Quince.

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Son cerca de las once de la noche y
hace casi media hora que Yoongi no
ve a Jimin por el lugar.

En algún momento de la noche el
Omega desapareció del gran salón en el que se desarrollaba la fiesta y el hecho de que aún no haya regresado le hace creer que se fue de la mansión.

Su madre se había acercado a Jimin unos minutos después de que él se alejara, acompañada de la señora Park. Ambas se sentaron a cada lado del Omega y los vio desde lejos entablar una conversación. Supo que no era una agradable cuando Jimin agachó la cabeza, quizás jugando con su anillo y nos minutos después fue su madre quien coronó el momento perdiendo los estribos por unos segundos frente a varios invitados.

Yoongi no pudo evitar pensar en lo que le había confesado Jimin al llegar a la fiesta y por la expresión pálida que este tenía junto a ambas mujeres, quizás sí era verdad que su madre se comportaba como una total mercenaria con el Omega.

—Hola, guapo.—El suave aroma a chocolate lo invadió antes de que
pudiera girarse a ver de quien se trataba. Jimin tomó asiento a su lado, con las mejillas rojas y una copa de champagne en la mano.—¿Qué hace un Alfa tan lindo como tú aquí solito?—El Omega le preguntó y Yoongi se rió poquito.

—Estaba esperando por mi esposo que había desaparecido.—Confesó, siguiéndole el juego.—Pero al parecer
él no sabe lo peligroso que es dejar
a un Alfa de mi categoría solo en una fiesta plagada de Omegas que se
morirían por obtener un poco de mi
atención.—Jimin sonrió hacia él,
luciendo complacido por sus palabras.

—Quizás yo soy uno de esos Omegas que daría el alma por un poco de tu atención esta noche.—Confesó y Yoongi se fijó en sus pómulos sonrosados, su mirada brillante y el ligero aliento etílico que salía de entre sus labios.—¿Qué puede un Omega como yo hacer para obtener tu atención, Alfa?—Yoongi ve cortos destellos azules refulgir en los ojos oscuros de Jimin.

—Tu simple presencia es suficiente
para llamar mi atención, bonito.—El
Omega sonríe, sonrojándose aún más
y Yoongi se ríe con él, sintiéndose
un poco infantil al coquetear con su esposo como si se tratara de otra
persona.

Jimin termina el contenido de su
copa en un solo trago y vuelca luego
toda su atención en Yoongi. El Alfa
lo ve recorrer su cuerpo con la mirada, detallando cada parte con un descaro que no es propio de él y que le hace percatarse de que el Omega tiene varias copas de más en su sangre.

—En ese caso...—Jimin inicia, inclinándose hacia su cuerpo hasta
quedar muy cerca y pronto todo lo que captan sus sentidos se limita al Omega: a su olor, a su calor, a su rostro bonito a centímetros del suyo.—Espero que me permitas quedarme mientras esperas a ese Omega que no sabe lo que se pierde al estar lejos de ti.—Le dice en un ronroneo, rozando sus labios.

Yoongi lo mira a los ojos, los iris
oscuros brillando con ligeros destellos
azules y la pupila dilatada debido al
alcohol. Jimin deja ir un suave
jadeo sobre sus labios y lo próximo que sabe Yoongi es que se están besando.

Los labios del Omega se mueven
bruscos sobre los suyos, en un beso
demandante que le quita el aliento. La
lengua de Jimin se cuela dentro de
su boca, aprovechando un corto jadeo
que escapa del Alfa y pronto el sabor
a champagne mezclado con algo dulce
invade su paladar debido al choque de sus lenguas.

El Omega gime bajito en su boca,
tomándolo de la nuca para atraerlo
más cerca de sí mismo, mucho más
cerca. Jimin no quiere que haya el más mínimo espacio entre su cuerpo
y del Alfa, quien sonríe sobre su boca,
alejándose un poco al percatarse de
que el beso que comparten no está
reservado para el lugar en el que se encuentran.

𝐏𝗎𝗌𝗂𝗅á𝗇𝗂𝗆𝖾 ⤿✽ 𝐘𝗈𝗈𝗇𝗆𝗂𝗇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora