Capítulo 8

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Ryujin siempre ha creído que lo que hace fuerte a todas las familias y en general a los diferentes grupos de personas que existen en el mundo son sus habilidades particulares. Esas cosas en las que son extremadamente buenas y que pueden aprovechar para hacer cosas increíbles.

Como en su familia, ella no conoce a nadie más carismático que Beomgyu, por eso es él quien se encarga de hacer todos los tratos que podrían resultar difíciles para Rosé.

O está Rosé que es inteligente a un nivel superior y resuelve todas las cosas que le pongas enfrente. Y, si tuviera que elegir una sobre si misma diría que es su capacidad de concentración, porque cuando se fija un objetivo es imposible que no lo logre.

Pero, por el lado contrario, así como todos tienen habilidades fuertes siempre tienen algo que podrían mejorar- o eso es lo que su madre decía.

Ese conjunto de cosas hace a las personas ellas mismas. Las hace seres humanos diferentes e irremplazables.

Cuando piensa en las cosas que su familia podría mejorar las tiene claras: Beomgyu suele procrastinar a niveles estúpidos y Rosé no sabe muy bien como dejar de ser controladora. Y es sabido por todos que, Ryujin no es paciente.

Su madre solía decirle que la paciencia era una virtud, y que si no se nacía con ella se podía trabajar. Ryujin la ha trabajado a lo largo de los años, y podría haber dicho que era realmente mejor.

Diablos, ella podría haberlo asegurado.

Hoy, después de haber pasado casi seis días sin saber nada de Yeji ya no está tan segura.

Ha tratado de ser paciente, de no entrar en pánico y de darle tiempo para resolver lo que sea que la ha tenido desaparecida casi una semana. Ryujin está en su oficina, sentada en su escritorio viendo un borrador de un alumno que no podría encontrar la definición de derecho, aunque la tuviera pegada a la frente.

Resopla, toma su teléfono, desliza sus mensajes hasta que llega a la conversación con Yeji, el último mensaje que la pelinaranja le mando el martes en la noche sigue ahí "surgió algo, tengo que resolverlo."

Después de eso, Ryujin le mando varios mensajes, todos sin respuesta, ni siquiera podría asegurar que Yeji realmente los leyó.

Ella en serio pensó que se trataba de una cosa sencilla, que necesitaría de un par de días para solucionarse, pero cuando Yeji no llego a su clase del jueves comenzó a preocuparse de verdad, luego cuando tampoco entro a su clase del viernes entro un poco en pánico.

Hoy es lunes y oficialmente se encuentra desesperada, no sabe si esto es algo tan grande que necesita muchos días para resolverse o si algo terrible paso y ella está esperando simplemente un mensaje de texto cuando podría hacer algo para ayudar.

También está la posibilidad de que Yeji le haya dicho adiós sin decírselo directamente, aunque ella no haría eso ¿no?

A Ryujin le duele un poco el estómago solo en pensar en eso, y ella no sabe bien por qué. Sabe sin embargo que si quisiera averiguarlo podría meditarlo un momento y resolverlo, ella definitivamente no quiere hacerlo.

Pasea en poco en su oficina y se muerde una uña. Piensa un poco en sus opciones y lo sabe, sabe cuándo toma su decisión.

Ella necesita saber que pasa y necesita saberlo ahora, así que toma su teléfono y sale de su oficina.

Camina por el campus rumbo al edificio de arte, sube las escaleras y revisa las puertas.

Se detiene frente a la puerta de un salón, respira profundamente, la golpea suavemente y la abre un poco.

Sí me dices que si. | RYEJI |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora