a qué costo.

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no tuve mucho tiempo para llorar de dolor por mi brazo, solo estiré mi cuerpo de manera extraña, hasta que conseguí llegar a mi bolsillo con una de mis manos, incluso si dolía la posición incomoda en la que estaba, conseguí obtener uno de mis clips de cabello. el que guardaba como repuesto si el viento se ponía demasiado fuerte con la arena terminando por ensuciarlo todo por completo...

la vida en tatooine parecía tan simple ahora.

logré insertar el clip dentro de la cerradura, y este hizo un sonido al abrirse, liberando mi mano derecha, yo sonreí aliviada, terminando por quitar el resto de mis ataduras, quedando en la habitación algo perdida mirando a mi alrededor, no encontré mi sable, pero encontre algo que serviría para defenderme tanto como ese sable de luz.

un soldado de ataque no tardó en entrar a la habitación, habia logrado empujarlo hasta adentro y cerrar la puerta sin llamar la atención de nadie. ahí empezaba mi suerte de nuevo.

hice una mueca mientras miraba su cuerpo en el suelo, me pregunte si había sido demasiado dura, tal vez... quité el casco de la cabeza encontrando con una chica de tal vez mi edad.

me quedé en silencio mirando su rostro con cuidado, no había sangre, ella parecía estar durmiendo. su cabello caía rubio y corto hasta abajo de su mandíbula, tenia el rostro decorado de pecas y un lunar encima de su labio. limpié mis lágrimas, que me dificultaban verla a los ojos... y yo me quejaba de mi destino.

ella terminó en mi asiento en un momento y la miré mientras acomodaba el traje blanco sobre mi cuerpo, mis ojos pasaron por todos lados... quería pedirle disculpas.

coloqué el casco sobre mi cabeza, deslizandolo una vez más cómo lo había hecho anteriormente. caminando fuera de la celda, ahora mas perdida.

si no hubiera sido una chica frente a mí, ¿me hubiera sentido de esta manera? sentí escalofríos al seguir un grupo de soldados que iban en fila, me puse detras de uno de ellos y simplemente miré al frente. ¿ella tendria una familia? ¿los conocería?

me sorprendió ver un rostro tan humano detras del casco... así como pasó con él. aunque los sentimientos de la chica no estaban por todo el lugar, sino parecia en paz. una vez más, ella era el reflejo de mis sentimientos. la empatía.

─HK-671.─dijo uno de los altos rangos cuando pasé por un lado de él, siguiendo al grupo. entonces noté que estábamos a punto de subir a una nave, pequeña en comparación con el resto.─ aquí tienes.

empujó una moneda de plata en mi pecho, casi deshaciendose de ella. yo la miré con confusión, y escuché una alarma sobre todos lados, mi corazón se aceleró y miré hacia atrás.

imaginé sus ojos mirándome desde el piso de arriba, donde se encontraba, pero solo parecía buscando por algo que pudiera dar por hecho que era yo. yo dejé de mirarlo y entré a la nave sentándome en el último lugar disponible, el corazón rebotando como loco.

─¿a donde nos envían esta vez?─preguntó uno de los soldados de asalto, cansado, perdiendo la postura una vez la puerta se cerró, siseando para atrapar el oxígeno dentro.

─no lo sé, espero que no a jakku de nuevo.─se rió molesto otro de ellos, frotando su casco, como si le sacara brillo.─ la última vez casi me desmayo del calor.

yo miré al piso, manteniendo la cabeza con tristeza y miedo abajo. tenia tanto miedo, en estos momentos deseaba tan profundamente tener un hogar, donde podía correr sin importar qué. comencé a llorar sin quererlo, recordando los brazos de finn apretándose a mi alrededor... quería un abrazo.

─¿HK?─preguntó uno de los soldados, frente a mí, se levantó de su asiento y sé quitó su casco buscando mi mirada agachada.

otra chica, su cabello era negro y estaba cortado de formas irregulares, ella frunció el ceño.

RISING | KYLO REN, FINNWhere stories live. Discover now