Rubén ríe y asiente, despidiendose finalmente del contrario, sale del auto y camina apresurado hacia la entrada de la institución, mirando la hora en su móvil cada cierto tiempo.
Una vez Samuel lo perdió de su campo de visión, se retiró del lugar para volver a casa y prepararse para iniciar con su trabajo.

Frank.- Lindo auto... ¿Quién te trajo?.- Dice, llegando por detrás del chico y colocándose a su lado mientras caminan juntos hasta el salón de clases
Rubén.- Pues... Mi novio
Frank.- ¿Ese al que nunca nos has presentado?
Rubén.- Correcto
Frank.- ¿Acaso tú, Rubén Doblas, te conseguiste un sugar y por eso no nos lo quieres presentar a nosotros tus mejores amigos, huh?.- Pregunta, mirando a Ruben.
Rubén.- ¿Tú eres bobo? Por supuesto que no.- Dice, con una expresión de hastío.
Frank.- Pues eso es lo que parece, joder, mira que ya me parece raro no haber visto ni siquiera una foto del susodicho...

Rubén suspira, y rueda los ojos ante las acusaciones de su amigo, y antes de que el contrario pueda decir algo más, llegan a su salón correspondiente, encontrandose con Alex sentado en su sitio.

Ambos lo saludan y toman asiento, y Rubén suelta un bufido al escuchar las palabras que sabía Frank le diría a Alex.

Frank.- Alex, adivina qué, el misterioso novio de Rubén lo ha traído hoy en un auto de lujo

Alex mira a Frank con cierta curiosidad y una ceja alzada, buscando más contexto de lo que acababa de decir.

Alex.- ¿Te ha traído tu novio?.- Pregunta después mirando a Rubén, quien sólo asiente.
Frank.- ¡Su auto era un jodido Aston Martin! No me sorprendería que el tipo trabaje para la mafia o algo... ¿Seguro que no es un sugar? Prometo no juzgarte

Rubén vuelve a rodar los ojos, y simplemente se gira centrando su atención en su teléfono móvil.

Frank.- ¿Crees que sea muy viejo?.- Pregunta esta vez a Alex, quien sólo lo mira con expresión neutra
Alex.- ¿Por qué insistes en que su novio es un anciano?
Frank.- Bueno, no puedes juzgarme por pensar así, el tipo sigue siendo un misterio para nosotros, sus supuestos mejores amigos, no tenemos ni siquiera un nombre ¿Sabes? Y ahora resulta que es millonario... No es por nada, pero todo apunta a un viejo con mucho dinero.
Alex.- ¿Y no has pensado que quizá simplemente es un chico cuya familia es de la alta sociedad y ya está?
Frank.- ... Me gusta más mi idea

Alex lo mira con una expresión de incredulidad, para después simplemente negar y centrar su atención en el libro que estaba leyendo antes de que los otros dos llegasen.

Poco después el profesor llegó y sin más, comenzó la clase.