Capítulo 1.

566 67 34
                                    

La alarma nunca había sido tan ruidosa y mi mente nunca había estado tan... ¿hecha un desastre?, ¿qué había sido ese sueño? Y ¿por qué había soñado con esa persona?, ni siquiera lo conozco...
Me daba vergüenza haber soñado ese tipo de escenas con una persona que ni siquiera conocía y con la cual nunca he entablado una conversación.

Y por cierto, eran las 12:00 p.m.
Me levanté corriendo hacía el baño para poder asearme y cambiarme de ropa, era demasiado tarde para llegar a la universidad, se suponía que alarma sonaría a las 8 de la mañana, al parecer solo la estuve "aplazando" y me volvía a dormir. No me culpo, hacia mucho frío y yo estaba tan cansada, no lo estaría si no hubiera echo, eso...

La noche anterior había estado bebiendo como si nunca hubiera probado el alcohol y como si este fuese lo mas delicioso que había probado en la vida, hasta yo misma me parecía irreconocible.

Solté una risilla mientras miraba la hora en el teléfono y para cuando terminé de alistarme, ya era demasiado tarde, no iba a llegar ni siquiera a la ultima clase. —Definitivamente esta tiene que ser la última vez—. Con el apuro y la desesperación me terminó por dar hambre, y claro, como no tenia pendientes y mucho menos planes, ¿por qué no salir a dar una vuelta por ahi?.

Me gustaba pasar tiempo sola, pero no sentirme sola. Todos los días me la pasaba pensando en todos los errores que cometí, como si estos fueran una especie de castigo hacía mi misma y la mayor parte del tiempo, me culpaba inconscientemente, aún cuando casi todos nunca fueron mi error.

Últimamente me había estado culpando por la última relación que tuve, al parecer tengo una fijación con los hombres que solo saben enojarse cuando no obtienen lo que quieren, que ofenden cuando están de malas y te tratan como si fueras solo un lindo accesorio, claro que ser bonita tiene sus beneficios, pero al parecer ese no es mi caso, empiezo a creer, que solo me tenían como si fuera una novia trofeo.
Y lo peor de todo, es que me gustaba serlo.

Llegué directamente a aquella cafetería a la que iba todos los días antes de llegar a la escuela, por un momento me dio pena por aquel sueño tan estúpido que tuve, pero solo fue eso, un estúpido y raro sueño y para mi suerte, ahí estaba el, preparando cafés con una calma que fácilmente te daría sueño al mirarlo.

—Hola, me das un café normal sin nada azucarado—. Esta vez me atendía alguien diferente, no estaba la persona que me atendía todos los días como para decirle "lo de siempre".

—O sea, ¿sin azúcar, ni cacao, ni canela, nada?—.

—Si—.

—Suena como un Expresso o un Americano—.

—Si pero suena menos formal y es mas grande—.

Al parecer hice que riera esta persona, ¿qué tenía de divertido? —¿Menos formal?—. Preguntaba incrédulo mientras sonaba la caja registradora.
—Nunca lo había pensado, en un momento estará listo, tu ticket—.

—Gracias—. Y sin querer mis ojos lo buscaban, ¿por qué me daba tanta curiosidad saber quién era?, ¿qué hacía a parte de trabajar aquí?, ¿a dónde iba al salir de aquí?, ¿qué le gustaba hacer?, cualquier cosa, cualquier cosa me hubiera sido suficiente.

—Aquí está tu café. Que lo disfrutes—. Comentaba mientras lo dejaba en el mostrador.
¿Durante cuánto tiempo estuve observando?.

—¿Cómo se llama el barista?—. Pregunté impulsivamente.

—¿El barista?—.

—El de negro, el que tiene esas coletas—.

—Oh, el. Lo siento, recién comencé a trabajar aquí, es la primera vez que lo veo y para serte sincero, ni siquiera se presentó—. Comentó mientras volteaba a verlo también. —el no parece ser muy amigable, tiene cara de pocos amigos, no hemos tenido una conversación—.

Coffee | ChosoWhere stories live. Discover now