homofobia | hyunin

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Hwang Hyunjin

Miércoles 7:47 am

Estaba apunto de cerrar los ojos por el pesado sueño que me cargaba, un miércoles por la mañana en plena clase de matemáticas, no me interesaba ni un poco de lo que estuviera hablando el maestro.

Tenía unas oscuras ojeras alrededor de mis ojos, me había dormido a eso de las 2 de la madrugada, el día anterior tenía un gran insomnio, normalmente me sucede algunas veces, ya me estaba acostumbrando.

Había veces en las que no podía dormir en toda la noche, algo me hacía quedarme despierto, algo que todavía no lograba encontrar, había ido al doctor muchas veces para descifrar mi percance, pero siempre me daban respuestas estúpidas que no me ayudaban.

Así que durante los últimos meses olvide el tema.

Estábamos a unos minutos de salir al recreo, y mis ojos irritados gritaban por cerrarse y poder descansar.

-- amigo, te ves super demacrado, normalmente soy yo el que siempre tiene sueño. -- escuché a mi lado, la prominente voz de Han.

-- no estoy de humor ahora.

-- umm, te daría un consejo pero yo me despierto como tú todos los días.

Cerré los ojos por un momento y sentí la gloria llegar hasta mis entrañas, podría dormirme en ese mismo instante.

-- por cierto, ¿no has notado que Jeongin no te deja de mirar?

Y como si fuera obra de magia, abrí los ojos de sobremanera, mi mirada se movió hasta el último nombrado, encontrándome justamente con los ojos del mocoso.

Volví a cerrarlos, ahora con un mueca de asco plantada en mi rostro.

-- amigo, por lo menos disimula, solo falta que te le vomites encima.

-- eso es justamente lo que quiero hacer. -- mencioné ahora, abriendo los ojos y viendo en dirección a mi amigo.

-- te daría una patada si no fuera por qué también me cae mal el niño. -- hablo ahora, susurrando.

Aún seguía sin entender la razón por la que le caía mal, y aún más, por qué le importaba tanto el que pensará minho de el, ahora que lo sabe. A veces sinceramente parece como si siempre quisiera hacer lo que el le dice.

Son mis sospechas, pero hay momentos en los que se le nota que quiere agradarle en todo. No me molesta, pero llega a un punto en el que harta.

Deje de lado eso, centrándome en los minutos que faltaban para salir al recreo. Y aunque no quisiera, durante esa estancia, pude notar la pesada mirada de Yang sobre mi.

Al principio trate de no darle importancia, pero luego sentir sus ojos sobre mi me estaba cansando, me daba asco que me mirara, y durante un momento me recalcule mandarlo a la mierda.

No podía hacer literalmente nada sin sentir su mirada sobre mi.

«respira hwang, se amable»

Pero el momento en que levanté la vista y cruce la mirada con los ojos de Jeongin fue la gota que derramó el vaso. En sus mejillas se pudo apreciar un tono rojo, se había sonrojado, ¡solo con mi mirada! Que demonios le estaba pasando a ese mocoso.

Jeongin ya había volteado su mirada, sin embargo la mía seguía plantada en el, miraba su espalda, cabello, cuello, todo de arriba a abajo, ví perfectamente como se acariciaba la oreja en el momento en que se apartó.

Y aunque hubiera volteado la cabeza, el color rojo se seguía notando en sus orejas y una mínima parte de su cuello. Ese niño parecía un tomate vivo.