Miraculous Ladybug Movie African OC Stories

Un encuentro inesperado

Transcurrido un mes desde que el trio parisino desde que la dulce Camille los ayudara a vencer en una partida privada de DOTA 2 a Akanni Nkosi, el arrogante campeón nacional que los había humillado con anterioridad, en especial a Kim.

Kim, Max y Alix continuaban haciendo su vida rutinaria y normal en su salón de clases en la escuela Françoise Dupont, reuniéndose para pasar el rato, hacer actividades escolares juntos, sea por designación de la maestra Bustier o por iniciativa propia, claro, además de soportar a Chloé y sus excentricidades. Aún continuaban hablando con Cam, especialmente Kim, que aún tenía cierta esperanza que empezara a gustar de él. Pensando a veces en lo sucedido con Nkosi, Max imaginaba que podría haber sido de él, como Alix en algunas ocasiones, mientras Kim parecía el que más había olvidado el asunto al estar como casi siempre.

Por su lado, Akanni había cambiado bastante su personalidad. Ahora valoraba más a sus competidores, algo que hasta a ellos había sorprendido. En lo demás seguía con su personalidad de siempre, ayudando en las cuentas y en otras cosas que pudiera a sus padres, además de jugar partidas por caridad y pasar tiempo con sus fans más pequeños, algo que siempre le había gustado hacer.

Pese a que lo había pensado, y quería realmente hacerlo, Akanni aún no había vuelto a hablar con los tres chicos para disculparse por su pasada actitud. Lo único que había hecho era hablar y verse con Cam con la que había construido una fuerte amistad. Incluso la rubia le propuso ser intermediaria en el asunto, negándose él por pensar que solo era debía resolver eso. Sin embargo, cuando estaba a punto de volver a comunicarse con ellos por Facebook, los nervios le ganaban y desistía.

En París, Francia, en el receso, Max había recibido una gran como muy grata noticia; su madre, Claudie, la conductora del famoso Tren Estrella que conectaba varios países europeos con Francia, había sido seleccionada para una prueba en el espacio exterior como astronauta, su sueño de toda la vida, tras pasar exitosamente varios exámenes y pruebas. Rebosando de felicidad, Max fue a contarle la noticia a Alix, queriendo que viniera con él para ver el despegue, confirmando su pareja que sin dudarlo iría con él. Sin embargo, aún no estaba del todo seguro si Kim quisiera venir, principalmente por no gustarle mucho las cosas tecnológicas que a él sí como buen nerd, y quizá por otro cierto detalle relacionado a cierto país.

Alix-¿Crees que Kim, conociéndolo, quiera venir?

Max-Sé que no le gustan las cosas tecnológicas, pero, es mi mejor amigo, y me sentiría muy bien si nos acompañara.

Alix-No lo digo solo por eso, sino por, el otro asunto que conoces...

De escuchar las palabras de Alix, Max recordó lo sucedido con Akanni Nkosi hace unos meses atrás. Realmente, producto de la felicidad que le causaba que su madre al fin iba a ser astronauta, no se le había pasado por la mente ese pequeño y ahora irrelevante detalle.

Max-Es verdad, Akanni, pero, no creo que haya posibilidad que nos encontremos.

Alix-Yo tampoco, pero no sabemos qué pensará Kim.

Max-Mejor le preguntamos en su casa después de clases ¿Te parece?

Alix-Perfecto. Si él no quiere, yo si te acompañare.

Max-Gracias Alix-Dijo para seguidamente darse un beso cortó en los labios.

Saliendo de la escuela, manejando Alix su patineta, con Max un poco asustado al no gustarle mucho ese transporte, la pareja fue al hogar Kim para saber que veredicto tomaría el fortachón fanático de los deportes. Tocando la puerta, fueron recibidos por sus padres del mismo género, ocupados pintando un gran cuadro de arte para una futura exhibición. Contándoles los planes que tenían para viajar, expresaron que por su parte no había problema siempre que se cuidaran y un adulto fuera con ellos, como la madre de Max en el caso, pero que sería decisión final de su hijo si quería ir o no. Expresando que su primogénito estaba en su cuarto, el dúo se dirigió al lugar, tocando la puerta para asegurarse que realmente estuviera.