10 Corbata

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Los besos llenos de manoseo nublan sus sentidos, parece que Seishu tiene un mapa de su cuerpo porque sabe donde besarlo o morder para que Hajime ceda a la excitación.

—Eres un lío.—Seishu tomo el mentón de Hajime, paso su lengua por su cuello volviendo a succionar, entre marcas y feromonas haría saber que aquel beta pertenece a alguien, mientras sea su juguete y le sirva para mantener quieta a su madre.

Movió su cadera frotándose contra su entrepierna, ambas erecciones son evidentes, Hajime subió sus brazos para sostenerse y caer, quería tener un omega entre sus brazos pero terminará él en brazos de alguien más, esos ojos verdes brillantes que lo devoran lo tienen controlado.

—Me duele.—Se quejo entre jadeos, Seishu le dio la vuelta pegandolo contra la pared bajando su boxer, los moretones de las nalgadas aún son tenuez.

—Andas por ahí moviendo el culo con mis marcas ¿que debería hacerte?—Hajime no respondió pego su frente contra la pared, ni siquiera se reconoce en este momento llego a considerar que el cóctel estaba adulterado pero una parte se niega a creerlo. El látex contra su entrada lo hizo recuperar su poca cordura ¿que está haciendo? Estaba por oponerse cuando un dedo entró en su interior.—Me duele sacalo.

—No digas tonterías ¿como te va a doler?— movió su dedo en su interior apretado, si no lo prepara bien, no saldrá bien. Los quejidos de Hajime aumentan al sentir el segundo dedo.— Estás muy apretado ¿eres virgen?

—No y si.—Respondió entre lloriqueos siente que morirá en cualquier momento por los largos dedos, aunque el dolor comienza a mezclarse con esa estúpida sensación. Intento mover su mano pero Seishu la atrapo.

—Se claro.—,Ordenó moviendo sus dedos dentro al escuchar el grito de placer de Hajime, sonrió ligeramente ha encontrado aquel dulce punto. La corriente de placer lo asusto jamás ha sido tocado en ese lugar y sin darse cuenta se había corrido, las piernas le flaquearon. Odio a Seishu por la facilidad con la que hace que eyacule.

—He tenido solo sexo con mujeres betas.—Dijo reponiendo su aliento, Seishu rodó los ojos pero al mismo tiempo se sintió orgulloso al saber que lo estrenará.

—Al parecer mi juguete de verdad es nuevo. —Dijo con burla sacando sus dedos del interior de Hajime, escuchando el jadeo.—Vamos a la cama. Si seguimos en el baño te vas a lastimar. —Hajime lo miro con desprecio.—Relaja esa mirada.

Seishu salió del baño y espero a que Hajime saliera del baño, tiene una mirada temerosa pero llega a la cama sentándose, Seishu se acerco a él acariciando suave sus mejillas.

—En club no parabas de moverles el culo.—Paso su pulgar por sus labios suave, abriéndolos metiendolo despacio a la boca, esa mirada brava de Hajime le gusta aunque se contradice con no moverse y quedar a su merced. —Me pregunto ¿que límite tienes? Date la vuelta.

No se mueve en absoluto, no pensó que llegaría tan lejos, Seishu se desespera al ver que Hajime no se mueve, brusco lo toma del hombro para girarlo, dejandolo de rodillas con su pecho pegado al colchón, Hajime no comprende esa estúpida satisfacción que le genera la rudeza de ese desagradable tipo. Seishu se quito tu corbata la necesita para que Hajime no esté metiendo las manos.

—¿que me estás haciendo?—El nudo en sus muñecas sobre su espalda erizo su piel algo mezclado entre miedo y excitación.—Sueltame maldito loco.

Hajime intenta moverse y safar sus manos del nudo, esta muy apretado, esta a merced de ese idiota, un líquido frío resbala por su entrada y se sobresalta a un más.

—Tienes que estar bien lubricado, los betas no se mojan.

