15- Cumpleaños 19

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Hoy es mi cumpleaños. Hoy, 17 de diciembre cumplo diecinueve años.

Nunca había estado tan emocionado. De momento nadie me ha felicitado, pero bueno, son las diez de la mañana todavía supongo que lo me felicitaran luego.

Voy a mi primera clase, hoy como es viernes solo tenemos cuatro clases.

Mi primera clase es ciencias, esta es la que peor se me da, no sé como pretenden que apruebe esto.

Mis padres están de viaje, hasta el jueves no vuelven, y mi hermana pequeña está con mis abuelos, ella no vuelve hasta el martes.

Bueno, me queda unos cinco días solita, ya veré lo que hago.

Tocaba la hora el almuerzo, nadie me había felicitado todavía, estaba un poco decaída, ni siquiera mis amigos se habían acordado de mi cumpleaños .

Termine todas mis clases, Zack estaba dando unos conciertos por Alemania, no podía ir a su casa.

El cielo se empezó a nublar más, y yo iba sin paraguas ni chaqueta, ya que se me había olvidado en casa, y me estaba congelando de frío.

empezó a chispear y luego empezó a llover más fuerte, empezó una tormenta. Genial, odio las tormentas, les tengo pánico, y sobre todo si estoy por la calle sola.

Empecé a empaparme a más no poder.

No podía correr , hoy me había puesto tacones, dichosos tacones. Cuando menos me lo esperaba una mano me agarro por detrás, del susto pegue un grito, pero era Zack.

-¿Qué haces aquí?- le pregunte sorprendida y extrañada a la vez-¿No estabas en Alemania?

-Si, pero hoy es el cumpleaños de mi persona favorita, no me lo iba a perder.

Le abracé colgándome de su cuello mientras nos mojábamos por tan fuerte que estaba lloviendo.

-Vamos a casa, tengo una sorpresa.

-¿Tienes el coche?

-No ¿Te pasa algo?

-Me duelen los pies de los tacones.

Me miró de arriba abajo y se quitó la chaqueta, me la puso y luego me quitó un tacón haciendo que apoyara mi pie sobre el suyo, así con el otro pie. Me tomó por debajo de los muslos y por mi espalda, mientras agarraba mis zapatos.

Empezó a correr para que no nos mojáramos más de lo que ya estábamos.

Llegamos al edificio y me subió a caballito a su espalda.

-Antes de entrar quiero que cierres los ojos vale.

-Vale- le dije emocionada por saber que habría en su apartamento.

-Prométeme que no los abrirás.

-Te lo prometo.

Abrió la puerta del apartamento y me guio poniendo una mano en mi espalda.

-Ábrelos.

Abrí los ojos y vi un camino de rosas y velas por el suelo, lo seguí y me encontré una cena en la terraza, una caja enorme envuelta en papel de regalo, y en la pared de la terraza un collage con todas nuestras fotos.

-Es precioso, me encanta, te amo, eres el mejor novio del universo.

-Yo también te amo. Primero los regalos.

-Vale.

Cogí la caja enorme que había en la terraza y le quité el papel de regalo, había muchas cosas dentro.

Un desconocido alemánWhere stories live. Discover now