✦⋯ 2O ┈┈┈•

128 32 0
                                    


Aunque pidió que no le trajera más cosas, no estaba del todo seguro si Jeno le iba a obedecer, pues se había dado cuenta de que este hacía todo por y para Jaemin.

¿Que Jaemin odiaba el tómate en su comida? Ahí estaba Jeno para comérselo por él.

¿Que a Jaemin le daba frío mientras dormía? Ahí estaba Jeno dejándole todo el edredón que compartían a pesar de que él también tenía frío.

¿Que Jaemin ponía una mueca de molestia cuándo escuchaba las ramas de los árboles rechinar contra el cristal? Ahí estaba Jeno deshaciéndose de ellas.

¿Que a Jaemin le molestaba cuando le daba el sol en la cara por las mañanas? Ahí estaba Jeno utilizando sus alas para darle sombra.

Jaemin nunca pidió nada de esto, son acciones que Jeno decidió hacer a voluntad propia en cada una de las situaciones.

No lo va a negar, se sentía bien saber que Jeno siempre quiere lo mejor para él y está lo suficientemente atento como para notar absolutamente todo. ¿Pero qué hay del propio Jeno? Era como si pusiera a Jaemin mucho antes que él mismo, y eso al rubio no le gustaba. Quería que su compañero también se diera sus propios caprichos y no solo se dedique a analizarlo y consentirlo. Pero tampoco estaba muy seguro de si realmente es así.

Es por eso que se le ocurrió ponerlo a prueba. Ya que todas sus acciones por el momento cumplían con su petición de no traerle nada, esta vez pediría algo al aire a ver si se lo trae o no.

—Uh, qué ganas de tener ovillos de lana —soltó a la nada fingiendo estar pensando en alto mientras también fingía leer el libro que tenía en las manos, aunque este estaba al revés.

No sabe si Jeno lo escuchó, él se encontraba viendo las flores —resistiendo las ganas de dárselas a Jaemin— por fuera de la —ahora— casita. A pesar de la distancia, es consciente de la extraordinaria capacidad auditiva del pelinegro, pero aún así dudaba un poco. Igualmente lo descubriría pronto.

Y es así como por la noche fingió dormir cuando ambos se acostaron en la cama, y en algún punto notó como el pelinegro se levantaba de esta con sumo cuidado, no queriendo molestar a Jaemin, que para él si se encontraba completamente dormido.

Una vez Jeno se fue, Jaemin abrió los ojos. Aún no era el momento de actuar, existía una posibilidad —muy pequeña— de que Jeno simplemente fuera al baño o algo. Por eso esperaría un poco.

Más tarde, cuando escuchó un golpe, ahí decidió que ya era hora, y bajó rápidamente encendiendo las velas con un mecanismo rápido que tenía la torre.

—¡¡Ajá!! —exclamó acusatoriamente al ver a Jeno recogiendo un ovillo de lana que se le había caído al suelo, quien por cierto dió un brinquito del susto que le dió ver al rubio, y el resto de ovillos se resbalaron de sus brazos.

—J-Jaemin, ¿qué haces despierto?

—¿Y qué haces tú trayéndome cosas cuando te pedí que no lo hicieras? —ok, quizás su tono de voz sonó algo brusco, mucho más que otras veces. Pero no se dió cuenta de ello hasta que vió como los hermosos orbes amarillos de Jeno empezaban a distorsionarse entre las lágrimas que amenazaban con salir—. Oh, mi... ¿Fui muy cruel? ¡Lo siento! —se disculpó rápidamente, nervioso por haber causado ese efecto.

—P-Perdóname tú a mí —sollozó pensando que por primera vez Jaemin se había enojado muy seriamente con él—. No p-puedo evitarlo, n-no era mi intención d-desobedecer...

Los ojos de Jaemin también estaban empezando a cristalizarse—. ¡Pero no llores, tonto, o yo también lloraré!

—¡Lo sieentooo!

—Está bien, calma —Jaemin usó su propia camisa del pijama para limpiar el rostro lloroso de Jeno—. No estoy enojado, perdón si lo parecía —animó intentando sonar lo más dulce posible.

No sabía que Jeno podría llegar a ser sensible. Por lo general suele verse bastante fuerte, como si nadie pudiera hacerle sentir mal. Por eso se sorprendió ver esa nueva faceta suya, y aunque se sintió mal al descubrirla de esa manera, le gusta ser conocedor de ello.

Luego de subir los ánimos de Jeno a base de repetirle varias veces que no hizo nada malo, Jaemin tomó los ovillos de lana y dos palitos de madera para rápidamente iniciar su verdadero plan.

En parte sabía que Jeno se lo iba a traer, y pidió eso en específico con una idea en mente.

Los días siguientes, Jaemin aprendió a tejer, y en una semana logró hacer una manta bastante grande para que Jeno pudiera estar abrigado cada vez que le daba su parte del edredón.

La idea era hacerlo con calma, y tenía en mente que tardaría al menos un mes debido a la nula experiencia. Sin embargo, se sentía culpable por haber asustado y hecho llorar a su compañero, por lo que se esforzó mucho por mejorar rápido. Hasta pasó varias noches en vela para poder terminar.

Al entregarle su creación, Jeno empezó a llevársela a todos lados completamente emocionado y agradecido. Lucía muy adorable con los ojitos llenos de gratitud e ilusión, y el contraste que daba ver su cabello negro con la manta de lana de colores llegaba incluso a ser una imagen divertido

Ahí, Jaemin se dijo que no permitirá que nada ni nadie arruine la felicidad de su compañero. Mucho menos dejará que Jeno descuide su propio bienestar.

 Mucho menos dejará que Jeno descuide su propio bienestar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
DEAR TOWER (ADAPTACION) NOMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora