I. Waldeinsamkeit

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Waldeinsamkeit (alemán): La sensación de estar sólo en el bosque.

El resto del colegio regresó pocos días después de año nuevo, con ello, los pasillos volvieron a ester repletos, con jóvenes bulliciosos y ansiosos reencuentros. En las habitaciones y salas comunes no se hicieron esperar las pequeñas fiestas de bienvenida, las charlas animadas y los abrazos bien esperados, cambiando una tranquila noche de enero en un cálido respiro para todos. 

Con la llegada del primer día de clases y la euforia de los reencuentros, nadie tenía grandes afanes de retomas las aburridas rutinas ni la infinita cantidad de deberes que estarían prontos a recibir. Esa mañana de enero, ningún estudiante de tercer año quería pasar dos horas en el patio de la cabaña de Hagrid bajó el sol.

Y, sorpresivamente, aquella clase fue bastante diferente a lo que todos creerían que sería, pues fue bastante amena. El semigigante había decidido hacer una fogata en el centro y envió a los jóvenes brujos a buscar palos y hiedra seca para mantener vivo el fuego.

-Bien- juntó sus gigantescas manos con las miradas expectantes sobre él- Vayan y busquen madera seca, hojarasca, todo lo que sirva para mantener el fuego vivo- los estudiantes se dieron miradas confundidas- Vayan vayan, las salamandras adoran el calor del fuego.

Estos animales serían la especie de estudio para aquel trimestre y parecían bastante felices con aquellas cálidas llamaradas, pero al parecer no eran las únicas, Hagrid parecía estar disfrutando de aquello más que ellas, quizá para calmar su creciente ansiedad con los días pasado y el juicio de Buckbeak más cerca de lo que querría.

Sin rechistar, se encaminaron al bosque, era más agradable pasar el tiempo entre medio de los árboles que escuchando una aburrida clase, ya que, con el accidente que Draco Malfoy sufrió a "patas" del hipogrifo, Hagrid había perdido toda confianza en sí mismo como profesor.

Larisa unió su brazo con el de Delia con el grupo de serpientes  junto a ellas, Pansy hablaba de sus vacaciones, Daphne se quejaba del calor, Theo se mantenía en silencio escuchando a Blaise hablar de Quidditch, Delia intentaba no ensuciarse con el barro y Draco, bueno, el siempre se estaba quejando de algo o canturreando sobre cualquier cosa que su padre le haya dicho, con él, Crabbe y Goyle iban a sus espaldas como si fueran su sombra.

-No puedo creer que tengan a esa bestia dándonos clases- echó su cabeza hacía atrás para acomodar sus mechones platinados- Mi padre ha dicho...

-¿Por qué no nos separamos?- interrumpió la castaña comenzando a perder la paciencia.

-Concuerdo con Delia- la pelinegra notó su cara de frustración y la ayudo a deshacerse del rubio- Creo que sería lo mejor para conseguir lo que se nos ha pedido.

-¡Por Merlín!- alargó la última sílaba con aborrecimiento cuando estuvieron a solas- Estoy a punto de cortarle la lengua a la rubia oxigenada.

-Dudo que sea "oxigenada"- dijo Larisa con gracia- ¿No es de tu agrado Malfoy?

- Lo es, cuando no es un...- apretó los labios- Solo detesto que no pare de quejarse y parlotear sobre lo que su padre dice, hace o no dice.

- Entiendo el punto- afirmó acercándose al suelo para tomar una pequeña flor del suelo.

-Detesto tocar esto- con una mueca de asco levantó las pequeñas ramas entre sus manos- Regresare para dejarlo con lo demás, no quiero perder una de mis uñas por cargarlo tanto tiempo- dijo con preocupación- ¿Quieres que me lleve tu parte?

-Me harías un gran favor, Rosier.

Delia rodó los ojos y tomó el pequeño montón de hojarasca que Larisa había recogido. Viendo la figura de su amiga perderse colina arriba, se sacudió las manos y siguió caminando. El sol iluminaba con suavidad su rostro calentando sus mejillas, el olor a tierra húmeda y los árboles la hacía sentir aquella calma que tanto le recordaba a su hogar.

Oodal (Hermione Granger)Where stories live. Discover now