mentiras.

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─no sabemos quienes somos hasta que nos encontramos realmente...─era una frase que extrañamente recordaba, una voz desconocida unas palabras conocidas─ y no nos encontramos realmente, si no nos buscamos.

era como un sueño, era igual a la vez que vi a ese droide perdido en la arena, o como cuando logré ver los ojos de el dueño de este droide.

pero esta vez, era ese sable flameante, golpeando tan cerca de mi cuello que podía sentir de cerca como las chispas quemaban mi piel de forma lenta, no habia un rostro, la espada era el odio manipulado para verse de esa manera, no tenia ojos, no habia labios o nariz, escondía todo aquello detras de su odio. nadie entendería los sentimientos que desarrollaron este odio interminable que determinaba el destino de todas las galaxias que azotaba. pero yo sabía la clase de sentimientos que llevaban a esa clase de odio, un odio tan grande que era avergonzante mirarlo a la cara.

lo habia aprendido de alguna manera, tal vez me habían dicho que habian sentimientos malvados... cuales de ellos no seguir. era casi como verme al espejo, solo que la silueta de kylo ren, tan oscura como intimidante no me daba miedo, ya la conocia tan bien como la propia. si él acababa conmigo viviría de alguna manera dentro de él, cada vez que mirase su reflejo. del otro lado estarían los mismos sentimientos.

abrí mis ojos, casi volviendo a respirar, quise moverme inmediatamente, pero no lo logré. tomó algo de tiempo adaptarme a la fuerte luz blanca a la que estaba expuesta, después de todo tenia un increíblemente gigante foco sobre la cabeza. bufé luchando con las cerraduras de metal que me mantenían en mi lugar.

─no hay un historial sobre tí.─dijo, la voz robótica parecía extraña de escucharla, cómo si de alguna forma hubiera reconocido su voz real y no la pudiera escuchar de nuevo.─ nadie sabe tu nombre o tu apellido, no hay rastros de tu familia... solo hay un registro.

no respondí, el apareció del lado derecho de mi mirada, apareciendo desde la oscuridad, yo volteé al lado contrario la cabeza por completo. no quería verlo en absoluto.

─estás viviendo en una casa que conozco.─murmuró y yo observé varias herramientas puestas cuidadosamente sobre bandejas, en un lugar dónde podian ser movidas con facilidad... ¿una sala de interrogatorio o una sala de tortura?─ ¿de donde vienes?

yo no pude ignorarlo, esta vez, dejando caer la cabeza a mi otro hombro, encontrándolo parado frente a mí con la frente en alto. no dije nada en absoluto, y el apretó los puños, enguantados. hizo un sonido que me disgusto.

─¿porqué tuviste miedo cuando me viste?─pregunté y el pareció extrañamente herido por mi pregunta, como si hubiera dado un golpe directo debajo de la máscara. la mascara no era más que un muro, donde le gustaba esconderse.

─¿qué?─su pregunta se deslizo de forma irrespetuosa sobre sus labios, era lo más genuino que había dicho en quién sabe cuánto tiempo.

yo sonreí, mientras me reía por lo bajo, el lo notó, y levanto su mano apuntandolo directamente a mi cuello, apretando hasta que mis vías respiratorias se cerraron alrededor de la nada, pero mi sonrisa no se borró con temor.

─supe desde que te ví, que somos lo mismo.─dije a pesar de no tener aire, mi voz sonó extraña... ahogada.

él grito, soltando mi cuello, acercandose a uno de los tableros que sostenían las bandejas con todo tipo de herramientas para lastimar y la pateó hasta el otro lado de la habitación, golpeó la pared haciendo un ruido seco.

─¡dijiste que no eras un jedi!─a pesar de la distorsión la ira sobrepasaba el modulador de voz, yo parpadeé con una sonrisa ganadora.─ sin embargo quise leer tu mente cuando estabas dormida... y no pude hacerlo, ¿porque?