—¿lubricar para q.... ahhh

Los dedos volvieron a entrar, el dolor y placer no lo dejan moverse como quisiera, tiene peso de su cuerpo en su pecho lo que permite que pueda estirar una pierna y patearlo pero realmente no quiere hacerlo. Sus dedos vuelven a invadir su interior y sus jadeos incontenibles se hacen más fuertes.

Seishu sonríe ligeramente malicioso esa exquisita voz le encanta, su ego crece al saber que desvirgara al beta que tiembla y jadea por tres dedos, saco sus dedos y abrió su pantalón sacando su miembro erecto, jugueteo con su punta a rozar la bonita entrada.

—¿Cuánto podrás resistir?

Hajime mordió su labio al sentir como juega con su entrada, entro la punta y dio un grito.

—Duele, duele mucho sacalo.—Seishu le ignoro y se movió entrando un poco más, Hajime lo aprieta y le impide moverse.—No puedo.

—Tienes que respirar y deja de apretar por eso te duele.

Los lloriqueos de Hajime impulsaron sus ganas de hacerlo pedazos y en una brusca estocada metió la mitad de su miembro, Hajime abrió su boca sin poder gritar, su cuerpo ardía en placer, la rudeza con la entra y sale le produce un cosquilleo que no había experimentado. Durante el sexo ha sido inquieto disfrutar tocar sus cuerpo y besar cada centímetro pero este tipo lo tiene con el culo alzado y las manos atadas y no puede dejar de gemir.

La velocidad de las embestidas van en aumento. Seishu patán de mierda pero es consiente que intentar meterlo todo la primera vez en un beta podría resultar trágico, mira su espalda y con una mano sube el torso tan liviano sin dejar de embestirlo, muerde los hombros dejando marcas, mira como sus lágrimas resbalan mezcladas con saliva.

—Hajime.—Su voz ronca en su oído altera sus sentidos, presiono su mentón.—Abre la boca.—Abrió su boca y Seishu sonrió escupio en ella, Hajime lo trago sin quejarse. —Buen chico.

Salió del interior de Hajime, se sento en el filo de la cama para ponerlo sobre su regazo y volver a embestirlo, paso su lengua por sus pezones mordiendo y dejando chupetones.

—Si le mueves el culo a otros, te voy hacer cosas horribles.—Advirtió antes de morder su cuello, Hajime sintió que su mundo de detuvo en ese instante, eyaculo mojando a ambos, un líquido cálido se derramó dentro de él y las palpitaciones lo hacían temblar. Salió de él recostandolo, Hajime cubierto de sudor, semen en el abdomen y saliendo de su trasero con sus manos atadas y la respiración agitada sin tener idea de dónde está.—Es una lastima que seas beta.

Hajime cerro los ojos, dejando su destino en las manos de Seishu. Abrió sus ojos con pesadez y dolor en su espalda baja le hizo traer todos los recuerdos de golpe.

—¿Que mierda me pasa?—Se regaño haciéndose bolita en la cama, suspiro un par de veces hasta que se levantó de la cama, algo comenzó a resbalar de su trasero y llevó su mano a aquel líquido.—Ese pendejo ni siquiera me limpio.—Se bañó aún con la incomodidad de tener algo resbalando, encontró su ropa seca y salió del hotel, tomando un taxi para llegar a casa de Kisaki.

—¿Dónde estabas?—Kisaki lo miro aterrado una vez que entro por la puerta.—¿Por qué caminas así?

—No digas nada.—Se sentó despacio suspirando de alivio.

—¿También se te enferman las piernas?

—Callate Kisaki. Ya no voy a juntarme tanto contigo, se me pegan tus estupidez.

—¿Y por lo menos lo disfrutaste?

—No quiero hablar de eso.

Hola ✨️ 
Espero les guste el capitulo.

Estaba pensado que el Kokonoi de "The boy is mine" se agarra a putazos a este Kokonoi por como se deja mangonear 🤣💖

Gracias por leer. 💖

Arsénico [InuKoko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora