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Minseo acomodó su cabello mientras esperaba, sus lentes no querían mantenerse fijos en su sitio y se sentía extraña, nuevamente, no sería una sesión, Jungkook le había pedido que fuese como visita. Descubrió entonces que él prefería conversar con ella en un ambiente que no fuese de consultorio y no se equivocaba, ese hombre sentía un odio incomprensible por las personas de su profesión.

Ese día la tomó desprevenida, había salido con Jihyo a comprar cosas de chicas y cenar en algún lugar bonito, así que tenía un maquillaje distinto al usual, se había delineado, su cabello estaba muy lacio y tenía un brillo labial más notorio. Solo llevaba consigo su bolso y una caja que... era un regalo para Jungkook.

Pero se trataba de un regalo que iba a servirle mucho para aprovechar su tiempo, así que no era incorrecto.

La puerta se abrió, Minseo se puso de pie y Jungkook entró luciendo apurado, el guardia lo detuvo para quitarle las esposas, Minseo notó su cabello mojado y apenas estuvo cerca, sus fosas nasales fueron impregnadas con el aroma a limpio, olía a jabón. Se quedaron viendo unos segundos.

—¿Acabas de ducharte?

Él asintió.

—Estaba lleno de pintura y polvo— relamió sus labios, sentándose a la par de ella—¿Por qué te ves así?

Lo miró confundida.

—¿Así cómo?— tocó su propio rostro—Salí con mi amiga, así que, me maquillé un poco más, supongo que a eso te refieres.

—Mm— le sonrió un poco— muy bonita.

Solo dos palabras cortas y simples le llenaron el pecho con inmediatez, se quedó de piedra, no entendió por qué, Minseo recibía cumplidos, no todos los días, pero los hombres la halagaban, la llamaban preciosa, guapa, atractiva.

¿Bonita? Era la primera vez, tal vez fue eso lo que le sorprendió. Estaba exagerando.

—Muchas gracias— volvió a acomodar sus lentes— entonces, has estado pintando todos estos días.

—Si, de hecho, me metí en problemas por eso— apoya sus manos en la mesa— desde los quince me gusta dibujar, pintar y todo eso, lo dejé porque me estaba obsesionando mucho y ahora que lo retomé, entiendo que dicha obsesión no era una broma— Minseo igualmente se apoya en la mesa, sonriendo con gracia por la anécdota— me robé las pinturas del taller y he pintado algo en la pared de mi celda.

—¿Qué te han dicho?

—Que no puedo hacer mis mierdas en las paredes— se inclina más, para hablar bajo y que el guardia afuera no le escuche— todo ha estado muy tranquilo estos días, no ha llegado nadie nuevo, dos salieron ayer, amigos de mi tío— ella escucha atenta— han permitido que las visitas traigan más cosas, pero prohibieron las cartas, creo que alguien vendrá a revisar nuestro estado y las condiciones en las que estamos viviendo, supongo que eso tiene algo que ver con la paz que estamos viviendo.

—¿Eso no es bueno?

—Solo por ahora— señala entonces la caja que tiene en el suelo junto a su silla—¿Qué es? ¿Más pollo frito?

Minseo suspira, negando y agachándose para tomar la caja y ubicarla sobre la mesa, colocó ambas manos sobre la superficie.

—Te he traído un regalo en calidad amistosa ya que esta es una visita y no una de nuestras sesiones— su voz interior la regañaba y la llamaba poco profesional, pero quería ignorarla— dijiste que en las visitas somos amigos, no psicóloga y paciente.

—Eso dije, hoyuelitos— se burlaba, lo sabía— dime qué me has traído esta vez, mi regalo para tí todavía no está listo, dame tiempo.

Abrió la caja, ya la habían revisado y para su sorpresa no hubo gran problema, Jungkook tomó uno de los envases y arqueó su ceja derecha, volviendo a sonreír con complicidad viendo a Minseo.

𝗣𝗿𝗶𝘀𝗼𝗻𝗲𝗿 𝟭𝟯𝟬𝟳❝𝗷𝗷𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora