Mala fama

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Hoseok y Yoongi continuaron su búsqueda de un buen lugar para desayunar entre las calles aledañas a Big Hit Entertainment sin decirse nada. El pálido estaba tan concentrado en calmar su hambre que ni siquiera notó el semblante decaído de su prometido por el resto del día.

Desde hacía un tiempo sospechaba que algunas cosas no marchaban del todo bien con algunas de las agrupaciones que patrocinaba PD-Nim, a veces el ambiente era tan hostil entre todos los trabajadores que no le quedaba más remedio que bajar la cabeza cuando le metían en problemas por cosas que sus subordinados llegaban a cometer, tal era el caso de la última sesión fotográfica en la que no todos los miembros de NYX por supuestamente lucir "malvestidos".

En ocasiones no entendía cómo funcionaban los conceptos que los directivos escogían para manejar el estilo de cada grupo acordé con su rama musical y enfoque, últimamente terminaban en problemas por eso con ese grupo en específico, así que de cierta manera entendía los motivos por los cuales Jackson quería dejar de trabajar ahí. Le alegraba un poco saber que no era un conformista como los demás artistas del lugar.

Sólo Hoseok parecía seguir en negación ante su punto de vista, para alguien cuyo trabajo consistía en preparar la imagen corporal de un artista no tendría tanto sentido abandonar un sueldo "alto" contra quien era sometido constantemente a intensas evaluaciones o amenazas constantes sobre perder la oportunidad de siquiera debutar, al igual que recibir críticas destructivas constantes para mantenerse como lo que el mundo quería.

Ni el dinero o los lujos serían capaces de mantener a Jackson sometido a esa presión tan molesta, o por lo menos era lo que Yoongi usaba como justificación, cuando la paz mental era un mayor tesoro por proteger.

-¿Sigues con eso en mente? - Sentenció en cuanto el suspiro de Hoseok terminó revelando la clara divagación en la que estaba. Ambos estaban solos en la oficina que se les asignó cuando su equipo quedó fijo para trabajar exclusivamente para la agrupación, Yoongi se acercó a su pareja tomándole con cariño por la cintura mientras hundía su nariz dentro del hueco que quedaba entre las clavículas y el cuello, Hoseok quedó estremecido en cuestión de segundos. - Jackson tiene sus motivos para dejar este lugar, no pienses que vas a perder tu posición por esa decisión porque el contrato dice que...

- No es eso.- Los dedos del joven pararon sobre la boca del otro antes de que siguiera sacando su discurso en el que claramente asumió las preocupaciones que sentía.- No me importa en realidad si pierdo este trabajo, yo sé que es imposible que todo dure para siempre...sólo que la idea de imaginar todo esto sin alguno de los chicos es difícil de procesar. ¿Qué tal si en realidad nada vuelve a funcionar como antes? ¿Y sí comienzan a odiarse entre ellos?

-Hobi, a veces es necesario separar las relaciones sentimentales del trabajo. No siempre es posible que todos se adapten a un mismo ritmo, hay a quiénes les gusta tener un cambio constante que pueda recordarles no dar nada por sentado, pero no por eso la gente debe terminar con rencores de manera obligada. Lo importante es equilibrar la vida personal con la laboral, por lo tanto, es comprensible que después de tanto tiempo Jackson busque otro ambiente, verás que pronto lo encontraremos en un lugar donde sea feliz de verdad.

Hoseok no parecía muy convencido, pero de todas maneras dejó el tema antes de provocar un ataque de celos en su pareja, las cosas se pondrían feas si ese hombre creía que había alguien más dominando sus pensamientos.

Miró el paisaje neutro desde la ventana del automóvil que los resguardaba de las ligeras gotas de lluvia que caían hacia el suelo,sentía como el nudo de pensamientos avanzaba hacia su garganta sin algún tipo de piedad, quería detener cualquier impulso de hablar más del tema porque no sería capaz de soportar nuevamente el ardor provocado por los arañazos y rasguños que Yoongi le daba cada que se sentía vulnerado por culpa de sus palabras.

Sobó su estómago con una mano dentro de la bolsa de su suéter afelpado, pero el malestar no paraba, la mirada felina lo juzgó de reojo, supo entonces que no habría más miel una vez que cruzaran la puerta de su hogar.

Uno de los motivos, obvios hasta cierto punto, que causaban felicidad para Yoongi con respecto a la renuncia del idol era que no tendría que soportar la jerarquía impuesta por la empresa cada vez que Jackson le "coqueteaba".

A opinión de Hoseok, el idol solamente era alguien agradable y muy afectuoso con sus acciones, así que fácilmente podrían malinterpretarse como un cortejo; la cuestión radicaba en que Yoongi no llevaba ni un tercio de tiempo tomándose la molestia de conocerlo, además que las inseguridades provocadas por una relación del pasado tampoco terminaron de sanar cuando Hoseok llegó a su vida.

Todo el mundo le había dicho que Yoongi no era un buen partido, tal vez tenían razón.

El pálido solía ser agrio de carácter, posesivo, engreído, egoísta y un tanto manipulador con la mayoría de gente, pero también era muy dulce y atento con su pareja, Hoseok era incapaz de creer que esas personas le decían la verdad porque su relación se basaba en un círculo de reconquista constante,además que se negaba a aceptar que el sexo salvaje contaba como una especie de agresión.

Jackson fue de los primeros en hallar banderas rojas en ese vínculo, como Hoseok era muy amigo suyo en ese momento, no dudó en señalarlas antes de que sucediera algo peor. Fue una lástima que Yoongi escuchara esa plática y tomara un "te quiero" de su amigo como pretexto para hacer que el menor no volviera a hablarle con la misma confianza del pasado.

Volviendo al presente, el auto se detuvo y el pálido arrancó las llaves sin algún cuidado, claramente habían llegado a "casa".

-Bájate.- Ordenó sin mirarlo.

-¿No vas a entrar?- El semblante de preocupación en la cara de Hoseok no tenía precio. Los ojitos brillosos delataban la enorme cantidad de lágrimas capaces de salir, pero eso no le importaba al mayor, retiró su mano de la palanca antes de permitir un contacto entre ambos.- ¿Gigi?

-¡Bájate de mi puto auto!

Ese grito lo quebró, pero no pudo ni siquiera darse el lujo de llorar en el asiento porque Yoongi ya lo había tirado fuera y cerrado la puerta sin esperar siquiera a que se parara en la banqueta.

Entonces sólo gritó antes de que el auto se alejara más -¡Ni siquiera me dejaste las llaves!- pero no obtuvo respuesta ni del viento. La enorme casa a su espalda le llenó de dolor la mente, le recordaba cuán ajeno era a esa vida idílica en la que, aparentemente, tenía todo lo que soñó en su niñez.

No tenía ganas de pedir ayuda o buscar la llave de emergencia bajo el tapete de la entrada, sólo sacó su teléfono y llamó al contacto de mayor confianza ante un problema: Taehyung.