¿Mamá? - Chestappen

01:Olivia

Checo tenía a la pequeña sentada Oli en sus piernas, los demás cachorros le estaban rodeando, dibujando en hojas de papel.

- Bien, entonces si mezclas el color amarillo con el azul se vuelve verde, ¿Si viste? - Estaba pintando con sus pequeños dedos, la pintura no era tóxica para ellos, pero de todas maneras miraba que no fueran a meter sus dedos en sus bocas.

Oli solo miraba curiosa a los demás cachorros, nunca había estado rodeada de tantos, y le daba un poco de miedo hacerlo, por eso no se separaba de él

De vez en cuando Checo acariciaba a la pequeña haciéndole saber que no se había olvidado de ella, sonreía cuando la escuchaba ronronear ante sus toques tranquilos.

- ¡Maestro Checo, miré! - La pequeña Soleil de cinco años le mostró orgullosa de su dibujo, los había puesto a dibujar frutas y ella había echo uvas.

- ¡Oh, que lindo Soleil, se ven deliciosas! - Checo sonrió cuando vió el pecho de la pequeña hincharse con más orgullo.

Miró a al pequeño Jules quien veía su dibujo con una expresión insegura, sonrió ante esto, Jules y Soleil eran hermanos gemelos pero muy diferentes entre sí, mientras una era muy confiada y decidida, el otro era muy tímido e inseguro.

- Jules, ¿Me muestras tu dibujo? - Preguntó y vió como el pequeño dió un salto en su asiento, lo miró y después a su dibujo, al final, terminó mostrándolo. - ¡Es tan bonito, una deliciosa piña! -.

Jules se sonrojó y le sonrió, estaba más alegre y miraba a su dibujo más orgulloso. Los demás cachorros también le mostraron sus dibujos y al final cuando todos terminaron de hacer sus dibujos, los puso en un mural, así todos podían verlos.

- ¡Es hora de la merienda y la siesta! - Eso era algo adorado por los pequeños, quienes se fueron corriendo hasta donde estaba el baño para lavarse las manos.

Checo puso a la pequeña Oli en su pecho, tenía una cangurera para los cachorros, así que se le hacía más fácil hacerlo. Ella solo tenía su chupón en la boca y miraba como ayudaba a limpiar a los demás.

Después fueron por sus loncheras y se sentaron a comer, Checo calentó un poco el biberón de Oli para dárselo, ella lo recibió gustoso, como si estuviera acostumbrado a él.

Era algo raro, pero supuso que ya la habían enseñado para poder venir a la guardería y que comiera sin ningún inconveniente. Al terminar de comer, varios cachorros estaban dormitando los acomodo en sus tufones y los arropó.

Pato siempre era el último en dormiste, pero después de un pequeño cuento siempre lo hacía. Checo tuvo que acostarse con la pequeña Oli en un tufón, al parecer ella no quería apartase de el y no tuvo más remedio.

- Al final se durmió - susurro viendo a la pequeña dormir tranquila junto a los demás cachorros, el aire acondicionado mantenía un ambiente fresco y no se preocupaba por el calor que podrían tener.