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Luna miró a Nico con los ojos bien abiertos, no podía creer que Exequiel estuviera echándole la culpa por algo que ella no había hecho.

Nico no entendía nada ni porque de repente Luna se había puesto blanca como un papel y su rostro había cambiado por completo a seriedad. Miro el celular en sus manos y nuevamente a ella.

— ¿Es Changuito no? —preguntó.

Luna le pasó el aparato a Nico y este leyó el mensaje. ¿Cómo podía echarle la culpa? Le devolvió el celular a ella y se quedó en silencio a su lado unos minutos.

— Nico, si a Exe le hacen algo por mi culpa me puedo llegar a morir —murmuró Luna, preocupada.

— No hiciste nada, ni siquiera llamaste a la policía, que se haga cargo de lo que hizo.

— Nico, no entendés... yo lo quiero mucho... si algo le pasa, si lo echan, si lo expulsan... ¿Qué hago? ¡Le arruinó la carrera para siempre!

Luna empezó a dar vueltas por el lugar, inquieta. Ni siquiera le había respondido el mensaje a Changuito. Agarro el celular, dio vueltas con los dedos y finalmente contestó.

"Hablemos".

— ¿Qué hago? —preguntó sin saber qué hacer.

— No mientas, decí la verdad, que discutieron, que no pasó nada... es lo único que se me ocurre.

Nico cruzó la barra que los separaba y se acercó a ella, dándole un abrazo. Luna se quedó inmóvil, intentando no pensar en que podía arruinarle la vida a alguien que había querido muchísimo.

El celular sonó nuevamente, con la respuesta de Exequiel.

"Voy a tu casa cuando salgas de trabajar".

— Bueno, no me queda otra que hablar con él sobre lo que pasó... de verdad me siento muy mal Nico —murmuró Luna todavía en los brazos de él.

Él la apretó un poquito intentando calmarla. Si le preguntaba, por él Exequiel podía hacerse cargo de lo que hizo, pedirle disculpas a Luna en vez de echarle la culpa y seguir como si nada.

Nico se quedó con Luna hasta que cerró la cafetería, la chica estaba muy nerviosa. De repente no hablaban de casi nada, ella estaba en otro lado, tenía la cabeza en algún otro lugar.

Se despidieron con un abrazo y Luna se dirigió a su casa, en dónde Changuito ya la estaba esperando. Ella se bajó del auto intranquila pero Exequiel parecía todo lo contrario, se lo notaba relajado.

— Exe, perdón por todo, yo... —empezó Luna acercándose a él.

— ¿Podemos hablar adentro? —la cortó Changuito.

— Sí, pasa, pasa.

Los dos entraron en la casa y Changuito, como de costumbre, se sentó en el sillón. Luna se sentó a su lado, en silencio, pensando en qué decirle a continuación pero Changuito empezó a hablar primero.

— Desde el club me dijeron que, por el momento, eligen creer en mí.

Luna respiró de alivio, al menos no se había metido en problemas graves.

— El próximo partido no lo voy a jugar, supongo que como forma de castigo, pero es eso a que me rajen —terminó Changuito.

— Exe, de verdad que lo siento mucho, no pensé que ibas a tener problemas por lo que pasó.

— Perdóname por echarte la culpa, estaba caliente y no pensé en lo que decía —siguió Changuito, ignorando las palabras de ella— Ese día fui un forro y yo no soy así.

𝒰𝓃𝒶 𝒷𝒶𝓁𝒶 | ɴɪᴄᴏ ꜰɪɢᴀʟ | 𝙲𝙰𝙱𝙹 | +18Where stories live. Discover now