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Exequiel dejó a Luna en el campo, ideando algún plan para que ella pudiera hablar con Nico. Él sabía que ella ya no lo amaba, que lo quería pero no de la misma manera que antes, y sintió que Luna se merecía un amor de verdad, alguien que la quisiera y respetara como él no había podido hacerlo. Y, aunque le dolía, Nico era esa persona.

Luna pasaba sus días en la casa del campo, de vez en cuando Exequiel, su madre, su padre o su hermano venían a visitarla. La que estaba más presente era Camila, que iba siempre que podía. 

— ¿Por cuánto tiempo te vas a refugiar acá? —preguntó ella, pasándole un mate a Luna.

Las dos se encontraban en el borde de la pileta, era verano y hacía demasiado calor, por lo que decidieron refrescarse en el agua. 

— Por un tiempo más, no sé para qué quieren que vuelva —contestó Luna.

— Porque no podés esconderte para siempre de lo que sentís amiga, hace el duelo y salí adelante, con la fuerza que siempre tuviste para afrontar la vida.

Luna sonrió ante esas palabras, pero en estos momentos se sentía débil. Todavía. Habían pasado unos meses desde lo de Nico y unas semanas de lo de la fiesta de cumpleaños de Blondel. 

— Voy a volver, solo necesito un poco más de tiempo.

Su amiga asintió, echando la cabeza hacia atrás para que el sol pudiera pegarle en la cara. 

Nico estaba demasiado cansado, entrenaba todo lo que podía para mantener la cabeza en algo, pero cuando se quedaba solo pensaba en Luna. La extrañaba, no sabía nada de ella en meses y haberla visto lo había afectado, sobre todo la manera en la que lo había ignorado. 

Se encontraba en el vestuario luego del entrenamiento, pensando en su entrenador privado que lo esperaba, cuando Exequiel se acercó a él.

— En el cumpleaños de Blondel encontré a Luna al final —le dijo.

— ¿Dónde? —preguntó Nico, fingiendo indiferencia. 

— Se escondía en la terraza. 

— Ah, mira vos —contestó, seco, guardando sus cosas en un bolso preparado para salir.

— ¿Me vas a decir que ahora ya no te importa? —Exequiel lo miraba atentamente.

— Ella no me quiere ver más, no sé por qué debería importarme.

Nico pensaba que si se mostraba indiferente, en algún momento se haría realidad y dejaría de importarle. Sería una más del montón, otra chica en su vida que había pasado y se había ido. Pero hacerlo le dolía, sentía que ese dolor nunca se iba a ir.

— Sos un cagón —le dijo Changuito, con los brazos cruzados.

— No me digas así, vos no entendés nada —contestó Nico.

— ¿No pensás hacer nada? 

— No, ya no —dijo Nico, rendido.

Se sentaron en uno de los bancos del vestuario, nadie les prestaba atención.

— Ya sé dónde se está quedando —le comentó Exequiel, sacándose los botines.

— ¿Y qué querés que haga con eso? 

— Que vayas a verla y que hablen, déjense de joder de una vez por todas —Changuito estaba serio.

— No entiendo, ¿querés que arregle las cosas con tu ex?

— Ella te quiere, y yo la quiero a ella, por ende quiero lo mejor para Luna —estaba demasiado tranquilo, realmente había aceptado todo lo que había pasado.

𝒰𝓃𝒶 𝒷𝒶𝓁𝒶 | ɴɪᴄᴏ ꜰɪɢᴀʟ | 𝙲𝙰𝙱𝙹 | +18Where stories live. Discover now