─porqué eres débil.─noté, mirándolo directamente a los ojos, no había máscara para mí, sabía que su mirada pasaba aterrada por mi rostro, siendo atrapado por los mios.─ como yo.

el encendió su sable de luz, apuntandolo directamente a mi cuello, pero no lo movió un solo centímetro. intentó hacerlo, empuñarlo contra mi cuello y terminarlo, sin embargo no importaba cuánto empujaba, no podía continuar.

fue extraño, pensé que era algo que era obra de alguien más, pero cuando tiró su sable contra la pared, golpeando otras cosas detras mío, destruyendolas en el proceso, sentí algo liberándose de mí. ¿lo hice yo?

─¡¿de dónde vienes?!─gritó, pero yo volteé como pude a ver el desastre de mi espalda, no lo logré, apenas veía algo con la luz blanca que cegaba mis ojos de la oscuridad que rodeaba la habitación.

─¿porqué usas una máscara?─pregunté, tomándolo por sorpresa de nuevo, esta vez lo que me dió la pista fue que retrocedió unos pasos.─ de todas formas todos creen que eres débil, eso jamás podrás esconderlo.

algo metálico voló frente a mi rostro y chocó contra, una vez más, una de las mesas llenas de bandejas haciendo un estruendo gigante que no paró hasta un tiempo después, como cuando el viento vuela la arena y toma un momento disiparse. cuando eso ocurrió lo ví, lo primero que noté fueron sus ojos.

─¿de dónde vienes?─dijo, sonaba como una última advertencia, yo asentí mientras continuaba guardando el contenido de su rostro. cuando no había un muro para defenderlo, tenia los mismo sentimientos que yo.

─no lo sé.─admití, lo que lo hizo fruncir el ceño, apretando los puños, sus venas en la frente se marcaron levemente─ tú lo dijiste, vivo en una casa que conoces bien... tal vez tu sepas más que yo.

─no.─el se rió negando con la cabeza, una risa molesta y falsa... tal vez incredula.─ ¡respóndeme!

yo me reí de su exasperación, estaba tan molesto conmigo que no había notado que estaba mostrándome sus sentimientos de lleno, como si hubiera tirado su espada al suelo durante un duelo, yo sin embargo no lo traicioné. también tiré mi propia espada al suelo.

─mi memoria fue borrada.─dije y el tragó saliva, mirándome fijamente, como si intentara descubrir si era cierto, estaba inseguro─ solo... desperté en tatooine, eso es todo lo que sé.

─¿hace cuanto tiempo?─preguntó, apretando mis hombros, cómo si estuviera escurriendome, pero su contacto solo hizo más evidentes sus propias debilidades.

─tres... años.─dije, tomándome mi tiempo, su mueca sobre sus labios me dejó en claro que no era la respuesta que esperaba recibir, su ceño se frunció con molestia, sus manos dejaron de apretar mi cuerpo.─ solo encontré un sable de luz, y supe cómo usarlo.

sus ojos pasaron por mis ojos una eternidad, él se tomó su tiempo, su expresión terminó por caer por completo hasta desaparecer, como si estuviera decepcionado, pero el unió sus cejas y respiró extrañado.

─no tengo la fuerza.─terminé, pero el negó la cabeza, alejándose de mi por completo. llamó con su mano su máscara, escondiendo su rostro y emociones lejos de mí. llamó a su sable de luz de la misma forma, este voló sobre mi cabeza.

─estas mintiendo.─murmuró con dolor, y yo ladeé mi cabeza, esta vez me sentí ofendida de su implicación. estaba siendo más sincera que nunca.─ la basura jedi, siempre mintiendo...

él parecía más herido de lo que pensé, sus ojos no me miraban, su rostro se encontraba apreciando la oscuridad del cuarto, tenía miedo de que estuviera llorando bajo la máscara.

apretó su sable de luz, y lo encendió de nuevo, apuntandolo hacia mi cuello, justo como en mi sueño, reviviendo aquel sentimiento extraño de mi garganta ardiendo por el calor del sable de luz, incluso si solamente era la punta de este, y el estaba tan lejos, como si no quisiera quedar implicado en mi muerte. el agarró su sable con tal fuerza que sus guantes rechinaron con el material metálico, el se quejó por debajo de la máscara, parecía herido, intentando empujar con su cuerpo.

solo logró desviar el golpe y termino quemando mi hombro sin querer.

RISING | KYLO REN, FINNМесто, где живут истории. Откройте их для себя