Capítulo 8

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En los últimos días antes de entrara a clases me dedique a practicar y hablar con lucifer como sería mi vida de ahora en adelante, tenía demasiado dinero pero a la manera en que la gastaba en lugares benéficos o refugios de animales pronto se acabaría lo que me habían dado, lucifer me dió una descabellada idea, pero, creo que sería la única en la que podría triunfar, en el mundo dea mafia una mujer es aún más peligrosa que un hombre y claro, para allá iba, no quería ser una princesa, sino una reina, no tarde mucho en que mi apodo "la loba" se extendiera por todo el mundo, usaba peluca, y un disfraz tanto en el cuerpo como la cara para no ser reconocida, así me la pasaba en mi casa o en la calle, vientre algo abultado, bueno no quería llamar la atención con mi cuerpo, mis senos vendados, si eran grandes pero al estar vendados no tan notorios, algo pareció a piel daba forma a otros senos más pequeños, cabello negro, corto, aunque el mío realmente era extremadamente largo, nariz ancha, y cachetes grandes, en realidad seguía siendo una bonita escondiendo otra bonita, en si soy bastante flaca, cachetes casi no tengo y mi nariz es más pequeña, por eso cambie mucho, menos mis ojos, esos nunca los cambiaría, un color marrón extremadamente oscuro, a lo lejos eran mis ojos negros, escondí mi marca, mi verdadera identidad y el nombre con el que me había bautizado era Bella Cristal, ese sería mi nombre en el nuevo mundo que estaba construyendo, para mí tapadera seguiría siendo Carolina, Carolina Gutiérrez, tierna y linda.

—estoy aburrida en esta casa— dice Sami el pequeño de 6 años— o aburrido no, pero quiero salir, hace tiempo no vamos al centro

Tenía razón, hace tiempo no salíamos, toda la camisa la pedía y la traían

—es mejor no salir aún—responde Sophia, mi madre

—no mamá, yo también estoy aburrida— miro a papá, el a su vez me mira y me sonríe

—voy a llamar el jet—dice y se levanta

—El jet!!!—gritan mi hermano y mi madre sorprendidos

—asi es— respondo — como ya dije también estoy aburrida, es viernes, podremos quedarnos hasta el domingo en la noche y llegar a dormir y ya

—pero, ¿A dónde iremos?—pregunta mi madre

—ya veremos

Finalice la conversación y todos nos fuimos a empacar algo de ropa, sabía que no usarían ellos nada, y yo solo necesitaba pijamas o no se, algo con lo que contar, mi hermano entraría a primero, sabía que para este nuevo comienzo el estaría muy bien con un viaje, ahora el va para un colegio privado, por si alguna cosa, ahora tengo una cuenta asegurada para sus estudios en lo que él quiera, sin contar que a mi mamá, para que no se aburra, la inscribí a clases de modista, le compré máquinas y telas, estaba  feliz cuando se lo dije, sabía que yo con dinero primero pensaría en ellos, lo más importante para mí

Lucifer no demoro mucho, aún no me acostumbro a decirle papá, o algo así, entonces solo es Lucifer, El jet llegó y subimos, Cartagena!!! Allá vamos!!!!

Llegamos y todo estuvo genial, nos hospedamos, mi hermano en solo 5 minutos se quitó la ropa dejando solo una pantaloneta y salió a correr a la playa con mi mamá de la mano, menos mal les empaque trajes de baño a todos, el tercero en salir fue Lucifer, solo con una camisa y una palataloneta y unas chanquiclas, como es que el diablo se podía ver tan bien y a la vez tan charro, y yo, me coloque un conjunto de bikini negro y tome "prestada" una camiseta de Lucifer, ni lo notará

Esta vez quería disfrutar, deslumbrar, así que no utilice el disfraz, hasta el diablo necesita vacaciones

Jugué con ellos toda la tarde, fuimos a comer, disfrutamos mucho, eran casi las 9 pm y yo decidí salir, caminar por la playa en la noche, con las olas del mar y la luna brillante haciendome compañía, era unos de mis grandes sueños haciéndose realidad, pesando en todo lo que habia pasado en tan pocas semanas, Lucifer, mi padrastro, la verdad, el dinero, el poder, todo, tanto cambio.

La luna decía mucho esa noche, estaba feliz, o eso parecía, brillaba de la forma más hermosa, como solo la luna puede hacerlo, Las olas tocaban mis pies y me causan cosquillas, parecía loca riéndome con las olas, no me atrevía a entrar, había algo de mi que no cambiaba, no tenía ni la más mínima idea de cómo nadar, así que si me meto seguro me ahogo, Tampico se quita mi torpeza, resbale y por suerte había alguien para sostenerme

Lo ví, un hombre que capturo mi mirada, tenía barba, su cabello algo crespo, color rojizo, unos músculos uffff, un cuerpo de los mil pecados, estaba sin camisa, se marcaban esos cuadritos por lo que bajaban gotas de agua directo a... Diossss un piercing en el labio que lo hacía ver todo un malandro, este Dios griego me sostenía entre sus fuertes brazos, grandes, no podía estar más roja y mi mirada no disimulaba mucho, iba a desmayarme....

Descendientes Del Mal Where stories live. Discover now