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Estaba destruido físicamente, el culo le dolía tan fuerte que era incapaz de hacer movimientos bruscos, amanecer abandonado de los firmes brazos que lo acurrucaron el resto de la noche sobre sólo empeoró la situación, la cama desordenada no era más que un recordatorio de que había sido más utilizado de lo normal.

Tal vez no fue mentira el hecho de que ese periodista era un picaflor de mierda, lo peor del caso es que ni siquiera tuvo ganas de preguntarle por su nombre como para intentar sonsacarlo de no mencionar nada más sobre el caso de Angelus Club a cambio de dinero o, quizás, otro encuentro casual.

Levantándose con pesadez del colchón, notó como toda su ropa estaba esparcida por el suelo junto a la máscara que rentó cuando llegó al lugar, entonces los recuerdos rebotaron dentro de su cabeza como una pelota sin control.

Desde su entrada al lugar en compañía del tercer hombre que los interceptó, los breves tragos que compartieron a manera de shots para lograr soltarse un poco más y llegar a un acuerdo, el momento en que fue dirigido al medio del intenso baile público en la pista , la deliciosa velada sexual que gozó con el guapo periodista...todo permanecía intacto.

Trató de convencerse a sí mismo que nada había sucedido de esa manera, así que se levantó a buscar el dinero que llevaba dentro de la cartera con esperanza de que permaneciera intacto junto a la chaqueta de Jackson. Al menos se sentía tranquilo de que no quedara evidencia de nada en ninguna de los bares, pero su alegría disminuyó en cuanto notó que dicho objeto faltaba y que en su lugar quedó una servilleta doblada a la mitad.

Su corazón brincó angustiado tan sólo al darse cuenta que en papel estaba escrito un número de teléfono adornado con un pequeño corazón por encima. Como no quiso esperar lo peor, inmediatamente llamó sin saber con exactitud lo que diría o buscaba.

El teléfono timbró no una, ni dos, sino tres veces hasta que cedió su lugar a una voz dulzona que decía:

-Buenos días, usted llama al teléfono del señor Kim Taehyung. Por el momento no está disponible así que lo atiende su secretaria, mi nombre es Jihyo, ¿Puedo ayudarle en algo?

Namjoon sólo pudo quedarse en silencio unos segundos mientras procesaba el nombre de la persona con la que pasó la noche, entonces su lengua pudo soltar un breve- Hmm, ¿Es posible agendar una entrevista con él para el día de hoy?

-Lo lamento señor, pero sólo agendamos citas con dos meses de anticipación.

Dos meses era demasiado tiempo, tal vez para entonces ya lo habrían echado hasta lo más profundo de la miseria, no era momento para darse el lujo de esperar.

- ¿En qué horario me sería posible encontrarlo en su oficina?

-Por el momento no estará disponible hasta el día viernes, pero si gusta, puede presentarse el día viernes a las doce del día en el edificio principal de la editora Corea Times.

-Me parece perfecto.- La realidad es que mentía porque sabía que PD lo tenía a contrarreloj.

- De acuerdo, permítame tomar sus datos para notificarle al señor Kim que se presentará en la sede principal.

Una vez dada la información necesaria, Namjoon colgó la llama sin importarle dejar a la joven trabajadora perpleja tan sólo de mencionarle su nombre.

En cuestión de minutos trató de arreglar la cama y demás objetos regados por la habitación para no dejarla como si un par de animales en celo hubiesen pasado la noche ahí.

Asegurándose de guardar con cuidado el dinero de Jackson entre las capas de ropa que llevaba encima, cerró la puerta para entregar lo que correspondía al bar y de ahí dirigirse a su departamento con la esperanza de que nadie supiera nada que él no pudiese recordar o que lo metiera e más problemas.

Mala famaWhere stories live. Discover now